De España al MIT: becas que cambian la vida
Breve guía de las ayudas más atractivas de entidades públicas y privadas, nacionales y europeas para cursar estudios en centros de referencia internacional
Álvaro Martínez Higes (37 años, Madrid) recuerda todavía con claridad aquel día de mayo cuando le otorgaron la beca de la Fundación Rafael del Pino. “Sentí una gratitud infinita por las oportunidades que me daba”, confiesa. Con una ayuda de 100.000 euros y una carta de admisión en la mano, cumplió su sueño: estudiar un MBA en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Sin esa ayuda asegura que todo, ahora, sería diferente: “La deuda hubiera sido tanta que volver a España con los salarios de a...
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Álvaro Martínez Higes (37 años, Madrid) recuerda todavía con claridad aquel día de mayo cuando le otorgaron la beca de la Fundación Rafael del Pino. “Sentí una gratitud infinita por las oportunidades que me daba”, confiesa. Con una ayuda de 100.000 euros y una carta de admisión en la mano, cumplió su sueño: estudiar un MBA en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Sin esa ayuda asegura que todo, ahora, sería diferente: “La deuda hubiera sido tanta que volver a España con los salarios de aquí hubiera sido complicado. Me cambió la vida”, rememora.
Desde hace poco menos de un año, Higes es emprendedor a tiempo completo. Con dos socios fundó Luzia, un asistente inteligente pensado para empresas que, a través un chatbot, ayuda en el desarrollo de las tareas del día a día: la app cuenta ya con 40 millones de usuarios. “Cuando gané la beca prometí que iba a cambiar el mundo y ayudar a la gente. Ahora tengo la solidez financiera para ser emprendedor y contribuir a ello”, concluye.
Ganar una beca es casi como ganar la lotería: para muchos es la única posibilidad de cruzar las puertas de grandes universidades internacionales. Los programas, cuyos procesos de selección son largos y exigentes, garantizan una formación de primera calidad en instituciones educativas de prestigio tanto en España como en el extranjero. De entidades privadas o públicas, nacionales o europeas, las becas a las que pueden aspirar los estudiantes españoles garantizan un horizonte profesional mejor y, también, más amplio.
Fundación Rafael del Pino
Esta institución ofrece muchos programas, aunque la joya de la corona son las becas de excelencia, en marcha desde 2001, y cuyo objetivo es financiar los estudios de posgrado de estudiantes españoles en las mejores universidades del mundo. Cada año convoca unas 15, y los alumnos aplican al programa cuando ya están admitidos en algún centro universitario, presentan su proyecto y la fundación escoge entre los candidatos. La dotación económica varía dependiendo del programa: si se trata de un MBA o de un máster en Ciencias, los becados reciben hasta 100.000 euros para los dos años de duración. Un monto que cubre una parte de los gastos, debido a los altos costes de las matrículas.
En el caso del doctorado, donde solo hay que pagar la manutención, la dotación económica es menor, de unos 26.400 euros anuales por un periodo máximo de 24 meses. Esta cifra cubre todos los costes, incluidos los vuelos y el seguro médico. Vicente Montes, director de la fundación, explica que la mayoría de los solicitantes escogen las Ivy League: “Más del 60% de las becas que concedemos se van al MIT y a Harvard”. Cada año reciben entre 700 y 1.000 solicitudes.
Fulbright
Este programa ofrece becas de posgrado de cualquier especialidad y nivel, pero las más prestigiosas son las que se otorgan para cursar algún máster o doctorado en Estados Unidos. Los alumnos presentan su proyecto de estudio, seleccionan las instituciones donde lo quieren cursar y, una vez obtenida, Fulbright los ayuda a buscar la mejor solución. Los másteres suelen durar dos años, mientras el doctorado entre cinco o seis.
La dotación económica varía dependiendo de la zona geográfica a donde se desplace el becario. En las más caras, como Nueva York y Washington, reciben unos 4.000 euros al mes para el mantenimiento, a los que hay que sumar la matricula, costeada por la beca, hasta un máximo de 35.000 dólares anuales, que suele complementarse con ayudas que ofrece la propia universidad. “El objetivo es que nadie que haya sido seleccionado se tenga que quedar en España por motivos económicos”, asegura Alberto López San Miguel, director de la comisión Fulbright en España.
Cada año otorgan a ciudadanos españoles alrededor de 170, financiadas por los gobiernos de EE UU y España: los becados entran en territorio estadounidense con un visado especial que, finalizado el programa, les obliga a volver y quedarse en España durante dos años. “El objetivo es devolver al país con tu talento parte de lo que te ha estado financiando”, explica López San Miguel.
Fundación La Caixa
La Fundación La Caixa tiene cuatro tipos de becas, aunque las más históricas son las de posgrado en el extranjero, que nacieron en 1982, tal y como explica Emilia Jordi, directora del Área de Becas de la Fundación “la Caixa”. Estos programas se dirigen a estudiantes universitarios brillantes que quieran realizar sus estudios en el extranjero. La dotación económica para estos es de 100.000 euros y cubre una duración máxima de 24 meses; la beca de doctorado asciende a 157.200 euros repartidos en cuatro años, mientras la de posdoctorado, de tres años, alcanza los 305.100 euros. En la convocatoria de 2023, la fundación ha recibido 1.055 solicitudes de posgrado en el extranjero (de ciudadanos españoles y portugueses), pero cada año se otorgan solo 100 becas para este programa.
Beca Marie Skłodowska-Curie
Esta ayuda de la Comisión Europea está dirigida a la financiación de programas de doctorado y formación posdoctoral en las mejores instituciones educativas. Está abierta a todos los ámbitos de investigación y financia el desarrollo de proyectos colaborativos en todo el mundo. Algunas se llevan a cabo en países asociados de la UE y duran entre uno y dos años; otras son becas globales para estancias fuera de Europa, y tienen una duración de entre dos y tres años. Entre estas destacan las posdoctorales, ayudas otorgadas a investigadores para ser empleados por una organización. Si bien mucho depende de la zona en la que deciden desarrollar su programa, los becados suelen recibir un sueldo estimado de unos 5.000 euros mensuales. La UE cubre el 100% de los costes.
Erasmus +
Por último, pero no menos importante, el programa histórico de la Unión Europea, el Erasmus +, que desde su puesta en marcha en 1987 ha permitido (hasta 2022) vivir una experiencia en el extranjero a más de 13 millones de personas, aunque los más numerosos son los alumnos de grado. Las becas permiten una estancia de hasta un año en varios destinos dentro y fuera los confines de la Unión Europa. También en este caso, la dotación económica depende del país de destino, pero varía entre los 210 y los 310 euros al mes, que puede complementarse con otras ayudas adicionales ofrecidas por la Universidad.