Menú semanal de El Comidista (11 a 17 de febrero)

La legumbre más rápida de cocinar y una buena cantidad de verdura son la base de una crema que puede tomarse caliente o a temperatura ambiente.

Hacer albóndigas sin tirarte media vida en la cocina y dejarla más sucia que un taller de coches es posible (y te lo demostramos).

Lo tiene todo: es jugosa, dulce, nada empalagosa, y cargada de toneladas de vitamina C. Son nuestra salvación frutera en el invierno.

Los puerros con cecina son un clásico de la cocina leonesa. Con esta versión te garantizas un plato sano, sabroso y muy sencillo.

Cuando pruebes la deliciosa receta original, verás el abismo que la separa de la carne picada con tomate que se suele servir en España.

Un postre fácil, fresco y que te ayudará a sobrellevar la semana y que encima no necesita ni horno para hacerse. Vamos, un chollo.

Los cogollos no solo pueden comerse en ensalada y con anchoas: cocinados a la plancha o brasa y acompañados de una buena vinagreta pueden darnos muchas alegrías.

A los que la coliflor hervida les sabe a bomba fétida, les recomendamos encarecidamente que la prueben asada.

Junto al frío y las lluvias también llegan las ganas de encender el horno, así que ¡a por un dulce reconfortante para desayunar o merendar!

O cómo transformar unos miserables cachos de pan seco, unos ajos, aceite de oliva y unos trozos de cerdo en una maravilla gastronómica de primer orden.

Un plato fresco, sabroso y ligero con el que te puedes iniciar en el mundo del tartar: solo necesitas un cuchillo bien afilado y paciencia.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos. Pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

Este aperitivo no sólo es fácil de hacer, ultrarrápido y distinto, sino que gusta a casi todo el mundo, aunque a priori les dé reparo la mezcla de ingredientes.

Una receta de aprovechamiento exprés para conseguir una comida sabrosa y completa a base de sobras. Nunca más volverás a mirar los chuscos de pan duro de la misma manera.

Aunque pueda parecer muy moderna y raruna, la combinación de chocolate y picante se remonta a los inicios del consumo del cacao.

Este aperitivo es muy resultón, porque la crema de queso picante con el exterior crujiente de la masa crean una pareja inseparable.

El descubrimiento de este postre/merienda/desayuno significará un antes y un después para los intolerantes a la lactosa.

¿Se pueden conseguir unas alitas perfectamente crujientes sin tener que freír? ¡Por supuesto! El secreto está en tu propia alacena.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para este invierno.

¿Estrujas la bolsita para sacarle hasta la última gota? ¿Pones el agua en ebullición sea la variedad que sea? Felicidades: eres un criminal del té. Reinsértate en la sociedad con los consejos de nuestra experta.