Christian Gálvez: “El éxito me impactó. Me ha hecho ir al psicólogo”
El presentador se prepara para una nueva etapa profesional tras ‘Pasapalabra’ como productor teatral de una obra sobre Chaplin mientras ultima otro proyecto televisivo con Mediaset
Se ha cumplido un año desde que presentó su último programa de Pasapalabra, el concurso estrella de Mediaset que se despedía de la cadena de Paolo Vasile tras perder los derechos del formato por impago. Ahora se emite en Atresmedia y lo conduce Roberto Leal, pero ...
Se ha cumplido un año desde que presentó su último programa de Pasapalabra, el concurso estrella de Mediaset que se despedía de la cadena de Paolo Vasile tras perder los derechos del formato por impago. Ahora se emite en Atresmedia y lo conduce Roberto Leal, pero Christian Gálvez (Madrid, 1980) seguirá siendo para muchos espectadores la cara del programa. Razón no les falta a aquellos que piensan que ha sido su gran escaparate para el público, pues 11 años y 3.292 programas al frente del concurso famoso por su rosco final y sus premios millonarios lo han convertido en uno de los presentadores más longevos de un formato televisivo, amén de Jordi Hurtado en Saber y Ganar.
Doce meses después, Gálvez mira todo con perspectiva y también con mucho cariño. Ha sido uno de los proyectos que más alegrías le ha dado, entre ellas haber conocido a su esposa, la exgimnasta Almudena Cid, con quien el pasado agosto cumplió diez años de matrimonio. Reconoce que no sigue el programa, “ni ese ni ningún otro, porque apenas" ve la televisión, pero no duda de que su nuevo presentador lo haga bien porque “es un crack”, dice de Leal, a quien no conoce en persona pero con quien se mensajeó deseándole suerte en su primer día.
La noticia del fin del programa supuso para Christian Gálvez un gran varapalo, pero no le impidió dormir por las noches. Que el consejero delegado de Mediaset quisiera seguir apostando por él y buscaran juntos un nuevo proyecto ayudó. También saber gestionar los problemas, algo que Gálvez aprendió hace unos años gracias al psicólogo. Cuando le desbordó el éxito tras sus primeras investigaciones sobre Leonardo Da Vinci comenzó a ir a terapia y las sesiones se intensificaron cuando llegaron las críticas. “Mi progreso en la tele ha sido paulatino, en cambio con el caso de Leonardo me vi de pronto dando conferencias en París o en California. Al ser un éxito inesperado, ver que tanta gente me seguía fuera del entorno audiovisual me impactó. Y eso fue a más al ver que había gente que criticaba todo lo que hacía solo porque trabajaba en televisión. Afortunadamente se puede decir cada vez con más libertad que uno puede ir al psicólogo para tratar sus historias”, explica a EL PAÍS respecto a la polémica que suscitó cuando en 2018 ejerció como comisario de una exposición sobre Leonardo da Vinci y el Comité Español de Historia del Arte le acusó de intrusismo laboral y poca rigurosidad.
Lo cuenta sin avergonzarse y sin borrar su eterna sonrisa después de haber vuelto a un plató de televisión para la presentación de las candidaturas a mejor pueblo anfitrión de España que cada año organizan los bombones Ferrero Rocher y que en esta ocasión cuenta con la participación de cuatro embajadores, entre ellos el propio Gálvez. Él representa a Manzanares el Real, el municipio madrileño del que destaca “su patrimonio artístico y natural, su pasión por las tradiciones y su pasado de cine”, en alusión a las películas que allí se rodaron. El cinéfilo que Christian Gálvez lleva dentro se lo debe a sus padres, quienes le inculcaron su amor por la gran pantalla. Uno de sus próximos proyectos se centra precisamente en la historia de un actor legendario: Charlie Chaplin. El presentador se ha embarcado en una producción teatral sobre la vida y obra de Chaplin, para la que cuenta con el beneplácito de la familia del actor. Según confirma ahora, una “gran compañía” se ha interesado y espera que el resultado se vea a finales de 2021 o principios de 2022.
No es lo único que tiene entre manos. El que sigue siendo considerado una de las caras estrella de Mediaset prepara para la cadena un nuevo programa del que aún no puede confirmar la temática ni la fecha de estreno. Solo adelanta que será un formato diferente en el que además de entretener también enseñará cultura, por eso Gálvez cambiará el plató por distintas localizaciones, “siempre que las condiciones climatológicas y la pandemia lo permitan”, revela.
Mientras esto llega, Gálvez continúa tejiendo una telaraña de actividades paralelas. Presenta un programa de radio sobre rock y cine y durante el confinamiento presentó dos programas online desde su casa gracias a la productora Fénix Media Audiovisual, que nació este año y de la que es parte. No es la única empresa que posee. También es socio de Lienzos y Estrellas S. L. y en 2007 fundó 47 Ronin, la productora que ha abordado desde trabajos discográficos hasta algún proyecto más ambicioso en el mundo del cine y con la que gestiona también su faceta como coach, plasmada en uno de sus libros, Tienes talento, en el que mezcla sus reflexiones personales con ejemplos de la vida de su admirado Da Vinci. Su pasión por la vida y obra de este personaje italiano, del que ha escrito libros tanto para adultos como para niños, sigue intacta pese a la polémica que le rodea y no ha cejado en su empeño de seguir con la literatura, pues a principios de año publicó su última novela, Hannah, sobre la Italia ocupada por los nazis.
Si lo profesional marcha bien para Christian Gálvez, lo personal no podría ir mejor. Una década después de casarse con Almudena Cid, la pareja sigue demostrándose su amor como el primer día. Por ahora no tienen planes de ampliar la familia y siguen en busca de reencontrarse con ellos mismos. Ella le apoya en cada proyecto en el que se adentra y él solo tiene buenas palabras para describir el talento de la exgimnasta en su nueva faceta como actriz, que ya le ha valido un premio en el Festival de Cine de Sitges. El confinamiento les ha servido para pasar más tiempo juntos en su casa de Boadilla del Monte (Madrid) y con ellos han estado los padres de Cid, a quienes la pandemia pilló de paso por un viaje, y también la madre del presentador, que se encontraba en casa de su hijo convaleciente tras un postoperatorio. Gálvez cuenta que fueron meses duros además porque su padre, que trabaja en el Samur de Madrid, vivió la crisis sanitaria desde primera línea, pero celebra que al menos estuviesen todos juntos.