Inmaculada Nieto: “No hay medida más andalucista que la reforma laboral”
La candidata de la coalición Por Andalucía reivindica la acción de Yolanda Díaz desde el Gobierno central y alerta de que “la extrema derecha es el PP sin filtros”
Inmaculada Nieto (Algeciras, Cádiz, 51 años) lidera la coalición de izquierdas Por Andalucía, fraguada tras una complicadísima negociación entre IU, Podemos y Más País. Después de una década en el Parlamento autónomo, esta politóloga afronta el reto de encabezar la primera lista electoral que reúne al partido de Íñigo Errejón con el de sus antiguos compañeros, Podemos, y con IU, la formación con más trayectoria e implantación de las tres en Andalucía. La candidatura se completa con Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde Andalucía. Las ...
Inmaculada Nieto (Algeciras, Cádiz, 51 años) lidera la coalición de izquierdas Por Andalucía, fraguada tras una complicadísima negociación entre IU, Podemos y Más País. Después de una década en el Parlamento autónomo, esta politóloga afronta el reto de encabezar la primera lista electoral que reúne al partido de Íñigo Errejón con el de sus antiguos compañeros, Podemos, y con IU, la formación con más trayectoria e implantación de las tres en Andalucía. La candidatura se completa con Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde Andalucía. Las tensiones durante esa negociación eclipsaron el éxito de un acuerdo que puede servir de referente para la ampliación del espacio político que busca Yolanda Díaz a escala nacional. Nieto defiende en esta entrevista la gestión de la vicepresidenta segunda del Gobierno, se reivindica como el “andalucismo útil” frente a la propuesta de Teresa Rodríguez y alerta de que el PP representa un mayor “problema” que Vox: “La extrema derecha es el PP sin filtros”, dice.
Pregunta. Usted empezó la campaña pidiendo disculpas por la imagen de desunión que habían dado las formaciones integradas en Por Andalucía. ¿Cómo puede influir el ruido interno en el electorado?
Respuesta. Pedir disculpas es un rasgo de honestidad. Asumir que has tenido dificultades y has generado incertidumbre es positivo. A partir de ahí, se está trabajando muy bien, los problemas quedaron atrás. La campaña está ejemplificando que todas las fuerzas políticas están a una.
P. ¿Qué garantías tiene el votante de que después de las elecciones estos problemas no vuelvan a estallar?
R. Podemos e IU tenían un acuerdo de trabajar juntos que firmaron en 2015. Han pasado siete años y seguimos juntos, ahora con más gente. Estamos en un buen camino. No hay ningún otro territorio en el que se haya podido recomponer ese espacio. No veo mayor problema.
P. ¿Es posible reconstruir la unidad con Teresa Rodríguez [su partido, Adelante Andalucía, quedó fuera de la coalición]?
R. Hemos hecho un llamamiento a un Gobierno progresista y andalucista, y hemos hablado de la necesidad de liderarlo. Todas las fuerzas que tengan representación en la Cámara, si quieren gobernar, se sentirán concernidas por ese llamamiento.
Somos un andalucismo útil, no anclado en el agravio”
P. ¿Por qué un votante de izquierdas el 19-J tiene que votar a Por Andalucía y no a Adelante Andalucía?
R. Porque somos un proyecto para gobernar Andalucía. Un andalucismo útil no anclado en el agravio, sino en el liderazgo que puede tener el poder andaluz en nuestra tierra y en el contexto estatal.
P. ¿Cómo pueden condicionar los resultados en Andalucía al proyecto nacional de Yolanda Díaz?
R. Va a ser positivo. Nosotras somos su gente en Andalucía y nos vamos a afanar en que ella sea la primera mujer presidenta del Gobierno de España. Pero somos una pata orgánica de un proceso que ella tiene concebido como un proceso social mucho más amplio, que no es como el que nosotros hemos hecho aquí.
P. ¿Hasta qué punto esperan que su intervención en la campaña influya en el resultado?
R. Muy positivamente. Díaz es una mujer muy querida a pie de calle, que ha tomado decisiones que han llevado la alegría a las casas: la subida del salario mínimo, la revalorización de las pensiones, la reforma laboral. Es una mujer de la periferia gallega, conoce muy bien este país y su pluralidad. No hay medida más andalucista que la reforma laboral.
P. ¿Le sorprendió el revuelo que causó en su anterior entrevista con EL PAÍS el titular de que sopesarían abstenerse para impedir que Vox entrase en el Gobierno?
R. He constatado con grandísimo pesar que pensar no se lleva.
P. ¿Cree que si el PSOE no reflexiona sobre esa abstención está anteponiendo sus intereses partidistas a los valores políticos?
R. Yo no voy a valorar las motivaciones de otros actores políticos. Ahora, creo que todo el mundo debería echarle un pensamiento. Y el primero, [Juan Manuel] Moreno.
