La línea 11 de metro se prolongará más para convertirse en “la gran línea diagonal de Madrid”
A la ampliación de 6,3 kilómetros anunciada el año pasado se suman ahora otros 18,7. Crecerá por el sur a Cuatro Vientos, por el centro a Mar de Cristal y por el norte a Valdebebas, conectando con Atocha y Barajas
El Gobierno de Madrid ha anunciado este lunes una prolongación “más ambiciosa” de lo inicialmente previsto de la línea 11 de metro, que crecerá hacia el centro, el norte y el sur con el fin de convertirla en “la gran línea diagonal de Madrid”. Se trata, según la han descrito el vicepresidente, Ignacio Aguado, y el consejero de Transportes, Ángel Garrido, de “un nuevo eje de movilidad”, de la “gran línea vertebradora de metro”, que atravesará la capital de suroeste a nordeste, uniendo Cuatro Vientos con...
El Gobierno de Madrid ha anunciado este lunes una prolongación “más ambiciosa” de lo inicialmente previsto de la línea 11 de metro, que crecerá hacia el centro, el norte y el sur con el fin de convertirla en “la gran línea diagonal de Madrid”. Se trata, según la han descrito el vicepresidente, Ignacio Aguado, y el consejero de Transportes, Ángel Garrido, de “un nuevo eje de movilidad”, de la “gran línea vertebradora de metro”, que atravesará la capital de suroeste a nordeste, uniendo Cuatro Vientos con Mar de Cristal y con Valdebebas. El coste de la inversión se estima en unos 1.600 millones de euros y el horizonte para el final de las obras, que se harán por fases con inicio en 2022, es el año 2026.
En la actualidad, la línea 11, inaugurada en 1998, discurre entre las estaciones de Plaza Elíptica en Madrid y La Fortuna en Leganés, con siete paradas a lo largo de 8,5 kilómetros. Es la más corta del suburbano y solo tiene conexión con la línea 6 en Plaza Elíptica. Cuando concluyan las obras, tendrá 33,5 kilómetros y 21 estaciones, dos de ellas nuevas, conectará 11 de las 12 líneas que tiene metro y unirá siete intercambiadores de transporte ―Cuatro Vientos, Plaza Elíptica, Atocha, Conde de Casal, Mar de Cristal, Valdebebas-Ciudad de la Justicia y Aeropuerto T-4―. De los 19.900 viajes diarios que soportaba tal día como hoy hace un año, se pasará a una demanda estimada de 250.000, más de 12 veces más, lo que la colocaría como la quinta más usada, a la altura de la 3 y la 5 (255.00) y por detrás de la 6 (434.00), la 1 (345.000) y la 10 (296.000). Es el proyecto estrella de los 117 planes que la Consejería de Transportes ha presentado para hacerse con financiación del Fondo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea.
En realidad, el anuncio hecho este lunes a bombo y platillo no es nuevo, ya que una parte sustancial de esta obra estaba presentada y en marcha sobre el papel, aunque las máquinas aún no han entrado a trabajar. En julio de 2019, el Gobierno de Madrid, entonces en funciones, avanzó que retomaba el viejo y ansiado plan de ampliación de esta línea, que llevaba paralizado desde 2008 y que haría de la línea una M-40 del metro, al enlazar las líneas periféricas y desatascar la línea 6, la más usada de la red. El proyecto, con un coste de unos 300 millones de euros, suponía hacerla crecer en 6,3 kilómetros y cinco paradas, hasta Conde de Casal. La prolongación incluía una nueva estación en Madrid Río.
En diciembre de 2019, se detalló que la obra contemplaba la construcción de otra nueva estación, Comillas, en el distrito de Carabanchel. La ampliación, que por aquel entonces ya ascendía a 410 millones, implicaba conectar a la 11 con la 3 en Palos de la Frontera; con la 1, con el Cercanías y con AVE, larga y media distancia de Renfe en Atocha Renfe; y con la 6 y los autobuses interurbanos que dan servicio al corredor de la A-3 en un nuevo intercambiador en Conde de Casal. Los trabajos de planificación se han realizado a lo largo de este año y las obras, que está previsto que duren 45 meses, no han empezado todavía. Mientras tanto, la cuenta ha subido ya a 550 millones.
