Los sueños incumplidos de Pierre Cardin: un viaje a la Luna y un hijo con Jeanne Moreau

A sus 98 años, el diseñador resurge con un documental, un desfile y una entrevista donde se repasa su carrera con testimonios de Jean Paul Gaultier o Naomi Campbell

Pierre Cardin, en enero de 2012 en Barcelona.

La era dorada de la moda en el siglo XX y su epicentro, París, todavía tiene quien la recuerde en primera persona. A sus 98 años, uno de los protagonistas de esa época sigue ahí, lúcido, con ganas de contar su vida extraordinaria. Pierre Cardin, el hombre que vistió a algunas de las mujeres más bellas de varias generaciones y que revolucionó tanto la alta costura como el prêt-à-porter, vuelve a estar en boca de todos. Los responsables: un documental, House of Cardin, que se estrena el m...

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La era dorada de la moda en el siglo XX y su epicentro, París, todavía tiene quien la recuerde en primera persona. A sus 98 años, uno de los protagonistas de esa época sigue ahí, lúcido, con ganas de contar su vida extraordinaria. Pierre Cardin, el hombre que vistió a algunas de las mujeres más bellas de varias generaciones y que revolucionó tanto la alta costura como el prêt-à-porter, vuelve a estar en boca de todos. Los responsables: un documental, House of Cardin, que se estrena el miércoles en varios cines de Francia; un desfile celebrado el lunes en el Theatre du Chatelet de París para homenajear su legado; y su propia palabra, en una entrevista concedida a varios medios en su oficina, en lo alto del edificio que alberga sus talleres en el corazón de París, a solo unos pasos del Elíseo, el palacio presidencial. Porque sí, Pierre Cardin sigue estando hasta hoy cerca del imperio que creó hace más de seis décadas y que le “da de comer”, bromea. Al fin y al cabo, cuando hace unos años le consultaron por el secreto de la juventud eterna que transmitía, respondía ya sin dudar un instante: “Trabajar. Trabajo, trabajo, trabajo”.

“¿Qué quieren saber de mí que no sepan ya?”, les preguntó Cardin a los periodistas al recibirlos, según cuenta Le Figaro, uno de los medios que tuvieron acceso al mítico diseñador nacido hace 98 años y casi tres meses como Pietro Costante Cardin en Sant’Andrea di Barbarana, Italia. Pues parece que todavía hay preguntas. E interés. Y admiración, como la que demuestran en el documental de P. David Ebersole y Todd Hughes que indaga en “el hombre tras el mito” muchos de los famosos de lo más diverso que lo conocieron en algún momento, desde Jean Paul Gaultier, quien comenzó su carrera en su estudio, a Jean Michel Jarre, Sharon Stone, Naomi Campbell, Philippe Starck o incluso Alice Cooper.

Pierre Cardin y una de las modelos que desfilaron con sus diseños en el desfile conmemorativo de sus 70 años de trayectoria, en el Theatre du Chatelet de París el 21 de septiembre de 2020.LUCAS BARIOULET (AFP)

Tanto en el documental como en la entrevista se muestra a un Pierre Cardin seguro de sí mismo y satisfecho con una carrera fuera de lo ordinario, no solo en el aspecto artístico que revolucionó tanto con sus formas arquitectónicas, sino también en su decisión impensable para muchos en ese momento de dar el salto al prêt-à-porter. “Cuando lancé el prêt-à-porter en 1959, me cayeron las peores críticas. El mundo (de la moda) consideraba inadecuado hacer prêt-à-porter cuando se venía de la alta costura. Pierre Bergé incluso dijo: ‘En tres meses, nadie oirá hablar ya de ello’. ¡Y luego (Yves) Saint Laurent hizo lo mismo después de mí, pretendiendo que era el primero! Nobody’s perfect", nadie es perfecto, ironiza acabando la anécdota en inglés, idioma que domina al igual que el español o su italiano natal, asegura este hombre que se define como “hecho a sí mismo en todo”.

El diseñador Pierre Cardin y la actriz Jeanne Moreau, en Roma en junio de 1964.TopFoto / Cordon Press

De hecho, asegura que nunca, ni en los peores momentos de esas críticas, se arrepintió del paso dado. “Estaba seguro de mí mismo. No creía ya en la alta costura. Pensaba: ‘Si las mujeres trabajan, ¿quién las va a vestir?’ No había ya razones para crear de forma exclusiva, lo que se convertía en importante era la creación, la invención en el diseño. Quería ser diferente de los otros, ser individual mediante la creación. Lo que significa no copiar ni imitar jamás. La mayor parte de la gente de la moda copia, se llaman creadores pero son imitadores. Mis ideas, las tuve yo siempre. Puede que malas, pero experimentales”, defiende hasta hoy en Le Figaro.

Entonces, ¿no tiene ningún remordimiento? Puede que sí, pero solo en el plano personal, concede en la entrevista. ¿Y qué es lo que lamenta no haber hecho Pierre Cardin? “Un hijo”, reconoce. “Podría haberlo hecho, tenía a la madre, Jeanne (Moreau). Ella quería casarse, pero, sabe usted, en los matrimonios con actores, mejor ser prudentes… Fui yo el que se negó. Yo era muy seductor, joven, no estaba mal físicamente, eso me sirvió, de hecho. Pero siempre me conduje bien. No quería ser el señor Moreau, y ella no habría querido ser la señora Cardin. Sin duda, fue una especie de orgullo ridículo”, recuerda el diseñador la historia de amor y amistad que le unió hasta el fin de sus días con la actriz francesa, fallecida hace tres años. El hombre que lo conquistó todo en el mundo de la moda dice seguir soñando. Aunque algunos sueños sean ya irrealizables, reconoce. “Me gustaría haber ido a la Luna”.

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