La Generalitat encara la negociación por los presupuestos con una modificación al alza del PIB

La coyuntura económica sopla a favor del Govern en plena negociación para pactar los presupuestos catalanes de 2025. La consejera de Economía, Alícia Romero, ha elevado la previsión del PIB de Cataluña al 2,7% en 2024 y al 2,2% en 2025: “Podemos decir que la economía catalana crece, que está viva, que es rica, que está en un buen momento”, ha manifestado la consejera. El Gobierno catalán aprobó el mes de septiembre el techo de gasto con el que tiene que elaborar los presupuestos: son 37.783 millones de euros. Desde entonces, las cartas están sobre la mesa, pero el aumento del PIB es una recarga de confianza, porque abre la puerta a una mayor capacidad para recaudar impuestos y una elevación de los márgenes de déficit, lo que puede ser de utilidad al Govern a la hora de tener más flexibilidad para aceptar compromisos, principalmente con ERC y con los Comunes, de cara a lograr la aprobación de las cuentas.

Romero ha elevado en seis décimas la estimación para este 2024 que el Ejecutivo catalán actualizó en abril. Entonces, al frente del departamento estaba Natàlia Mas Guix, de ERC, y las previsiones apuntaban a un crecimiento del PIB del 2,1%, lo mismo este 2024 que en 2025. Este jueves, durante una intervención en el IV Foro Empresarial Catalunya, impulsado por El Economista en la sede de Foment del Treball, la consejera de Economía del PSC ha advertido de que la riqueza “no se reparte bien”, ante la evolución del PIB per cápita, que ha crecido un 0,46% en la mayoría de años y ha apuntado que la productividad es una asignatura pendiente y aboga por incentivar mejoras en este terreno.

Romero ha expresado la voluntad del Govern de impulsar medidas en energía, agua e infraestructuras: “No podemos dejar de hacer cosas. Este gobierno, si va a hacer una cosa en los próximos años, es decidir”. Uno de los temas que pueden generar más quebraderos de cabeza para el Govern es la gestión de la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Ni Esquerra ni los Comunes ven con buenos ojos agrandar la infraestructura, por el impacto medioambiental que implica en el delta del Llobregat. Si no hay una propuesta que guste a sus dos socios de investidura, Salvador Illa puede tener complicado desbloquear la aprobación de los presupuestos. Romero ha garantizado que la Generalitat hará la mejor ampliación posible, y ha reclamado que el de El Prat no sea un “aeropuerto de segundas”, sino, textualmente, el mejor posible. “¿Por qué no vamos a hacer el mejor Aeropuerto, la mejor ampliación con la capacidad que tenemos en Cataluña?”, se ha preguntado.

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha opinado que los planteamientos del Govern coinciden plenamente con los que ha expresado la patronal en los últimos años: “Más coincidencia, imposible”, ha dicho. “Todos los planteamientos que han hecho en estos dos meses han sido muy positivos”, ha defendido durante su intervención en el foro empresarial de este jueves. Ha asegurado que Cataluña no veía “desde hace muchísimos años” la defensa de la colaboración público-privada que hace el Govern, si bien ha insistido en que el empresariado catalán sufre un exceso de presión fiscal.

En medio de la pertinaz sequía que sufre Cataluña, el Govern busca la manera de paliar la falta de lluvias con intervenciones que permitan optimizar los exiguos recursos hídricos. Romero ha apostado de nuevo por generar más oferta de agua mediante inversiones en infraestructuras: “Necesitamos no mirar más al cielo, porque llueve en función de muchos factores”.

La consellera de Economía considera que Cataluña avanza al ralentí en materia de innovación y ha prometido una “apuesta fuerte” del Ejecutivo catalán en esta dirección. Ha asegurado que la industria es el tipo de sector que a la Generalitat le “interesa potenciar”, puesto que lo ha descrito como el que crea puestos de trabajo más estables y sólidos y el que más invierte en innovación.

Romero ha insistido en que los fondos europeos Next Generation deben servir para impulsar un nuevo modelo económico basado en la innovación, y ha considerado que “tal vez no están teniendo el impacto” que la economía catalana necesita. Si algunos datos no nos satisfacen, hay que pensar cómo podemos mejorarlos en un plazo de tiempo normal, de cinco o diez años, para que esto vaya cambiando”, ha defendido.