Nos vamos a afanar en que Yolanda Díaz sea la primera presidenta del Gobierno de España”
P. ¿Hay que confrontar directamente con la extrema derecha o eso es darles gasolina?
R. Al final, la extrema derecha es el PP desinhibido, el PP sin filtros. El problema es el PP, que ha tenido geometría en la Cámara para tomar decisiones muy diferentes a las que ha tomado. Tiene una agenda económica y social muy lesiva para el interés general. Una manera de entender la política, las instituciones y la economía muy anticuada, al margen de lo que está haciendo ahora la derecha europea, que sí está interviniendo en el mercado de la vivienda, hablando de progresividad fiscal y del impuesto de sociedades para grandes empresas.
P. ¿Por qué da la sensación de que usted pone más énfasis en defender las políticas del Gobierno de coalición PSOE-UP que Espadas?
R. Él verá lo que hace. Yo estoy muy orgullosa de lo que están haciendo mis compañeros y lo cuento.
P. ¿Qué proponen ustedes para mejorar los datos de desempleo?
R. Hace falta un Gobierno que no sea insumiso a la reforma laboral y que vele por su aplicación y la del resto del paquete legislativo del Gobierno central. No aplicar la ley de la cadena alimentaria es paro y ruina en el campo. Cuando oigan a Moreno hablar de empleo, pónganle la cara de Yolanda Díaz, porque todo de lo que presume deviene de la reforma que ha llevado su partido al Tribunal Constitucional.
P. ¿Qué causas explican la apatía del votante de izquierdas?
R. La profusión de encuestas ha generado cierta resignación. Han contribuido más factores y algunos de gestión nuestra de la pandemia, pero que hablan bien de nosotros: no le hemos tirado los fallecidos de la covid a la cara a Moreno como ha hecho la derecha con Pedro Sánchez.
Moreno niega los problemas con un descaro que denota frivolidad”
P. ¿Influye eso en que la oposición no haya sido capaz de erosionar la imagen de moderado de Moreno?
R. No, la verdad es que hemos invertido unos recursos públicos bastante cuantiosos en que el señor Moreno tenga la imagen que tiene. Nosotros hemos hecho nuestro trabajo. Pero creo que ha tenido mayor proyección pública el reportaje de este señor amable que va levitando por encima de los problemas o negándolos con un descaro que denota cierta frivolidad.
P. ¿Qué sería un buen resultado para ustedes?
R. Ganar las elecciones.
P. ¿Con cuántos escaños se darían por satisfechos?
R. Tiene que haber un Gobierno progresista y andalucista, y lo va a haber. En escaños el bloque de progreso tiene que tener la mitad más uno.
La más serena, la más desconocida
A menudo se destaca “la serenidad” de Inmaculada Nieto (Algeciras, Cádiz, 51 años) y ha debido necesitarla en la negociación de infarto para registrar la coalición que encabeza: Por Andalucía. La izquierda atomizada tardó tanto en ponerse de acuerdo que casi no llega —de hecho, una parte, Podemos, no llegó al registro— y la veterana parlamentaria de Izquierda Unida tuvo que empezar su campaña pidiendo perdón por tanto “desasosiego”.
Nieto se impuso al hombre por el que apostaba Podemos, Juan Antonio Delgado, lo que aireó las diferencias entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias: “Hemos vuelto a los partidos, los despachos, las puñaladas. Es la peor manera de empezar”, dijo él. “No voy a generar ningún tipo de titular” —añadió, contradiciéndose— “que perjudique ni a Yolanda ni a la candidatura del cambio, el frente amplio o como leches se termine llamando”. Nieto lo atribuyó a un exceso de “testosterona”. La candidata representa, en todo caso, una primera prueba para el proyecto de confluencias de Díaz.
En los debates suele utilizar los primeros minutos para presentar su coalición, integrada por IU, Podemos, Más País, Alianza Verde, Verde-EQUO e Iniciativa del Pueblo Andaluz, para que no haya confusión con Adelante Andalucía, que es la coalición de la que formaba parte en 2018 y que compartía con Teresa Rodríguez. Al romper Rodríguez con Iglesias, Nieto y Unidas Podemos pidieron su expulsión del grupo parlamentario por “transfuguismo”. Lo lograron, pero en venganza Rodríguez se quedó con la marca, Adelante Andalucía.
El CIS sitúa a la serena Nieto como la candidata menos conocida entre los seis principales (solo un 35,8% sabe quién es). Y eso que lleva en el Parlamento andaluz 10 años, lo que, según los estatutos de IU, le impediría repetir —al presentarse por la coalición Por Andalucía puede sortear ese límite—. Entre 2007 y 2011 fue concejala del Ayuntamiento de Algeciras. Es licenciada en Ciencias Políticas y está terminando Derecho. Afiliada a CC OO es, también, la primera mujer de IU que aspira a presidir la Junta.