El Ayuntamiento de Barcelona vota por primera vez a favor de la ampliación del aeropuerto de El Prat
El gobierno del socialista Jaume Collboni y los comunes protagonizan agrios enfrentamientos a propósito de la vivienda en el pleno
Cambio de postura notable en el Ayuntamiento de Barcelona sobre el proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat. Si durante los últimos dos mandatos, bajo el gobierno de la exalcaldesa Ada Colau, el plenario se posicionó en contra de la ampliación (aunque en el ejecutivo de coalición el PSC, del que formaba parte el actual alcalde, Jaume Collboni, votó siempre a favor), el pleno de este viernes ha votado sí a la ampliación en una proposición del PP que ha logrado el apoyo de Junts, PSC y Vox. Solo los comunes y ERC han votado en contra. La votación (27 síes contra 14 noes) es relevante porque el organismo mixto entre Generalitat y el Ministerio de Fomento está a punto de presentar su propuesta de informe técnico. Y esta votación en el pleno de Barcelona da un espaldarazo a la ampliación. El de este viernes ha sido un pleno bronco, donde se ha podido ver el distanciamiento entre socialistas y comunes, sobre todo a propósito de la vivienda, con reproches mutuos entre los exsocios.
La proposición de los populares sobre la ampliación del El Prat afirma que Barcelona debe “liderar y comprometerse a llevar a cabo las acciones necesarias para impulsar la ampliación del aeropuerto” e insta al Ejecutivo municipal a apoyar “la implementación de la opción técnica más adecuada y viable con el objetivo de incrementar la capacidad operativa del aeropuerto y asegurar su papel como hub internacional e intercontinental”. En el primer punto del texto, los populares piden también conocer el informe que encargó el alcalde al Consejo Asesor de Infraestructuras, un organismo creado por el actual gobierno municipal y para el que fichó al exconsejero de la Generalitat convergente, Santi Vila.
“¿Por qué esconden el informe, por qué no se publica si hace más de un año que está hecho? ¿Por qué lo esconden? ¿Qué dice?”, ha preguntado al alcalde el líder de los populares en el consistorio, Daniel Sirera. El edil del PP ha defendido que la ampliación “es capital para la ciudad, su economía y su empleo” y ha recordado que la “han reclamado las patronales reiteradamente”. Sirera ha señalado, además, que también tiene el apoyo del partido socialista tanto en la Generalitat que capitanea Salvador Illa, como en el Gobierno de Pedro Sánchez.
La número dos del gobierno municipal, Laia Bonet, ha respondido que presentarán el informe en breve: “Estamos a punto de convocar el plenario del Consejo Asesor”. Bonet ha afirmado que es necesario “encontrar un consenso político sobre el cómo” ampliar el aeropuerto, en el debate entre el crecimiento y el entorno de valor ecológico. “El aeropuerto es una infraestructura capital para el futuro de la ciudad, hemos de tener la capacidad para hacer realidad el modelo de la ciudad, para tener los mejores ejecutivos, científicos o talento”, ha dicho. Los comunes, por boca del concejal Guille López, han rechazado de nuevo la proposición “para hacer llegar todavía más pasajeros, 20 millones”. “¿Creen que es lo que necesita nuestra ciudad?”, ha espetado y ha asegurado que la mayoría serían turistas.
Bronca por la vivienda entre PSC y comunes
Durante el pleno, también la vivienda ha sido protagonista, con duros enfrentamientos entre el gobierno de Collboni y sus exsocios de Barcelona en comú, ahora en la oposición. Pese a haber gobernado juntos durante buena parte de los dos pasados mandatos, se han reprochado mutuamente no hacer suficiente para resolver el problema de la vivienda o luchar contra la especulación inmobiliaria. La sarta de recriminaciones ha sido constante en cada punto donde se ha hablado de la cuestión entre la actual teniente de alcalde Laia Bonet y su antecesora Janet Sanz, o con la exconcejal de Vivienda, Lucía Martín, que ha acusado al actual Ejecutivo local de recortar el presupuesto para vivienda de protección (VPO). “Collboni con una mano recorta el presupuesto y con la otra se ajusta el nudo de la corbata en Bruselas [adonde ha viajado para reclamar más fondos y políticas de vivienda]”, ha elevado el tono Martín. “Ustedes no sabían ni que existían los solares que hemos cedido al Incasòl para hacer VPO, esto lo explica todo, han perdido mucha credibilidad”, ha respondido Bonet. “Es patético escucharla”, ha replicado Martín.
A los comunes les ha sentado muy mal que el PSC no se sumara a su proposición de plan de lucha contra la especulación mientras presume de frenarla en la ciudad. No ha prosperado por la abstención de los socialistas, que habían presentado enmiendas no aceptadas, y solo ha tenido el apoyo de ERC. “Ustedes son mucho de ordenar a los pobres [por el Pla Endreça] y no a los especuladores. Hoy se les ha caído la careta”, ha espetado Sanz a Collboni. A Bonet le ha dicho: “Son tan peligrosos los especuladores como los que no mueven un dedo para evitar que se especule”. Vista la crisis de vivienda que hay en la ciudad, Bonet ha respondido: “Nadie diría que han encabezado las responsabilidades en vivienda y alcaldía ocho años”. La hoy líder de los comunes en el Ayuntamiento ha acabado lamentando que, a diferencia de la política catalana, en la política municipal no se ponen de acuerdo. “Cuando nos ponemos de acuerdo [con los socialistas], las cosas salen adelante, el PSC de Barcelona no quiere hacerlo, quiere pactar con la derecha”, ha criticado, en una semana de anuncios de acuerdos entre los comunes en el Parlament y el Govern de Salvador Illa.
En el agrio toma y daca han aparecido la norma del 30%, que obliga a los promotores a destinar a vivienda pública el 30% de los pisos que construyen: Collboni la quiere flexibilizar y los comunes se niegan en redondo. En el tramo final del pleno, cuando Janet Sanz le ha pedido al alcalde que no modifique la norma, ha acusado al Ejecutivo de “tener récord Guinness de mentiras”: “Mienten con los solares, mienten cuando dicen que han hablado con las entidades del 30%, con los grupos...”, ha incidido. Collboni le ha aceptado la petición (aunque ha dejado claro que la quiere cambiar) y le ha invitado a “escuchar un poco, a bajar del burro, ante una medida que no funciona”.