Este lunes, se han sumado 18,7 kilómetros más a lo ya previsto, con un presupuesto que escala a los 1.600 millones. “Se trata de añadir una pata hacia el sur, hacia Cuatro Vientos, con el fin de enlazar con el Cercanías en Atocha y descargar la 10; de alargar el tramo central desde Conde de Casal a Mar de Cristal, lo que permitirá evitar trasbordos; y de agregar un tramo norte con llegada a Valdedebas”, resume un portavoz de Transportes, que aclara que ya no se realizará el ramal de la línea 8 desde Campo de las Naciones anunciado el pasado julio. “Es una solución alternativa, que permite llevar el metro a Valdedebas desde Mar de Cristal pasando también por la Ciudad de la Justicia, pero añadiendo la T4 del aeropuerto”, detalla el portavoz.
La obra se hará por fases. “El más avanzado es el tramo a Conde de Casal, en el que se prevé que las máquinas empiecen a trabajar en 2022. A lo largo de ese año arrancará también el de Mar de Cristal a Valdebebas”, mientras que la parte de Cuatro Vientos comenzará en 2023 y la última, el tramo central, ya en 2024. “Según este calendario, la línea estaría completada a lo largo de 2026″, fecha en la que deben completarse los proyectos candidatos al fondo europeo para superar la crisis de la covid-19.
Así, en el tramo el sur, la línea se extenderá desde La Fortuna hasta Cuatro Vientos, lo que completará el trazado de Plaza Elíptica a Conde de Casal. En total, 18,3 kilómetros. El tramo central, de Conde de Casal a Mar de Cristal, tiene conexión prevista en las estaciones de Vinateros, La Elipa, Pueblo Nuevo y Arturo Soria y Transportes promete que “se estudiarán posibles nuevas paradas intermedias”. En total, ocho kilómetros y conexiones con la 2, 4, 5, 7, 8 y 9.
Por último, el tramo norte, de 7,2 kilómetros, unirá Mar de Cristal con la nueva estación de Ciudad de la Justicia ―que actuará como intercambiador con la estación de Cercanías de Valdebebas―, con la de Aeropuerto T-4 y con una nueva estación en la zona norte de Valdebebas. “Este tramo garantiza la llegada de Metro a los nuevos desarrollos de la zona nordeste, con infraestructuras clave como el nuevo hospital Isabel Zendal, la futura Ciudad de la Justicia, la ampliación de Ifema o el aeropuerto”, destaca la consejería. Los primeros habitantes llegaron a este desarrollo de 10 millones de metros cuadrados en 2013. Ahora son ya 20.000 vecinos, a los que Ciudadanos prometió el metro en su programa electoral.
“La diagonal va a contribuir a vertebrar aún más la red”, ha destacado Aguado tras visitar a los alumnos en prácticas en los talleres del suburbano. Junto a él, Garrido ha augurado que será la línea “de mayor potencial”. “Su configuración transversal la perfila como la más atractiva, es coherente con la evolución de la red y da respuesta a las necesidades de los madrileños, reduciendo el tiempo de viaje, minimizando transbordos y descongestionando otras líneas”, ha subrayado.
Lo más destacable del plan, según Transportes, es que “se descentralizará la movilidad”, al evitar el paso obligado por las áreas centrales de Madrid, y mejorará la conexión de zonas como el PAU de Carabanchel o Valdebebas, “con una alternativa más directa y menos transbordos”. El proyecto servirá también para “descargar la 6 y 10″, al tiempo que “impulsará la intermodalidad”. Además, creará una nueva conexión con el AVE de Atocha, usado por más de 30 millones de viajeros al año, y una conexión más rápida entre esta estación y el aeropuerto.
Este proyecto aguarda en maná europeo. La consejería espera recibir cerca de 5.000 millones para este y otros 116 planes, entre ellos las prolongaciones de la línea 3, que conectará Villaverde con Metrosur por la estación de El Casar; y de la 5, de Alameda de Osuna hasta la nueva terminal del aeropuerto. Y si la línea 11 no entra en el fondo de recuperación, ¿se hará? “Nos sorprendería que no obtuviera fondos, ya que cumple todos los requisitos: es una obra estructural, de transformación ecológica, un proyecto maduro pero sin iniciarse las obras, tiene como fin la cohesión territorial y social...”, enumera el portavoz de Transportes, que indica que para completar su coste se pedirán fondos FEDER.