Kate Middleton rescata 90 años después la tiara que la reina madre recibió como regalo de bodas
La Strathmore Rose fue uno de los presentes que la madre de Isabel II recibió de su padre, el conde de Strathmore, cuando en 1923 se casó con el entonces duque de York. En las últimas nueve décadas ningún miembro de la familia real británica la había lucido en público
Cuando una joven Isabel Bowes-Lyon se casó el 26 de abril de 1923 con Alberto, entonces duque de York, el segundo hijo del rey Jorge V y la reina María, ella no sabía que un día se convertiría en la reina consorte del Reino Unido. Tras la celebración de la boda, celebrada en la abadía de Westminster, en Londres, Isabel Bowes-Lyon fue nombrada duquesa de York. Isabel fue la menor y novena hija del matrimonio formado por el terrateniente, aristócrata y noble escocés Claude Bowes-Lyon y Cec...
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Cuando una joven Isabel Bowes-Lyon se casó el 26 de abril de 1923 con Alberto, entonces duque de York, el segundo hijo del rey Jorge V y la reina María, ella no sabía que un día se convertiría en la reina consorte del Reino Unido. Tras la celebración de la boda, celebrada en la abadía de Westminster, en Londres, Isabel Bowes-Lyon fue nombrada duquesa de York. Isabel fue la menor y novena hija del matrimonio formado por el terrateniente, aristócrata y noble escocés Claude Bowes-Lyon y Cecilia Cavendish-Bentinck, tataranieta del primer ministro del Reino Unido William Henry Cavendish-Bentinck. Claude Bowes-Lyon decidió hacerle a su hija, con motivo de su enlace, un regalo a la altura de su nuevo título: la tiara Strathmore Rose (que toma el nombre de la familia, pues eran condes de Strathmore).
100 años más tarde la joya protagoniza ahora titulares. Durante el banquete ofrecido la noche de este martes por el rey Carlos III al presidente de la República de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y la primera dama, Kim Keon Hee, en el palacio de Buckingham, la princesa de Gales, Kate Middleton, lució esta espectacular e histórica tiara que, durante años, ha sido objeto de numerosas especulaciones. La mujer del príncipe Guillermo escogió para la ocasión un vestido blanco con bordados de flores en hilo metalizado en los hombros, un diseño de la firma Jenny Packham (de unos 4.500 euros) que lució a juego con unos largos guantes blancos. Middleton llevaba también colgada la banda y la estrella de Dama Gran Cruz de la Real Orden Victoriana, el mayor título honorífico que puede recibir una mujer en Inglaterra, creado por la reina Victoria en 1896, y que le fue concedido por la reina Isabel II para agradecer su servicio a la corona en 2019. Pero lo que más ha llamado la atención es su elección de esa tiara, que llevaba 90 años sin ser lucida por ningún miembro de la familia real británica.
Adquirida en la firma de joyería Catchpole & Williams, esta joya del siglo XIX fue descrita como “una banda de diamantes con cinco rosas, con ramilletes de diamantes entre ellas, que forman broches separados”. Tanto la tiara como otros obsequios regalados a la joven pareja formada por Isabel y Alberto, conocido como Bertie, fueron expuestos en la Galería de Imágenes del palacio de Buckingham antes de la celebración de su boda, y muchos invitados pudieron ver la exhibición de aquellos objetos en un par de fiestas que organizaron el rey Jorge y la reina María en honor de los novios. Tras la boda, la nueva duquesa de York utilizó esa misma tiara en varios retratos oficiales que fueron tomados durante los primeros años de su matrimonio —ella la llevaba cruzada en la frente, siguiendo la estética del momento—. La última vez que la utilizó fue en una visita a la ópera a principios de la década de los años treinta del pasado siglo.
Durante años, la Strathmore Rose ha sido objeto de especulaciones. Gracias a los retratos oficiales, se trataba de una tiara muy reconocible, de una marcada tendencia años veinte, que se relacionaba con la juventud de la mujer que, el 12 de mayo de 1937 y tras la abdicación de Eduardo VIII para casarse con la socialité estadounidense Wallis Simpson, ascendió al trono del Reino Unido de la mano de su marido, que reinó como Jorge VI. Algunos rumores apuntaban a que la tiara podría haberse deteriorado con el paso del tiempo, pero estos se disiparon cuando apareció en perfecto estado en varias exposiciones, como en Tiaras, celebrada en el Victoria & Albert Museum en 2002, y Diamonds: A Jubilee Celebration, una exhibición celebrada en el palacio de Buckingham en el año 2012 para conmemorar los 60 años de reinado de Isabel II y que mostró las muchas formas en que los monarcas británicos han utilizado los diamantes durante los últimos dos siglos.
Fue en el año 2002, tras la muerte de la Reina Madre, cuando Isabel II heredó la famosa diadema, pero jamás la usó públicamente en ningún acto. Otras de las especulaciones apuntaban a que alguna novia real la utilizaría, a modo de guiño al pasado, en alguna de sus bodas, pero jamás sucedió. Hasta ahora, con Kate Middleton.
La esposa del heredero suele remarcar la continuidad y la herencia de la familia real británica a través de las tiaras. Su favorita, la Cambridge Lover’s Knot, que lució en su primera cena de gala oficial como princesa de Gales tras la muerte de Isabel II, es el perfecto reflejo de esta idea. Se trata de una tiara que se ha asociado siempre a su predecesora en el título, la princesa Diana, y que Kate lució en numerosas ocasiones durante la década que ejerció como duquesa de Cambridge al lado de Guillermo de Inglaterra. La Lover’s Knot era una de las que más usaba Lady Di, pero fue creada para María de Teck, la abuela de Isabel II, con perlas y diamantes que ya pertenecían a la familia real en 1914. Tras el fallecimiento de Diana de Gales, se decidió guardar en el joyero real hasta que, en 2015, Kate Middleton decidió desempolvarla y volver a utilizarla con frecuencia.