Madrid limita los aforos en reuniones y eventos sociales y cambia las distancias de seguridad en hostelería
Los nuevos límites entrarán en vigor el próximo lunes
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A partir del próximo lunes en Madrid no se permitirán las reuniones de más de 10 personas no convivientes en el ámbito público ni en el privado; se reduce el aforo en las instalaciones funerarias de un 75% a un 60% y el número máximo de personas en entierros y cremaciones será de 50 personas al aire lib...
Nota a los lectores: EL PAÍS ofrece en abierto la información esencial del coronavirus durante la pandemia. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscríbete aquí.
A partir del próximo lunes en Madrid no se permitirán las reuniones de más de 10 personas no convivientes en el ámbito público ni en el privado; se reduce el aforo en las instalaciones funerarias de un 75% a un 60% y el número máximo de personas en entierros y cremaciones será de 50 personas al aire libre y de 25 en espacios cerrados. Esa es también la reducción para actividades de culto como misas, bodas, bautizos y comuniones; y después, si se celebra, no podrá haber más invitados que los que quepan en el 60% del aforo total del establecimiento donde se haga y no podrá haber aperitivo ni cóctel ni barra libre ni baile. La comida y la bebida tendrán que consumirse sentados. En bares y restaurantes se restringe la barra al 50%, mientras que en el interior el límite queda como hasta ahora, en un 75%; y en terraza, la medición de la distancia de metro y medio de seguridad se hará desde las sillas de cada mesa o agrupación de mesas y no desde las mesas, como hasta ahora.
Estas son algunas de las nuevas restricciones que Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de Madrid, ha anunciado este viernes ante la expansión creciente del virus en la Comunidad, que vuelve a ser el centro de la pandemia en España. Es la que más casos registra, 1.200 notificados según el Ministerio este jueves y 2.859 incorporados a la serie histórica en las últimas 24 horas; es también la que más ingresos sigue teniendo en sus hospitales, 407, y la que más muertos contabiliza, 73, en la última semana. En los últimos siete días ha informado de 22 brotes y ya hay 225 pacientes críticos en las unidades de cuidados intensivos.
Con esas cifras, crecientes desde el pasado julio, el Gobierno de Díaz Ayuso toma ahora decisiones que se revisarán cada 15 días y la continuidad se producirá “bajo el criterio de la Dirección General de Salud Pública”, ha explicado el consejero: “Es un momento marcado por el aumento de casos, la vuelta al colegio, a las universidades y al trabajo, lo que implica mayor movilidad y mayor uso del transporte público”.
Aunque ha asegurado que han desarrollado planes para cada uno de esos ámbitos, no ha especificado ninguno de ellos más allá de lo ya conocido. En el transporte público, por ejemplo, se ha remitido a la responsabilidad individual del uso de mascarilla, el número de viajeros por metro cuadrado, la restricción de comer y beber (que ya existía antes de la pandemia) o aumentar la frecuencia de algunos trenes; sin concretar cuáles ni a partir de cuándo: “Estas decisiones estarán ligadas a la operación retorno”. Una operación que comenzó el pasado martes, 1 de septiembre.
Salud pública, primaria y hospitales
Más allá de las restricciones para la población, cuyo incumplimiento podrá conllevar sanciones desde los 600 hasta los 300.000 euros, dependiendo del tipo de infracción, según ha explicado la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, las medidas que ha anunciado Ruiz Escudero también pasarán, cuando lo hagan, por salud pública y atención primaria.
El consejero ha asegurado que la Comunidad está haciendo alrededor de 150.000 PCR a la semana, aunque las cifras que la propia Consejería manda al Ministerio no corroboran esa información —en la semana del 21 al 27 de agosto, la última con datos, fue de 99.828—; ha asegurado que podrían contar más de 1.000 rastreadores, “siempre que sean necesarios”, sumados a los 150 del Ejército que puso a disposición el Gobierno central; ha informado de la compra de dos millones de test rápidos de antígenos que estarán disponibles la semana que viene y que Antonio Zapatero, viceconsejero, ha dicho que son “interesantes” para aplicar en “atención primaria y residencias, por ejemplo”. También Zapatero ha contado, sin delimitar fecha, que la Comunidad pondrá en marcha en breve test “múltiples de gripe y covid” para “poder descartar” una y otra infección.
Una situación que también agudizó las carencias en los hospitales, para los que el consejero ha recordado “los planes de elasticidad” con los que ya cuentan los centros —protocolos que pergeñaron ellos mismos poniendo sobre papel todas las medidas y decisiones que tuvieron que tomar a contrarreloj cuando en marzo el virus llegó como un tsunami—; el hospital de pandemias que se está construyendo con un presupuesto inicial de 50 millones de euros; y el hotel Ayre Gran Colón, ya habilitado para cuarentenas y descanso de los profesionales que no puedan desplazarse a sus domicilios por el riesgo de contagio, y la previsión de abrir otros en función de las necesidades.
En los centros de salud, Escudero ha advertido de un “cambio profundo que impliquen transformaciones organizativas y retributivas y un plan de acción que siga mostrando un compromiso con la primaria”. En Madrid, la primaria lleva años sufriendo mermas en sus recursos materiales y recortes en sus plantillas, con ratios de pacientes por profesional por encima de la media española y condiciones laborales que ellos califican de “vergonzosas”; desde el inicio de la pandemia apenas han visto reforzadas esas plantillas con algo más de un centenar de profesionales y los especialistas llevan medio año advirtiendo que la precariedad a la que ya estaban sometidos se ha recrudecido con la llegada de la covid-19.
