Asoma el ‘campus de las artes’
Un nuevo proyecto de ley adecua las enseñanzas artísticas superiores al marco europeo y las equipara a los diplomas universitarios
El pasado abril, el Gobierno daba luz verde al Proyecto de Ley de Enseñanzas Artísticas (EA) que regula los estudios superiores de estas disciplinas y establece la organización y equivalencia de las enseñanzas artísticas profesionales. El texto incorpora también la autonomía pedagógica y organizativa de los centros, que podrán asociarse entre sí para crear los llamados campus de las artes.
El documento desarrolla un marco nor...
El pasado abril, el Gobierno daba luz verde al Proyecto de Ley de Enseñanzas Artísticas (EA) que regula los estudios superiores de estas disciplinas y establece la organización y equivalencia de las enseñanzas artísticas profesionales. El texto incorpora también la autonomía pedagógica y organizativa de los centros, que podrán asociarse entre sí para crear los llamados campus de las artes.
El documento desarrolla un marco normativo básico que homologa las enseñanzas artísticas superiores al Espacio Europeo de la Educación Superior, equiparándolas a las universitarias; y las enseñanzas artísticas profesionales al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. Es decir, al nuevo sistema de Formación Profesional, abriendo también la posibilidad del reconocimiento y acreditación de estas competencias a los trabajadores del sector. Sin embargo, “la equiparación de las titulaciones de enseñanzas artísticas superiores a las universitarias en realidad no es una novedad del proyecto de Ley de Enseñanzas Artísticas, pues es una realidad que data de la LOGSE de 1990″, comenta Pablo Iglesias Simón, director de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y presidente de la Asociación de Centros Superiores de Enseñanzas Artísticas (ACESEA).
La Ley Orgánica 1/1990 sobre la Ordenación General del Sistema Educativo ya enmarcó las enseñanzas artísticas dentro del nuevo sistema educativo, de pleno derecho. En su articulado apunta que “las enseñanzas artísticas tendrán como finalidad proporcionar a los alumnos una formación artística de calidad y garantizar la cualificación de los futuros profesionales de la música, la danza, el arte dramático, las artes plásticas y el diseño”. Además, establece por primera vez de forma oficial la equiparación de sus títulos con las licenciaturas universitarias en el caso de la música, la danza y el arte dramático; o con los de diplomado, en el caso de los estudios de conservación y restauración de bienes culturales, diseño u otras especialidades que pudieran crearse en el ámbito de las artes plásticas. Para las enseñanzas superiores de arte dramático, danza y música, esta ley contemplaba la posibilidad de organizar estudios de tercer ciclo mediante convenio con las universidades.
Amplias mejoras
El proyecto de ley, pendiente de tramitación parlamentaria, “potencia, entre otros aspectos, el desarrollo de la creación y la investigación en los centros; la autonomía para el diseño de grados, másteres y pruebas de acceso; la equiparación de los estudiantes a los universitarios en cuanto al acceso a becas y ayudas o la especificidad, y diferenciación de los cuerpos de enseñanzas artísticas superiores y profesionales”, según Iglesias Simón. Coincide Víctor Estapé, director académico del Conservatorio del Liceo de Barcelona, quien valora positivamente este nuevo marco en la medida en que “reconoce explícitamente la capacidad investigadora de los centros superiores de EA y otros aspectos que antes parecían estar restringidos al ámbito universitario”. Asimismo, prosigue, “representa un apoyo importante y necesario a los estudios reglados de nivel medio, que son esenciales en las enseñanzas de música por el gran nivel de preparación necesaria para acceder a estudios superiores”.
El perfil del alumnado que forma parte de RESAD lo integran 356 estudiantes, con edades comprendidas, en su mayoría, entre los 18 y los 24 años. “Nuestros estudios, como el resto de las enseñanzas artísticas superiores, tienen un fuerte componente práctico y la gran mayoría acaban trabajando en el sector profesional creativo”, explica Iglesias Simón, su director.
