El Govern apuesta por introducir a asistentes clínicos en las consultas para desburocratizar a los médicos en Cataluña

Salud pretende liberar a facultativos de las tareas no asistenciales y estudia pagar a los equipos sanitarios en función de su número de pacientes

Centro de atención primara (CAP) Lluis Sayé ubicado en el barrio de El Raval de Barcelona.Kike Rincón

El Departamento de Salud de la Generalitat prepara cambios en el sistema de Atención Primaria de Cataluña. La consejería estudia introducir en las consultas catalanas la figura de un asistente clínico, un profesional sanitario de apoyo para asumir toda aquella carga no asistencial que actualmente realizan los facultativos. La intención es desbucrocratizar las consultas, una histórica reivindicación del sector; y garantizar que las tareas de los galenos sean meramente asistenciales. Los responsables sanitarios, según ha podido saber EL PAÍS, también estudian medidas para pagar a los equipos sanitarios en función de los pacientes que tienen en cartera y de sus resultados.

Las medidas son algunas de las diferentes propuestas que están sobre la mesa de la consejera de Salud, Olga Pané, que en sus primeros meses al cargo pretende avanzar hacia un sistema más eficiente. La responsable creó a finales de septiembre un grupo de expertos (conocido como Cairos, el acrónimo de Comitè d’Avaluació, Innovació, Reforma Operativa i Sostenibilitat) para impulsar una reforma global. Este comité, presidido por el gerente del hospital pediátrico Sant Joan de Déu de Barcelona, Manel del Castillo, tiene la finalidad de asesorar las decisiones de la consejería en materia de reforma y sostenibilidad del sistema con la mirada puesta en la “financiación y el gasto”.

“La necesidad de reforma parte de los importantes cambios sociales, demográficos, económicos y tecnológicos que configuran una realidad muy alejada del contexto en el que se originó el sistema de salud en los años 80”, admiten desde el gobierno. El problema, entiende el Ejecutivo de Illa, es que a pesar de que los indicadores de salud son buenos, los usuarios tienen una percepción de que la accesibilidad “ha empeorado” especialmente en la “atención de menor complejidad”.

Ante la imposibilidad de contratar más médicos y en un contexto de aumento de las patologías crónicas por el crecimiento de la esperanza de vida, las propuestas de Cairós y Pané buscan optimizar los recursos actuales. “No podemos seguir aumentando el gasto sanitario al ritmo actual”, admiten fuentes del Govern. El Departamento tiene actualmente un déficit económico de unos 3.000 millones de euros, y el objetivo del Ejecutivo es reducirlo o, al menos, evitar que siga creciendo. La consejera catalana de Salud reclamó 4.000 millones de euros más para su Departamento para garantizar la sostenibilidad del sector, petición que incomodó a algunos miembros del propio Govern. Las dificultades para avanzar en la mejora de la financiación autonómica en el Congreso o incluso para cerrar un acuerdo en el Parlament para los presupuestos catalanes de 2025; han llevado a Pané a urgir medidas de aplicación a corto y medio plazo.

Olga Pané, consejera de Salud, en el pleno del Parlamento de Cataluña. Foto: Gianluca BattistaGianluca Battista

La figura del asistente clínico, que ya existe en varios países europeos pero que apenas está implementado en Cataluña, aspira a alejar al médico de la primera línea de atención. Este nuevo rol debe asumir aspectos administrativos con el paciente, como realizar peticiones y programar pruebas; mientras que los médicos pueden dedicar más tiempo a la calidad de las consultas. El debate interno es quién podrá asumir el papel de asistente clínico; si será necesario una formación específica; y si los actuales profesionales vinculados a la salud (administrativos, auxiliares, etc) ya tienen las aptitudes para realizarla. El Departamento admite que deberá realizar algunas modificaciones normativas y cuenta con maximizar las competencias de las enfermeras para que las agendas ambulatorias sean más eficientes.

Salud también estudia la forma de estimular a los profesionales y contempla pagar a los equipos sanitarios en función de los pacientes que tienen en cartera. “Cuando todos cobran lo mismo, pero unos atienden 1.100 pacientes; y otros a 1.400; la única forma que tienen estos últimos de aumentar el valor de su trabajo es querer atender a 1.100 en vez de a 1.400″, comparte un alto cargo de Salud. La modificación del modelo de asignación económica a los centros en función de sus resultados es otra de las aspiraciones del sector, como se recoge en el documento 30 medidas para fortalecer el sistema de salud, presentado a finales de 2020 con el consenso de gran parte del sector y que sirve de punto de partida para el diagnóstico y análisis de Cairos. “En Francia, se paga más a quien trabaja más. Aquí se paga lo mismo a todo el mundo, haga bien su trabajo o lo haga mal”, compara un miembro de la junta del Consell de Col·legis Oficials de Metges de Catalunya.

Cairos tenía previsto presentar sus propuestas el pasado miércoles, pero finalmente lo hará en las próximas semanas. A lo largo de sus encuentros ha planteado acciones en varias materias: simplificación administrativa; investigación, digitalización, prevención comunitaria y apoyo a los profesionales (con la mirada puesta en la protección de las crecientes agresiones en las consultas, entre otras cuestiones).

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