Isabel Díaz Ayuso: "Las medidas son dolorosísimas y durísimas"
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya avanzó a primera hora de la mañana que las medidas restrictivas para contener la ola de la covid-19 que anunciará hoy mismo su Gobierno son “dolorosísimas” y “durísimas” de adoptar y, aunque ha evitado entrar en el detalle, ha descartado, al igual que hizo la víspera Sanidad, un cierre de la región, al tiempo que ha negado que detrás de esas medidas estén las presiones de otras comunidades, tras ser calificada Madrid de “bomba radioactiva vírica” por parte de Castilla-La Mancha.
Entrevistada en RNE, Ayuso ha admitido que estos pasos atrás en el desconfinamiento perjudicarán a muchos sectores, pero ha prometido ayudas, sin ahondar en qué consistirán. Ayuso ha asegurado que lo que ocurre en Madrid, que concentra más de un tercio de todos los positivos de España, es lo mismo que “está ocurriendo en todas las capitales europeas”, a pesar de que las abultadas cifras de la capital española no se pueden comparar con ninguna otra. El covid “crece con la movilidad” y en eso “las grandes capitales son mucho más vulnerables”.
En París, por ejemplo, la tasa de incidencia [PCR positivas por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días] es de 114,18; en Madrid, de 211,09. Londres, que está cerca con 446,5, no es la región más afectada de Reino Unido, como sí lo es Madrid dentro del territorio de España. Y Alemania, este jueves, en todos sus länders, reportó 1.311 casos, según datos del Ministerio de Sanidad; el país tiene una incidencia acumulada de 19,4. Este mismo jueves, Madrid notificó al Ministerio 1.200 e incorporó a su serie histórica 2.859 casos positivos.
“Sanidad descarta un cierre, nosotros también”, ha señalado Ayuso, que ha dicho que, de momento, se van a aplicar estas medidas. En un equilibrio imposible, ha apelado a la “responsabilidad individual” para frenar la ola pero ha llamado a seguir saliendo, comprando y consumiendo porque “la inmensa mayoría de comercios, tiendas, restaurantes y aulas están poniendo mecanismos, son lugares seguros”. A Ayuso le preocupa especialmente el centro de Madrid, que está en una “situación crítica”, por lo que ha animado a la población a ir al centro “cuidando los aforos y siguiendo las recomendaciones”. El virus sigue ahí, pero “tenemos que volver al trabajo y a clase y cuidarnos entre nosotros, es inevitable que haya contagios pero tenemos que evitar que vaya a más y, mientras tanto, recuperar normalidad”, ha reclamado.
¿Toma estas decisiones presionada por las comunidades limítrofes, que se quejan de que su mala situación viene dada por la de Madrid? “No, son medidas que se estudian con mucho tiempo y llevamos semanas trabajando en ellas”, ha respondido la presidenta, que se ha mostrado dolida por los reproches de otros gobiernos. “En España no hay ninguna comunidad radioactiva, yo jamás habría dicho eso de Aragón o Cataluña en verano”, le ha echado en cara a Emiliano García-Page, a quien ha dicho que en medio de esta crisis “no hay que hablar de terruños sino de España”. “Si Andalucía o Asturias necesitan material ideas o consejos, siempre se los daré y no haré comentarios que puedan ofender a los españoles”, ha concluido.
Sobre la conferencia de presidentes de hoy, se ha mostrado conciliadora y ha señalado que “va a versar sobre la vuelta al colegio”. “Quiero pedir una reunión entre la Comunidad de Madrid el el Gobierno de España, aún no nos hemos sentado y Madrid es una España dentro de otra”, ha reclamado a Pedro Sánchez, a quien ha pedido “claridad normativa y un marco común” así como la extensión del fondo extraordinario no reembolsable al año que viene. Si no, los profesores que se contraten ahora “se podrían quedar en el camino a mitad de curso si no hay más fondos”. De momento, en Madrid los profesores de refuerzo solo tendrán cuatro meses de contrato.
En la capital, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha descartado imponer límites más severos en los distritos de la ciudad más afectados, los del sur. Preguntado este viernes por la prensa, Almeida ha dicho que Madrid no tiene sentido adoptar medidas parciales debido a la intensa movilidad en la capital. Puente de Vallecas, Usera o Carabanchel han sufrido el mayor golpe de la segunda ola, con tasas de contagios que superan los 1.000 enfermos por covid-19 en las últimas dos semanas. "Madrid no es una ciudad que se pueda segmentar ni es una ciudad que se pueda compartimentar", ha dicho Almeida tras un acto la mañana de este viernes. "No son esos distritos del sur, son todos los distritos de Madrid en los que hay que tomar medidas de restricción".
La Comunidad de Madrid también ha descartado cerrar distritos de la capital y adoptar medidas tan severas como el cierre de la hostelería. El viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, dijo la semana pasada que esas restricciones son más efectivas en municipios pequeños como Tielmes, donde los bares cerraron a mediados de agosto, informa Fernando Peinado
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