Una de cada cuatro familias de Barcelona vive en espacios inadecuados
Se consideran inadecuadas aquellas viviendas insalubres, donde el entorno está muy degradado, no hay suministros o los habitantes están en situación de hacinamiento, según el informe de Càritas
Una cuarta parte de las familias con niños y adolescentes, 120.000 familias, se encuentra en una vivienda inadecuada, según el avance del Informe Foessa 2025 de la diócesis de Barcelona, presentado este miércoles. El estudio considera viviendas inadecuadas las que no disponen de suministros, luz natural o evacuación del agua. También aquellas donde se aprecian situaciones de insalubridad, los habitantes están en situación de hacinamiento, hay deficiencias graves de construcción o el entorno está muy degradado. Los datos, presentados este miércoles por la jefa de análisis social e incidencia de Càritas Barcelona, Miriam Feu, señalan que la inseguridad jurídica, las dificultades de empadronamiento y la elevada rotación de vivienda afecta a casi el 10% de las familias de la diócesis.
El informe, realizado en 600 hogares en la diócesis de Barcelona, muestra que una de cada cuatro personas de la diócesis, 726.000 personas, sufre dificultades relacionadas con el acceso y el mantenimiento de la vivienda. “Tener hijos penaliza”, ha puntualizado el director de Càritas Barcelona, Eduard Sala, quien ha señalado que el porcentaje de personas que sufre estas dificultades asciende al 41% entre las familias con niños y adolescentes. Los datos señalan que un 15% de la población se queda en situación de pobreza severa después de afrontar los gastos relacionados con la vivienda. Nuevamente, las familias sufren un agravante, ya que el porcentaje de personas con un gasto excesivo en la vivienda es del 25%.
La jefa de análisis social e incidencia de Càritas Barcelona ha recordado que el acceso a la vivienda es la primera preocupación de los catalanes, según el último sondeo del Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat. El director de Cáritas Barcelona ha afirmado que desde la Fundació Habitatge Social pudieron proporcionar pisos unifamiliares, compartidos y centros residenciales para cerca de 2.000 personas en 2023, pero solamente 19 familias han conseguido una vivienda a precio de mercado. “Estamos abordando una pequeñísima parte de tanta gente que acude a nosotros”, ha explicado Sala.
El director de Càritas ha reclamado que “las políticas de vivienda no sean una carta los Reyes”, instando a la Generalitat, l’Agència de l’Habitatge de Catalunya (AHC) y los gobiernos locales a movilizar los pisos vacíos y recuperar pisos turísticos sin licencia o de temporada que cometen fraude para dedicarlos al alquiler para priorizar el residencial. Desde la fundación también piden un despliegue de la vivienda social para las familias vulnerables y reforzar las iniciativas de alquiler asequible.
Sala ha asegurado que los equipamientos de algunas parroquias podrían acoger a familias en situación de exclusión social y está en proceso de hablar con las administraciones. Sin embargo, Javier Vilanova, el arzobispo auxiliar de la capital catalana, ha señalado que se intentó ofrecer estos espacios cuando llegaron los refugiados de Ucrania y no se pudo hacer uso de ellos por normativas municipales.