Sumar se aferra a una posible reedición del Gobierno de coalición

España se asoma a un escenario de bloqueo, pero Sumar consigue unos resultados suficientes este 23-J para contribuir a que el bloque de las izquierdas resista y mantener opciones de revalidar el Gobierno de coalición con el PSOE. Yolanda Díaz se aferró a esta posibilidad en su discurso tras conocerse los resultados. Después de más de ...

España se asoma a un escenario de bloqueo, pero Sumar consigue unos resultados suficientes este 23-J para contribuir a que el bloque de las izquierdas resista y mantener opciones de revalidar el Gobierno de coalición con el PSOE. Yolanda Díaz se aferró a esta posibilidad en su discurso tras conocerse los resultados. Después de más de un año de trabajo desde que empezó a fraguar su proyecto, la formación liderada por la vicepresidenta segunda alcanzó este domingo los 31 escaños y un 12,30% de los apoyos (con más del 98% del voto escrutado). En el que es su primer examen en las urnas, la nueva coalición queda 0,7 puntos por debajo del 12,97% (35 diputados) cosechado por Unidas Podemos en noviembre de 2019, pero con la suma del bloque, la lectura interna pasa a un segundo plano y el balance en el cuartel general de Sumar era ayer más que positivo.

El histórico acuerdo entre 16 formaciones del ámbito de la izquierda, el ecologismo y el regionalismo, heredero del espacio de UP, consigue, por ahora, su principal objetivo: frenar la entrada de la derecha y la extrema derecha en el Gobierno. En un contexto muy complejo, lastrados por el ruido de las negociaciones para sellar la alianza entre organizaciones en una campaña polarizada entre los dos grandes partidos, los resultados consolidan una alternativa a la izquierda de los socialistas que tendrá que comenzar ahora las conversaciones para buscar conformar Gobierno y probar, a la vez, su viabilidad.

“La gente va a dormir hoy más tranquila. La democracia sale fortalecida de estos comicios”, celebró la vicepresidenta en una comparecencia ante los medios que regaló una imagen de unidad inédita hasta ahora. La de Díaz encima del escenario dispuesto en la sede del partido, junto a la líder de Podemos, Ione Belarra, el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, el máximo responsable de Más País, Íñigo Errejón, o la portavoz de Más Madrid en la Asamblea regional, Mónica García.

La titular de Trabajo anunció su intención de “ponerse a dialogar” desde este lunes “con todas las formaciones progresistas y demócratas para garantizar el Gobierno en España”. “Sumar tiene muy poco tiempo de vida. Creo que hemos hecho lo imposible”, quiso enfatizar también la vicepresidenta en un mensaje en clave interna.

Por partidos, Podemos, que aspiraba, como mucho, a obtener ocho escaños, consigue este 23-J cinco diputados. Estará en el Congreso su secretaria general, la responsable de Organización, Lilith Verstrynge (Barcelona), y los diputados por Murcia, Granada y Las Palmas. Tras una campaña en la que el papel de la formación fundada por Pablo Iglesias ha sido tímido y las voces críticas en su mayoría sofocadas, el reequilibrio de fuerzas a partir del lunes obliga a replantear la futura estrategia de esta fuerza política.

Después de años en una posición predominante, el partido queda ahora igualado a Izquierda Unida, cuyo máximo responsable, Alberto Garzón, dio un paso atrás y anunció en junio que no volvería a presentarse en las listas. IU logra también cinco escaños, los de Sevilla, Málaga, Córdoba, Tarragona y Valencia. Enrique Santiago, líder del PCE y portavoz parlamentario de la formación esta pasada legislatura, repetirá en las Cortes. También estará en el Congreso Íñigo Errejón por Más País y la plataforma de Díaz, Movimiento Sumar, obtiene 10 escaños.

La coalición liderada por Compromís en la Comunidad Valenciana logra cuatro, los mismos que sumaron en 2019 Unidas Podemos y la alianza entre Más País y la coalición valenciana. También en Cataluña, la candidatura Sumar-En Comú Podem, que encabeza la diputada Aina Vidal, llega a los siete diputados, idéntica cantidad que hace cuatro años y el partido queda como segunda fuerza en esa comunidad.

No consigue escaño el ex número tres de Podemos, Alberto Rodríguez, mientras que la Chunta Aragonesista se hace con el acta de diputado para Jorge Pueyo en Zaragoza y Més obtiene uno en Baleares.

En Galicia, Sumar repite los dos escaños de A Coruña y Pontevedra, y en País Vasco, la formación pasa de tres escaños a uno frente a un Bildu más fuerte.

La lectura interna anoche en Sumar era muy positiva. La referencia, trasladan fuentes del espacio, no es el casi 13% de 2019, sino el 10% que tenía Unidas Podemos cuando Díaz cogió las riendas del grupo en marzo de 2021.

A lo largo de estos 15 días y poco a poco, la campaña de Sumar ha conseguido sobreponerse a un comienzo convulso, marcado por el espectáculo público de las negociaciones con Podemos y el resto de partidos para alcanzar un pacto que acabó dejando fuera a referentes como Irene Montero, Jaume Asens o Juan López de Uralde. Después de la denuncia en medios, la formación de Belarra —responsable de la designación de Díaz como sucesora al frente del espacio hace ya más de dos años— acabó aceptando su influencia menor en el proyecto y durante la campaña su participación ha sido más que modesta, con muy pocas intervenciones de sus líderes.

A Díaz, mientras, le costó entrar en una contienda copada por PP y PSOE. Después del desempeño de la vicepresidenta en el debate del miércoles en RTVE y de que fuera ella quien pusiese en apuros los últimos días a Alberto Núñez Feijóo al conseguir traer de nuevo a la actualidad su relación con el narcotraficante Marcial Dorado, la incertidumbre acompañó la recta final de la campaña. La evocación de una posible “remontada” elevó los ánimos de un electorado progresista deprimido tras los resultados de las autonómicas y municipales del 28 de mayo y los dirigentes de izquierdas se esforzaron en hacer creer que “la remontada” ya no era solo una utopía.

En esta batalla, la pugna por la tercera plaza con Vox aparecía como uno de los elementos centrales para Sumar. Simbólicamente, quedar por encima de la ultraderecha hubiera sido percibido como una victoria moral para la izquierda, también desde la mirada internacional, con la UE y América Latina muy pendientes de lo que se jugaba en España este domingo. Aunque no ha sido posible, el margen se ha estrechado mucho. Solo separan a las dos formaciones el 0,10% de los votos. “Hoy España y Europa respiran mejor”, festejó Díaz en su discurso.

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