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Cataluña inicia el curso escolar de la restricción de las pantallas: “Es hora de apagar los móviles y encender los libros”

Un millón de alumnos de infantil, primaria y ESO se incorporan a unas aulas, cada vez más vacías, pero con más complejidad

El día ansiado para la mayoría de familias, y de niños, ha llegado. Es la hora de volver a cargar las mochilas con la libreta, el estuche y la ilusión de volver a los compañeros y maestros. Y el móvil, en casa. Porque este curso escolar presenta la gran novedad de la restricción de estos dispositivos. Aunque hace un año ya se inició esta tendencia con la prohibición en primaria, este septiembre se extiende también a la secundaria. Además, se retirarán progresivamente las pantallas y tablets en infantil y no se darán los portátiles individuales hasta 6º de primaria.

“Es hora de apagar los móviles y encender los libros. Queremos que los alumnos se conecten más entre ellos y al conocimiento que se desprende de los libros. Este no es un Gobierno antitecnología, sino a favor de un buen uso de la tecnología”, ha valorado el president Salvador Illa, en el acto oficial de inicio de curso que ha acogido la escuela Ponent de Granollers, donde también ha asistido la consejera de Educación, Esther Niubó, quien no ha intervenido y se espera su valoración del primer día de escuela por la tarde.

Este lunes, un millón de alumnos de infantil, primaria y ESO se incorporan a unas aulas, cada vez más vacías, pero con más complejidad. El viernes será el turno de los 260.000 estudiantes de bachillerato y FP. La previsión es que este curso cuente con 8.493 estudiantes menos en las etapas del régimen general (quedan fuera los estudios artísticos, idiomas y adultos). Y ello se empieza a notar en las aulas, cada vez más vacías: este curso el 95% de las clases de Infantil 3 tendrán 20 alumnos o menos (un punto más que el año pasado), pero hasta el 83% baja de los 19. La tendencia también llega a la ESO, donde el 97% de las aulas tendrá 30 alumnos o menos.

Pero este hecho compensa, relativamente, el gran problema que deben afrontar los docentes: la falta de manos para atender la gran diversidad de alumnos que se sientan en los pupitres. Este curso arranca con un total de 335.746 de alumnos en las etapas obligatorias con necesidades educativas especiales, los conocidos como NESE, tanto del tipo A (con algún trastorno o discapacidad), que llegan a 43.366, a los que se suman los 292.380 del tipo B (alumnos en situación de vulnerabilidad social). La cifra va en aumento y este año son 8.964 alumnos con necesidades más, de los cuales 2.343 son del tipo y 6.621 del tipo B.

Para mejorar la atención a este colectivo, este año se aumentará la plantilla destinada a la escuela inclusiva con 352 dotaciones más de personal de apoyo educativo, llegando hasta los 4.033, también se incrementan de 85 a 175 las SIEI (personal fijo en los centros para atender a estos alumnos) y se aumenta un 17% las horas de vetlladores (apoyo individual que recibe el alumno). También la plantilla de profesorado será más voluminosa, con 1.672 docentes más.

Otro de los grandes retos del curso es mejorar los resultados académicos, por ello se pondrán en marcha o ampliarán programas especialmente centrados en las matemáticas y la comprensión lectora. En cuanto a la primera, 800 centros participarán en programas de mejora de la enseñanza de esta materia, como el Florence, el SIM y el PCMAT. Y en la segunda, se amplía a 500 los centros de la red de competencia lectora. Asimismo, se pone en marcha una prueba piloto en 250 centros con margen de mejora de sus resultados para estudiar cómo pueden remontar sus calificaciones.

En cuanto a los nuevos centros educativos, se crean siete institutos escuela nuevos por fusión de dos ya existentes, y abrirán tres nuevos institutos de FP: Teixits en Canet de Mar, Gastronomia en Barcelona y el de FP Sanitària Sant Pau, también en Barcelona.

Más manos

El sindicato mayoritario, Ustec, ha criticado este lunes la falta de recursos suficientes para poder “atender a todo el alumnado en su complejidad” y ha reclamado más profesionales educativos destinados a la escuela inclusiva. “Cada vez hay más alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo y si este alumnado no tiene los recursos para tener la igualdad de condiciones que el resto de compañeros, eso revertirá cualitativamente tanto en ellos como en el resto de alumnos”, ha destacado la portavoz Iolanda Segura. El sindicato también ha querido hacer un llamamiento a los claustros para que empiecen a organizarse si no se logran avances en ciertas reclamaciones, como recuperar el 25% del poder adquisitivo, reducir la burocracia o un descenso de las ratios.

Críticas de la Bofill

Por su parte, la Fundación Bofill, especializada en temas educativos, ha hecho una lista de las asignaturas pendientes del Departamento de Educación. La de más envergadura, la poca inversión: Cataluña destina un 3% del PIB a educación no universitaria, por debajo del 3,6% estatal y 3,8% europeo, según datos de la entidad. La Bofill reclama que se prioricen las políticas que garanticen la equidad y reduzcan las desigualdades y reclama más becas y más recursos para las escuelas de máxima complejidad (las que acumulan más alumnos vulnerables). Esta desigualdad, además, influye en los resultados educativos, ya que los informes revelan que los centros con más dificultades presentan un rendimiento más bajo.

Por todo ello, y de cara a la futura negociación sobre los nuevos Presupuestos, la fundación reclama a los partidos “acuerdos de país que impulsen una inversión a la altura de los retos y desbloqueen las reformas de fondo”.

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