Daniel Craig y Rachel Weisz rompen su blindada privacidad por una buena causa
Los actores, que llevan juntos una década, apenas se dejan ver pero ahora han aparecido en un vídeo para dar ánimo a quienes luchan contra el coronavirus
Si fueran dos personas anónimas con trabajos normales, Daniel Craig y Rachel Weisz serían una pareja del todo normal. La cuestión es que son actores, intérpretes de talla mundial que han dado vida a algunos de los personajes más famosos de la ficción y que han llegado a ganar premios Oscar. Y en una profesión tan expuesta resulta inaudita su ansia por mantener una privacidad poco común entre estrellas y en tiempos de redes sociales.
Porque Craig y W...
Si fueran dos personas anónimas con trabajos normales, Daniel Craig y Rachel Weisz serían una pareja del todo normal. La cuestión es que son actores, intérpretes de talla mundial que han dado vida a algunos de los personajes más famosos de la ficción y que han llegado a ganar premios Oscar. Y en una profesión tan expuesta resulta inaudita su ansia por mantener una privacidad poco común entre estrellas y en tiempos de redes sociales.
Porque Craig y Weisz no tienen redes sociales. O, al menos, no públicas ni abiertas. Sin embargo, una situación excepcional como la crisis del coronavirus que asola al mundo les ha hecho mostrarse en ellas y dejarse ver. En una insólita aparición, juntos han aplaudido para “dar las gracias a todos, en todas partes, que trabajan para mantenernos sanos”. Para ese momento de aplausos se han grabado en lo que parece la puerta de su casa. El vídeo se ha publicado, junto a otras apariciones de otros actores, en la cuenta de Twitter oficial de James Bond, que recoge noticias y novedades sobre las películas del célebre espía británico al que Craig da vida desde hace 15 años.
De hecho, Craig acaba de despedirse de ese papel que le ha reportado fama (y muchos millones; sólo con la última película, 21) durante los últimos 15 años. A principios de marzo el intérprete británico confirmaba su despedida del icónico personaje. Ya ha acabado el rodaje de la que será su última cinta, Sin tiempo para morir, en la que actúa junto a Ana de Armas o Rami Malek. Aunque la película tardará en llegar a los cines, al menos hasta noviembre: aunque su estreno estaba previsto para el 2 de abril, la crisis del coronavirus lo ha frenado. Los productores afirmaron que “después de una cuidadosa consideración y una evaluación exhaustiva del mercado teatral mundial” debía retrasarse.
Por tanto, entre los miles de eventos cancelados estas semanas, esta esa alfombra roja, una de las escasas oportunidades de ver junto al matrimonio de Craig y Weisz. No hay muchas de hacerlo: no les gusta ser fotografiados, ni hablar de su relación o de su única hija en común, una niña de año y medio
La protagonista de Ágora (2009), ganadora de un Oscar por El jardinero fiel en 2005, ya tiene un hijo de 13 años de una anterior y larga relación con quien ha sido su pareja durante casi una década, el director de cine Darren Aronofsky. Además, Craig tiene una hija de 28 años con la actriz Fiona Loudon, que nació cuando él tenía 25 años. Loudon y él apenas estuvieron casados dos años, y Ella, que es como se llama la joven, mantiene una excelente relación con su padre.
La de Craig y Weisz es una relación que ya se prolonga casi una década. Se casaron en 2011 en absoluto secreto y con la única compañía de sus hijos. Se habían conocido a mediados de la década de los noventa y habían tenido una buena conexión. Pero fue en 2010 cuando volvieron a encontrarse, mientras rodaban juntos la película de misterio Detrás de las paredes. Ahí el flechazo fue instantáneo y seis meses después se casaron.
Si la boda exprés fue toda una sorpresa, no lo fue menos el nacimiento de su hija. Ellos confirmaron el embarazo de una curiosa forma en una entrevista. Ella solo dijo: “Vamos a tener un pequeño humano. No podemos esperar para conocerlo. Es todo un misterio”. Algo similar ocurrió con el nacimiento: simplemente se les vio con un portabebés por Nueva York. Viven a caballo entre la ciudad estadounidense y Londres, algo que les ayuda a mantener esa ansiada privacidad. Un secretismo tal con ellos, y sobre todo con su hija, que de ella no se conoce ni el nombre.