Investigación y docencia
En el caso de este Real Conservatorio, los estudiantes dirigen su vocación hacia la dirección escénica, la escritura y la adaptación teatral, de ficción televisiva o cinematográfica; el diseño de escenografía, vestuario, iluminación o vídeo para teatro, ópera, música, televisión, cine o espectáculos en vivo de naturaleza diversa, o la actuación en teatro, cine, televisión o las múltiples plataformas de streaming. “También les preparamos para que puedan desarrollar una labor de docencia e investigación en nuestras disciplinas”, agrega.
El alumnado del Conservatorio del Liceo de Barcelona posee un perfil variado, “como lo es la expresión musical en nuestro tiempo”, comenta su director académico. En el caso de la interpretación o la creación, las tendencias van desde la música clásica, tradicional o flamenco hasta el jazz y la música moderna. Las salidas profesionales pueden ser las más tradicionales, pero también pueden estar relacionadas con proyectos personales más difíciles de clasificar. “También hay graduados que eligen otras profesiones, como la gestión cultural o el periodismo musical. Músicos que no se dedicarán a la interpretación, pero para los que su formación musical superior será esencial para poder ejercer otras profesiones relacionadas con la cultura”, apunta Víctor Estapé.
Por su parte, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, “el alumnado en los estudios de Grado suele haber cursado estudios profesionales en conservatorios profesionales de Música o centros autorizados para ello. Son alumnos interesados en el mundo del arte y, en concreto, en los lenguajes musicales”, explica su directora, Consuelo de la Vega. En la actualidad, “hemos ampliado las áreas de formación musical con especialidades como Sonología o las próximas especialidades de Flamenco y Jazz, que se impartirán en nuestro centro y que esperamos puedan ponerse en marcha muy pronto”, anuncia.
Los másteres que se imparten en este centro madrileño, que habilitan a continuar con estudios de doctorado, se sustentan en los siguientes pilares: el estudio e investigación de la música española, que incluye el Máster de Interpretación e Investigación Performativa de la Música española y el Máster de Interpretación de la Música Antigua e Investigación y Recuperación Sonora del Patrimonio Ibérico; la adquisición de competencias sobre un perfil laboral muy concreto, que comprende el Máster de Interpretación Sinfónica, Máster de Didáctica del Lenguaje Musical y Máster de Pianista acompañante y Repertorista, y, por último, la atención y desarrollo de la música actual y de la implicación de las nuevas tecnologías en ella, con el Máster de Nuevas Tecnologías de la Música Actual: Creación e Interpretación, destinado a compositores e intérpretes. “Son titulados de grado, muchos de ellos profesionales en ejercicio, que desean profundizar en su formación a través de la especialización que estos estudios ofrecen en las seis titulaciones diseñadas en el Real Conservatorio”, asegura De la Vega.
Entre el alumnado del Conservatorio Superior de Danza de Alicante está “el formado por alumnado joven que accede desde academias y conservatorios profesionales de danza y profesionales de la danza que, tras desarrollar una carrera activa, deciden adquirir una formación superior y así adquirir una metodología con la que transmitir su experiencia”, indica su director, Manuel Manzanaro. Respecto a las salidas profesionales, “un alto porcentaje del alumnado titulado en nuestro centro accede al mercado laboral, ya sea en academias privadas, escuelas municipales, pero también en conservatorios profesionales y superiores”, apunta.
Alumnado con potencial europeo
El alumnado de los centros de enseñanzas artísticas superiores tiene mucha movilidad, lo que favorece una importante presencia en la Unión Europea. El director de RESAD comenta que “el Programa Erasmus+ permite hacer estancias y proyectos comunes con otros centros de enseñanzas artísticas superiores y con facultades universitarias extranjeras, tanto de estudiantes como de profesorado o de personal de administración y servicios. El Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) es el organismo que gestiona el programa Erasmus+ en España y subvenciona las movilidades”. Una experiencia de enriquecimiento que, como asegura Consuelo de la Vega Sestelo, les permite “ser un centro activo en la Unión Europea y estrechar lazos con los países del centro y sur de América, con los que compartimos la misma lengua”.