El secreto del Dúo Dinámico para resistir juntos 62 años
Manuel de la Calva y Ramón Arcusa mantienen una relación personal y profesional intacta pese a vivir en dos continentes, y planean su próxima gira
En esta época en la que apuñala la nostalgia, amenaza la locura y en la moneda sale cruz, el mundo necesita de cánticos que levanten los ánimos y las gargantas. Y, bendecida por el destino, le ha tocado a Resistiré, la canción del Dúo Dinámico que Manuel de la Calva y Ramón Arcusa llevan cantando desde 1988. El tema lo compusieron De la Calva (la música) y el letrista Carlos Toro, autor de más de 1.300 temas. Ninguno de los tres termina de creerse el dulc...
En esta época en la que apuñala la nostalgia, amenaza la locura y en la moneda sale cruz, el mundo necesita de cánticos que levanten los ánimos y las gargantas. Y, bendecida por el destino, le ha tocado a Resistiré, la canción del Dúo Dinámico que Manuel de la Calva y Ramón Arcusa llevan cantando desde 1988. El tema lo compusieron De la Calva (la música) y el letrista Carlos Toro, autor de más de 1.300 temas. Ninguno de los tres termina de creerse el dulce momento del que era un himno y ahora es, casi, himno nacional.
Resistiré ha vuelto a poner de relieve al Dúo Dinámico. Nadie les había olvidado, no, estaban en ese magma de clásicos que subyace bajo la música de la radio, del día a día. Pero ellos siguen ahí, haciendo giras año tras año, cantando sus temas ante un público que les es fiel desde hace más de seis décadas. Aquellos dos jovencitos sonrientes que ya han cumplido 83 años fueron los primeros en generar un fenómeno fan en España y América Latina. “En los sesenta, vendían más discos que tocadiscos había en España”, anota Toro.
Ellos saben que de aquello sembrado, esto recogido. Son arduos trabajadores, artistas, que no estrellas. “Lo teníamos muy claro al principio, aunque suene pretencioso. Veníamos de trabajar en una empresa de motores de aviación, en la que habíamos entrado de aprendices y recogido las virutas de tornos y fresadoras. Cuando decidimos emprender algo nuevo y desconocido, tuvimos que renunciar a todo y comenzar otra vida”, explica a EL PAÍS Manuel de la Calva, recordando cómo fueron pioneros. “Incorporamos estilos novedosos en 1959: portadas en color y con fotos con calidad (parece mentira, ¿no?); pasar de grabar con cuatro músicos a grandes orquestas; inventar el merchandising vendiendo más de un millón de postales del Dúo en todos los quioscos de España… Y rodamos cuatro películas”.
Estos días gestionaban la gira que les iba a llevar, como cada verano, por fiestas y teatros de toda España. El coronavirus, obviamente, lo ha frenado. “No sabemos qué va a pasar”, reconoce la otra pata del dueto, Ramón Arcusa. “Yo desde Miami y Manolo en Madrid estamos en total comunicación, y nuestro WhatsApp echa humo. Pasamos la mayor parte del tiempo haciendo entrevistas y atendiendo a todos los que se interesan en estos momentos por lo que representa Resistiré”. Y representa mucho. Explican desde Spotify que “el tema ha aumentado sus escuchas en más de un 435% desde el 15 de marzo y, en España, la canción permanece en el Top 50 más virales”.
Cuenta Arcusa que son del todo conscientes del poder de la canción, que ya usó Pedro Almodóvar en ¡Átame! “Hemos cedido su uso a infinidad de grupos sociales: asociaciones de alzhéimer, de párkinson, de albergues juveniles, campañas de niños con cáncer, ahora a la Comunidad de Madrid, también nos lo han pedido para la patrulla Aspa del Ejército del Aire… Y si sirve de alivio y de esperanza para la solución de los problemas y males que nos asolan estos días, estaremos muy satisfechos y más que orgullosos de contribuir. Escuchar a millones de gargantas que cada día entonan nuestra canción nos impresiona y emociona”.
