Susana Dosamantes se enfrenta a un cáncer: la vida de telenovela de la gran actriz mexicana y madre de Paulina Rubio
La intérprete de 74 años llegó a actuar en Hollywood con John Wayne y triunfó en México con culebrones como ‘Amalia Bautista’
Son los años posteriores a la guerra civil estadounidense: una historia de venganza, asaltos a trenes y duelos con revólveres plateados. En la pantalla, John Wayne, Jorge Rivero y Jennifer O’Neill rompen a caballo la tranquilidad de la noche. Necesitan un sitio para descansar. Entra en escena una joven de pelo castaño y marcado acento que les abre las puertas de su casa. La película es Río Lobo (1970), un clásico wéstern del icónico director ...
Son los años posteriores a la guerra civil estadounidense: una historia de venganza, asaltos a trenes y duelos con revólveres plateados. En la pantalla, John Wayne, Jorge Rivero y Jennifer O’Neill rompen a caballo la tranquilidad de la noche. Necesitan un sitio para descansar. Entra en escena una joven de pelo castaño y marcado acento que les abre las puertas de su casa. La película es Río Lobo (1970), un clásico wéstern del icónico director Howard Hawks; la mujer que acoge a Wayne y sus compañeros, la actriz mexicana Susana Dosamantes. La intérprete vivía sus días de gloria: un papel en Hollywood de la mano de Hawks, portadas de revista, la fama en su país natal y el apodo de “el rostro más bello de México”. Un año después nacería su hija, la estrella del pop Paulina Rubio. La semana pasada, a sus 74 años, sus hijos anunciaron que Dosamantes padece de cáncer de páncreas, uno de los más agresivos.
Nació en Guadalajara en 1948, con un nombre más apropiado para el santoral que para una carrera en el cine: María del Perpetuo Socorro Guadalupe Susana Dosamantes Rul Riestra. En un ejercicio de economía del lenguaje y marketing personal podó lo que le sobraba y se quedó con una versión mucho más sugerente: Susana Dosamantes. En aquel entonces, Jalisco todavía era un Estado predominantemente rural, que ofrecía pocas oportunidades para una aspirante a actriz. Ella se trasladó a Ciudad de México y en 1968 participó en su primera película, una adaptación de la novela Los recuerdos del porvenir, de la emblemática escritora Elena Garro. Por ese papel ganó el premio Diosa de Plata, un galardón entregado por la asociación de Periodistas Cinematográficos de México.
Las fotos de la época revelan un rostro en blanco negro, de rasgos duros y mirada grave que parece sacado de un spaghetti western de Sergio Leone. En 1975 protagonizó junto a Claudia Islas, Helena Rojo y Lucía Méndez su filme más recordado, Más negro que la noche, una cinta del director mexicano Carlos Enrique Taboada, conocido por sus trabajos de suspense. El argumento es ya un subgénero del cine de terror: cuatro mujeres se mudan a un viejo caserón que una de ellas ha heredado, donde comienzan a ocurrir sucesos sobrenaturales. La interpretación de Dosamantes le granjeó uno de sus momentos más exitosos entre el público de su país. A lo largo de su carrera, ha participado en más de 60 películas y telenovelas, además de un buen puñado de obras de teatro y anuncios comerciales.
Como otras actrices de su generación, encontró en las telenovelas un nicho comercial con más éxito de audiencia. Desde su primera, Muchacha italiana viene a casarse (1971), a la última en la que participó, Si nos dejan (2021), se ha embarcado en más de una veintena de títulos de todos los colores, de mayor y menor presupuesto. En 1990, con su papel en Morir para vivir, ganó el galardón a Mejor Actriz Antagónica en Premios TVyNovelas, una gala de Televisa que celebra las producciones de su compañía. Aunque su rol más recordado en un culebrón llegó con Amalia Batista (1983), en el que interpretaba a una mujer que intenta recuperar el amor de sus dos hijas después de toda una vida en prisión por asesinar en defensa propia a un marido abusivo. Un drama de los que gustan en la sobremesa, que solo duró un año, pero sumó 265 episodios que encumbraron a Dosamantes como estrella de la pequeña pantalla.
Alejada de los escándalos y excesos que suelen acompañar las carreras de los intérpretes de telenovelas, Dosamantes siempre trató de mantener un perfil mediático bajo. Su primer matrimonio (1969-1974) fue con un abogado español, Enrique Rubio, con quien tendría dos hijos: Enrique y Paulina, que años después se convertiría en una estrella del pop, ella sí, famosa también por sus polémicas. Se casó por segunda vez con Carlos Vasallo Tomé, de quien se divorciaría en 1988. Actualmente, vive con su tercer esposo, Luis Rivas, aunque pasa temporadas con su hija y sus nietos, de acuerdo con la prensa del corazón.
Durante la década de los noventa desapareció sin hacer mucho ruido. Desde entonces, solo ha vuelto a grabar dos películas, aunque a partir del 2000 reaparecería en una decena de telenovelas. En 2016, Paulina Rubio contó en sus redes sociales que su madre atravesaba un momento complicado de salud, aunque no aportó muchos detalles. Tiempo después, la propia Dosamantes declaró que tuvieron que extirparle un bulto en la cabeza, pero que ya estaba fuera de peligro.
A lo largo de los años, la prensa sensacionalista ha tratado de buscar polémicas entre madre e hija, aunque ambas lo han desmentido y asegurado que tienen una gran relación. En una entrevista para El País Semanal en 2009, la actriz recordaba cómo Paulina se había criado con ella, “tras la tramoya”. “Entre los focos. En los pasillos de Televisa o en Madrid mientras yo rodaba”, explicaba. Dosamantes, incluso, se ha visto en ocasiones incluida en las mediáticas peleas entre su hija y los exmaridos de esta, aunque casi siempre ha intentado evitarlas. La semana pasada, Paulina mandó un mensaje de fuerza a su madre en sus redes sociales: “Juntas saldremos adelante, mi Fe en tu pronta recuperación es inquebrantable”. Ahora, la actriz espera superar el cáncer en el hospital Mont Sinai Medical Center de Miami, en Estados Unidos.