'Sablée' bretón con ricota y cerezas
¿Habéis comido alguna vez esas galletas bretonas arenosas que son pura mantequilla? Pues eso es más o menos el sablée. Una delicia un poquitín engordante que, para desgracia de los que están en la operación bikini, crea adicción una vez que se prueba. Además es una de las masas más simples y rápidas de preparar, con lo que no hay excusas para no zambullirse en ella.
Como el sablée bretón es bastante contundente, se recomienda consumirlo acompañado de frutas tirando a ácidas que aligeren el conjunto. En este caso he usado las estrellas del momento -las cerezas- aderezadas con un poco de ralladura de lima y menta. Eso sí, para que el postre resulte orgiástico yo pongo entre la galleta y la fruta una capita de lácteo que añada cremosidad. Después de probar con nata montada y con ricota, no me quedo con ninguna de las dos, así que propongo una mezcla que una la lujuria de la primera con el carácter y el punto salado de la segunda.
Dificultad: Para tertulianos.
Ingredientes
Para 6 personas
Masa
- 2 yemas de huevo
- 100 gr. de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 150 gr. de harina
- 50 ml. (unas tres cucharadas) de leche entera
- 7 gr. de levadura Royal o similar
Crema
- 100 gr. de nata líquida
- 100 gr. de ricota
- 25 gr. de azúcar
Fruta
- 300 gr. de cerezas maduras
- 1 lima
- Unas hojas de menta