Getafe rechaza un “pelotazo inmobiliario” que aumentaría de 10.000 a 76.000 los habitantes en Perales del Río
El Ayuntamiento no admite a trámite una solicitud para recalificar 600 hectáreas en las que una gestora de cooperativas planea levantar casi 22.000 viviendas por ir “en contra de un crecimiento equilibrado y sostenible”
“En el sur de Madrid se gesta un proyecto que marcará un antes y un después en el urbanismo del siglo XXI”. Así arranca un publirreportaje publicado a finales de diciembre, que dibuja un proyecto “pionero y ambicioso” para “transformar la Comunidad con viviendas asequibles, soluciones sostenibles y una ciudad inteligente”. El desarrollo se sitúa en las fincas El Verdegueral y La Nava del ...
“En el sur de Madrid se gesta un proyecto que marcará un antes y un después en el urbanismo del siglo XXI”. Así arranca un publirreportaje publicado a finales de diciembre, que dibuja un proyecto “pionero y ambicioso” para “transformar la Comunidad con viviendas asequibles, soluciones sostenibles y una ciudad inteligente”. El desarrollo se sitúa en las fincas El Verdegueral y La Nava del barrio de Perales del Río, que colinda con Madrid pero dista 12 kilómetros del municipio al que pertenece, Getafe (202.057 habitantes). Allí, junto al Parque Regional del Sureste, se plantea levantar 21.785 viviendas, con “servicios públicos adecuados”, una “gestión de residuos sin emisiones” y zonas verdes elevadas que permitirán a los nuevos vecinos, 66.000, “desplazarse en patinete o bici sin cruzarse con coches”, según promete el impulsor de este edén, TAU Gestión Cooperativas, con apoyo financiero de Dunas Real Estate y técnico del estudio Geres 30. Por tener, tiene hasta “IA generativa con perspectiva de género”, metro, ciudad deportiva y una “universidad de FP”. Pero lo que no tiene es permiso para convertirse en realidad.
El Ayuntamiento ha rechazado la propuesta de ordenación de 600 hectáreas urbanizables ―cuatro veces más que el actual Perales y la mitad de Getafe― que pedían calificar de residenciales, presentada por TAU como gerente de la comisión gestora de El Verdegueral y La Nava. Tras un informe negativo de la Concejalía de Urbanismo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, la Junta de Gobierno le dio carpetazo el miércoles al “no alcanzar el 50% de propiedad del suelo” que se requiere para que sea obligada su tramitación. “Dicen que llegan al 48%, pero no hay contratos de compra sino declaraciones de intenciones”, explica la alcaldesa, Sara Hernández (PSOE).
“Es un pelotazo inmobiliario fuera de todo sentido común que recuerda a errores como la urbanización del Pocero en Seseña. Es urbanismo ficción, sin un planteamiento serio de cómo obtendrían los servicios, sin estudios ni un mínimo rigor en la viabilidad económica. Lo que venden es humo, un barrio idílico sobre el papel que en realidad es un engaño”, sentencia Hernández, que advierte a los promotores un rotundo “así, no, ni ahora ni nunca”.
Hernández explica que atenta contra su proyecto municipal, basado en un crecimiento sostenible, ordenado y equilibrado, que mantenga la actual proporción 50-50 entre suelo residencial (1.217 hectáreas) e industrial (1.782), lo que permite que sea un lugar “para vivir y para trabajar” y no una triste ciudad dormitorio. Además, “no responde a las necesidades de Getafe, donde la demanda real es de 4.500 viviendas y hay 5.000 en cartera”, sino que se plantea como continuación de los desarrollos del este de Madrid, de Los Cerros a Valdecarros.
Para la alcaldesa, la “vivienda protegida es una prioridad” frente a un proyecto que “solo contempla el 50% ―por ley el mínimo es el 40%― y “un tercio, chalés”. Además de que supondría entregar todo el suelo urbanizable del municipio, sería multiplicar por siete la población de la pedanía, de 10.000 a 73.000 habitantes, lo que “agravaría sus actuales problemas de movilidad”, sin metro ni cercanías.
