Emitida una orden de alejamiento contra Ricky Martin por violencia doméstica
El equipo legal del cantante puertorriqueño asegura que son “completamente falsas” las alegaciones contra el artista emitidas por un demandante del que no se ha revelado su identidad
Ricky Martin vuelve a estar en el centro de atención y a verse envuelto en una delicada situación. El cantante puertorriqueño, de 50 años, ha sido denunciado por violencia doméstica, según ha publicado la agencia Efe. La Policía de Puerto Rico confirmó este sábado que está en proceso de gestionar una orden de alejamiento contra el artista por una denuncia bajo la Ley 54, que protege en la isla caribeña a las víctimas de acoso o maltrato. Unas alegaciones que ya han sido respondidas por su equipo legal, que las ha calificado de “completamente falsas”.
La orden fue expedida por la jueza R...
Ricky Martin vuelve a estar en el centro de atención y a verse envuelto en una delicada situación. El cantante puertorriqueño, de 50 años, ha sido denunciado por violencia doméstica, según ha publicado la agencia Efe. La Policía de Puerto Rico confirmó este sábado que está en proceso de gestionar una orden de alejamiento contra el artista por una denuncia bajo la Ley 54, que protege en la isla caribeña a las víctimas de acoso o maltrato. Unas alegaciones que ya han sido respondidas por su equipo legal, que las ha calificado de “completamente falsas”.
La orden fue expedida por la jueza Raiza Cajigas Campbell, del Tribunal de primera instancia de San Juan, tras una solicitud de alguien del que no se ha revelado la identidad al tratarse de un caso bajo la Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica, según el comunicado emitido por la policía al que ha tenido acceso EFE. La orden fue firmada el pasado viernes, y las autoridades visitaron un vecindario de lujo en Dorado, una ciudad en la costa norte de la isla en la que vive el cantante, para intentar ejercer la orden, según dijo el portavoz de la policía, Axel Valencia, a la agencia Associated Press. “Por el momento, la policía no ha podido dar con él”, comentó Valencia.
Según publica el periódico puertorriqueño El Vocero, en el documento de la demanda se explica que el denunciante y Ricky Martin se relacionaron “por siete meses y se separaron hace dos”, pero que el intérprete no ha aceptado esta separación.
En el mismo documento se alega que el cantante de La copa de la vida y Livin’ la Vida Loca llama con frecuencia al demandante y ha merodeado alrededor de su residencia en al menos tres ocasiones, por lo que “el peticionario teme por su seguridad”, además de señalar que “se ha demostrado que existe una posibilidad sustancial de riesgo inmediato de maltrato”.
Esta orden de alejamiento prohíbe al actor de la serie El asesinato de Gianni Versace que se acerque, moleste, intimide o amenace al denunciante, además de realizar llamadas telefónicas, enviar mensajes de texto o de voz a los números telefónicos personales, de trabajo, de familiares o amigos de la víctima, restricción que se hace extensiva además a correos electrónicos y cuentas en redes sociales. El portavoz policial Alex Valencia asegura que será un juez el que determinará posteriormente en una audiencia si la orden debe permanecer en vigor o ser retirada, y añadió que normalmente las órdenes se aplican durante al menos un mes. Valencia también ha señalado que la persona que ha interpuesto la demanda no acudió a la policía, sino que lo ha hecho directamente en los tribunales, según recoge la agencia Associated Press.
Por su parte, el equipo legal de Ricky Martin asegura que las alegaciones de violencia doméstica contra el artista son “completamente falsas”, según el comunicado difundido por Perfect Partners, la firma de relaciones públicas del cantante en Puerto Rico. “Estamos seguros de que cuando los verdaderos hechos salgan a la luz en este asunto, nuestro cliente será plenamente reivindicado”, agrega la escueta nota.
Enrique Martín Morales, más conocido como Ricky Martin, está casado desde 2017 con el artista sueco de origen sirio Jwan Josef, con el que tiene cuatro hijos por vientres de alquiler: los gemelos Valentino y Matteo, Lucia y Renn. Esta otra denuncia llega en la misma semana en la que el artista se enfrenta a una demanda presentada en Los Ángeles (EE UU) por su exmánager Rebecca Drucker, que trabajó con el cantante entre 2014 y 2022, por la que le exige el pago de 2,9 millones de euros en comisiones impagadas. Por el momento, el artista guarda silencio sobre estos dos asuntos, y se mantiene alejado también de sus redes sociales, donde no ha publicado un solo mensaje desde hace seis días.
El artista explotó siempre el lado masculino en su trayectoria, rodeándose de mujeres y alimentando el lado erótico en sus apariciones públicas. Hasta 2010, cuando decidió que había llegado el momento de contar la verdad. “No más secretos”, dijo, y salió del armario. Nada cambió, salvo que ahora los corazones los rompía entre los hombres. Desde entonces ha mantenido un papel activo en la reivindicación de los derechos LGTBI y se ha pronunciado cuando la política intervenía en estos asuntos. Lo hizo en contra de Donald Trump, por ejemplo: “Yo soy un hombre latino, homosexual, casado con un hombre árabe, viviendo en los Estados Unidos. O sea, yo soy una amenaza para esta gente, lo veas por donde lo veas”, declaró en junio de 2020. También se posicionó sobre las terapias a las que son sometidos algunos homosexuales: “Son un tipo de tortura, y la tortura no tiene cabida en una sociedad democrática, progresista y humana”.
No fue su única intervención política. Además de su apoyo público a Joe Biden, el cantante se manifestó a favor de las revueltas que asolaban Chile en 2020: “Que se expresen. Que exijan lo básico, los derechos humanos. Yo estoy contigo Chile, en Chile y fuera de Chile, nunca callados. Siempre con amor y paz, pero nunca callados”. Añadía también: “No voy a predicar, no le voy a decir a nadie qué tiene que hacer y qué no, simplemente sirvo de ejemplo y comparto lo que a mí me funciona”.
Ese ejemplo puede estar ahora en entredicho. La policía está buscándolo para ejercer la orden de alejamiento que ha solicitado un denunciante por ahora anónimo por violencia doméstica.