Hablar de un grupo de 1958 en 2020 parece casi una reliquia, o un milagro. Más cuando el dúo se separó allá por 1973. Pero no son un grupo cualquiera. “Decidieron regresar a cantar en la fiesta de presentación de El Periódico de Catalunya. Era 1978. Su dueño, Antonio Asensio, se empeñó. La oferta fue tan irresistible que tuvieron que aceptar”, recuerda Carlos Toro, que además de letrista es periodista y editó una biografía oficial del grupo en 2001. Manuel de la Calva lanzará una nueva en junio.
“Cuando a principios de 1973 dejamos de cantar, no por necesidad sino porque estábamos demasiado bien acostumbrados y pensamos que ese era el momento de retirarnos, llamamos a José María Íñigo y le pedimos que nos dejara despedirnos en su programa Estudio abierto. Y empezamos a trabajar para otros cantantes", recuerda Manuel de la Calva. “Sería una lista interminable de títulos y artistas a los que produjimos, les compusimos canciones o hicimos los arreglos. Como productores, desde Los Chunguitos, José Vélez, Paloma San Basilio, Manolo Otero, Ángela Carrasco, ¡los Pitufos!, Massiel…, decenas de artistas, hasta trabajar más de 20 años con Julio Iglesias”, explica Arcusa.
Tras su parón en 1973, vuelven cinco años después. “Julio Iglesias les prestó todo, su equipo, a sus músicos", recuerda Toro. Con él escribieron, a seis manos, Soy un truhán, soy un señor. Arcusa, que colaboró con Iglesias en Miami hasta bien entrados los noventa, se asentó allí.
Aún así, la comunicación intercontinental es fluida. “Somos ante todo pragmáticos y el respeto ha sido la base de nuestra relación”, defiende Arcusa. “También porque el éxito une y el fracaso separa. Casi nadie sabe que las canciones que cantamos, aunque la mayor parte las hayamos firmado juntos, son de uno o del otro, y aunque hemos sugerido mejoras a las del otro, siempre ha primado la idea del original. Una vez sí que estuvimos distanciados por culpa de una chica, que primero eligió a uno y después al otro. Pero solo duró un mes. Y si no estamos de acuerdo en algo y nos hemos de decir palabras gruesas, lo hacemos por e-mail y santas pascuas. Y nunca más hablamos de ello en persona. Así 60 años… ¡Qué cruz…!”, dice, en tono de broma, a lo que De la Calva salta con un cariñoso. “¡Oye…!”
Todo el que ha trabajado con el Dúo Dinámico destaca de ambos su sencillez, su humildad. "Son de una naturalidad total. Eso les define. En su vida, con sus familias. Entras en sus casas y no sabes que estás en casa de un artista, de un creador. Tienen una total ausencia de divismo. Y por añadidura son grandes profesionales”, explica Toro. Hoy, son profesionales del confinamiento: “A rajatabla”, confiesan.
En Miami, Ramón no pierde las buenas costumbres. “Toca cocinar. Es de los pocos momentos del día que alegra el confinamiento. Es tiempo de probar cosas, de inventar, ya que queda mucho tiempo después de lavarte las manos 100 veces. Mi esposa Shura y yo compramos pan el otro día, que estamos dejando secar para hacer unas torrijas, que es tiempo. Y esperaremos cada mañana las noticias, que las cifras y los gráficos dejen de ser tan negativos y empecemos a ver la luz, y que más pronto que tarde recuperemos la normalidad. De esta, todos saldremos mejores y más fuertes, estamos seguros”. Manolo, igual: "Aprovecho para leer muchos libros que no había terminado; hago un poco de ejercicio, hablo mucho con mi esposa, que es una buena conversadora y cuando llegan las ocho, cinco minutos de aplausos con todos los vecinos…”. Y, de fondo, siempre Resistiré.