Me da la gana

El concepto de libertad de la señora Ayuso es tan simple como su ideario: ande yo caliente aunque llore la gente

La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, durante un acto de campaña del partido en Leganés.Alberto Ortega (Europa Press)

Lo saben las madres y los padres de adolescentes. Desde que empiezan a brotarle las plumas al pavo, o a la pava, comienzan a amenazarte con que a partir de las 0.00 del día que cumplan 18 años harán lo que les dé la gana. Nada nuevo, vale. La rebeldía, el matar al padre aunque sea a disgustos, forma parte del proceso de emancipación de las crías, por mucho que se te atrincheren en el nido y les pagues hasta el Satisfyer. Lo nuevo es que antes podías decirles, rezando para que no vieran el órdago, aquello de esta es mi casa, estas son mis normas y, si no te gustan, ahí está la puerta. Ahora, ni...

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Lo saben las madres y los padres de adolescentes. Desde que empiezan a brotarle las plumas al pavo, o a la pava, comienzan a amenazarte con que a partir de las 0.00 del día que cumplan 18 años harán lo que les dé la gana. Nada nuevo, vale. La rebeldía, el matar al padre aunque sea a disgustos, forma parte del proceso de emancipación de las crías, por mucho que se te atrincheren en el nido y les pagues hasta el Satisfyer. Lo nuevo es que antes podías decirles, rezando para que no vieran el órdago, aquello de esta es mi casa, estas son mis normas y, si no te gustan, ahí está la puerta. Ahora, ni eso, porque tras la puerta está el abismo del paro, la precariedad y, sí, el hambre. Así que ahí andamos muchas familias. En vilo. Intentando que no se rompa la cuerda con el tira y afloja entre egoísmo y responsabilidad, y derechos y deberes, cuando salta la presidenta madrileña con que la libertad es hacer lo que a ti te dé la gana y los demás que arreen.

El concepto de libertad de la señora Ayuso es tan simple como su ideario: ande yo caliente aunque llore la gente. Ella misma lo dice: en Madrid te deslomas a currar para vivir, pero después puedes tomarte una caña y hacer lo que te pete. Eso, si tienes curro, o, si aun teniéndolo, te sobran tres euros al día, no como esos pusilánimes que, aun currando, van a las colas del hambre. Sí, sí. Ya sabemos cómo es ella. Pero seguimos riéndole las gracias. Nos descojonamos vivos. Pero la idea del mundo bajo el chiste andante hiela la sangre. Hace 10 años hablé con el filósofo y economista José Luis Sampedro. Tenía 94 años, se sabía en las últimas, pero estaba más lúcido que nunca. “Vaya a un supermercado sin dinero y verá si es libre. La libertad es una cometa: vuela porque está atada a la responsabilidad de quien la maneja”, me dijo. Puede que a estas alturas de la reyerta, digo campaña, madrileña esté todo el papel vendido, pero yo lo tendría en cuenta.

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