Miguel Ángel Moratalla, director general de TAU, defiende su idea y asegura que no tiene “nada que ver” con la descripción del Ayuntamiento. “No entiendo nada, que se haya rechazado alegremente sin un análisis exhaustivo, con el problema tan grave de vivienda asequible que tenemos, estamos locos”, dice al conocer la noticia, que no le ha sido comunicada oficialmente. “Es un proyecto inmejorable, con un urbanismo innovador que sigue los postulados de la ciudad de los 15 minutos y para el que tenemos a 8.000 familias apuntadas. Si la pega es el porcentaje de vivienda protegida, lo aumentamos, pero estamos ofreciendo precios de coste, 550 euros el metro cuadrado de suelo en protegida y 650 en libre. No somos especuladores, somos cooperativistas”, subraya.
“Llevamos ocho meses de trabajo, cuatro informes técnicos y más de 14 arquitectos e ingenieros implicados y ocho meses detrás del Ayuntamiento, que se ha negado a recibirnos”, lamenta Moratalla, al tiempo que ofrece “variar todo lo que haya que variar”. El también gerente de la gestora detalla que se haría en cuatro fases y que ya desde la primera se contempla una planta de residuos “de patente propia, sin chimeneas, que convertirá el 95% de la basura en agua y energía” y una mejora de la movilidad que incluye desdoblar la M-301, recuperar la carretera de la Vereda ―a lo que se niega el Ejecutivo madrileño por ser vía pecuaria― y un metro del que se habla desde 2005 pero que, a día de hoy, es una quimera: se está ampliando la L-3 de Villaverde a El Casar, la parada anterior a la proyectada en Perales, que fue descartada por el Gobierno regional en 2008. “En Metro me aseguran que se hará y la carretera la tengo seguro”, sostiene, en cambio, el gerente.
Moratalla admite que su idea “está en un estado tan embrionario en el que es absurdo decir que no” y que le faltan “los 16 informes sectoriales que se pedirán de ser aprobada”. “Si no se puede hacer por razones técnicas, porque la Confederación Hidrográfica diga que no, pues no se hace, pero no es de recibo que se descarte por razones arbitrarias”, critica. Niega que sean chalés, sobre todo si no viviendas de dos y tres dormitorios para venta y alquiler baratos en bloques de seis plantas y un bulevar con guarderías, biblioteca, supermercados... “Todo esto son puestos de trabajo”, recalca, para asegurar que sí que cumplen con todos los requisitos y que tienen ya “el 55% del suelo con contratos firmados”. “Pelearemos. Volveremos a presentarlo”, promete.
Los que más lamentan la negativa son las inmobiliarias. “El barrio sufre una grave escasez, con precios cada vez más altos. La construcción de 21.000 viviendas habría supuesto un alivio. Sin nuevas viviendas, corre el riesgo de estancarse y de convertirse en inaccesible”, explica Carlos Dos Santos, director de la oficina local de Redpiso. “El metro cuadrado construido está a 2.500 euros, como Villaverde, Vallecas y Vicálvaro, y llegará a 3.000 en verano”, advierte.
Las asociaciones vecinales están divididas. Para Nicanor Briceño, de la más antigua, “es un sueño, lo mejor que le podía pasar a Perales para dejar de ser un barrio tercermundista y para que los jóvenes tengan dónde ir”. Sin embargo, Ángel Castiblanque, coordinador de la Asamblea Vecinal, es cauteloso a la espera de conocer más detalles. “Militamos en un modelo de urbanismo participado, que apueste por la vivienda de protección oficial, joven y de alquiler”, explica, justo lo que no hay en Perales. Y justo lo que aseguran perseguir los promotores, en contra del dictamen del Ayuntamiento.
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