Coctelería mexicana en casa y una joya escondida junto al Museo Geominero

Han comenzado a abrir restaurantes con limitaciones de aforo pero no de imaginación. Y los que todavía no tienen fecha de apertura exploran nuevos canales para dar salida a sus negocios. Aquí dos opciones gastronómicas muy diferentes pero ideadas con el mismo fin: el disfrute en compañía.

Festín mexicano en casa. Cuando el covid-19 le obligó a cerrar sus locales, el cocinero Roberto Ruiz dejó de lado la sofisticación de los platos de Punto MX que le habían proporcionado la primera estrella Michelin europea a un restaurante mexicano y regresó a la cocina popular de su país para of...

Han comenzado a abrir restaurantes con limitaciones de aforo pero no de imaginación. Y los que todavía no tienen fecha de apertura exploran nuevos canales para dar salida a sus negocios. Aquí dos opciones gastronómicas muy diferentes pero ideadas con el mismo fin: el disfrute en compañía.

Festín mexicano en casa. Cuando el covid-19 le obligó a cerrar sus locales, el cocinero Roberto Ruiz dejó de lado la sofisticación de los platos de Punto MX que le habían proporcionado la primera estrella Michelin europea a un restaurante mexicano y regresó a la cocina popular de su país para ofrecerla a domicilio. “¿A quién no le gusta la cochinita pibil?”, dice. Se puso a elaborar algo cercano, honesto, con su calidad característica y creó el delivery MX Roberto Ruiz. Con él ofrece un menú para cuatro personas por 110 euros y otro para dos con guacamole con totopos, quesadilla de pollo, ocho tacos y dos cervezas mexicanas por 62, 80 euros. “Ahora llegamos a mucha más gente que antes con la lista de espera del restaurante”, cuenta. La carta se completa con siete tipos de tacos, diferentes quesadillas, tortillas frescas de maíz nixtamalizado, su clásico ceviche de vieiras y muchos cócteles.

Tal es la obsesión de Ruiz por tener las mejores materias primas que creó una huerta de nueve hectáreas en Navas de Oro (Segovia) para cultivar en ecológico los ingredientes mexicanos que no encontraba en España como la Hoja Santa o el chile chiltepín entre múltiples variedades. Y ahora los pone a la venta. “Como no tenemos decididas las aperturas de nuestros locales y no podemos darle salida al huerto, dentro de dos semanas vamos ofrecer cajas con nuestras frutas, verduras y chiles a través de nuestra web. Con un código QR compartiré videos de recetas e instrucciones”, explica. Mientras, continúa con su delivery, con el take away (para recoger en Ponzano, 76 previo encargo en el 661 895 879) y con el éxito de sus cócteles que llegan al domicilio con la mezcla embotellada y todos los ingredientes necesarios. “Los jueves y viernes hay gente que se pide un guacamole y siete margaritas. Nos han tomado de referencia para hacer fiestitas en casa. Y me alegra porque la cocina mexicana no es algo serio sino puro festivo”.

Un joya al descubierto. El Museo Geominero no solo esconde gemas en su interior, en sus alrededores también. En el número 5 de la calle Alenza ha reabierto El Ingrediente, uno de los restaurantes con la cocina más pequeña de Madrid. “Emplatamos fuera de ella porque dentro no cabemos”, dicen Miguel López y David Gutiérrez entre risas. Pero poca broma a su sorprendente propuesta gastronómica. Ninguno de los dos había estudiado cocina: uno era técnico de sonido y otro auditor. “Coincidimos trabajando en el restaurante Aire (ya cerrado) y como entre los dos lo hacíamos todo decidimos abrir nuestro propio local”, reconoce David. En 2016 inauguraron El Ingrediente. Y desde entonces no es extraño ver aquí a muchos cocineros de la capital disfrutando de sus raciones en sus días libres. “Antes atendíamos a un máximo de treinta y dos personas a la vez. En la fase dos solo podemos tener quince. Pero seguimos con el delivery y el take away que empezamos hace tres semanas y estamos muy contentos”, explican.

Su carta, tanto en el local como para llevar, está pensada para compartir. “Hay medias raciones de casi todo. Así se prueban más cosas”, explican. Aunque merece la pena regresar para degustarla en su totalidad. La base de muchos de sus platos son recetas de Robin Food, el cocinero y comunicador David de Jorge que salió encantado cuando les visitó. “Luego les damos una vuelta y nos las llevamos a nuestro terreno”, explica Miguel. Algunas han tenido tanto éxito que las mantienen intactas desde su inicio. Y no es para menos. Sucede con el arroz meloso de pato, naranja y crudité de verduras o con el foie mi-cuit que recibe cada miércoles Higinio desde Francia y se lo lleva para que lo mariden con destreza y sirvan con un chutney de manzana ácida. De su carta también destacan las sabrosas albóndigas “tex-mex” al mole de olla con guacamole y los aperitivos que sirven con pan de La Miguiña. Para el take away y delivery ofrecen un menú para dos personas por 37,90 euros que incluye cuatro medias raciones y un postre. La cocina no cierra de 13h a 23h, hay que reservar en el 911 375 972 y cualquier hora es buena para entrar en su mundo. El buen comer y la música siempre dan la bienvenida.