Las claves del acuerdo PSOE-ERC: del concierto económico al blindaje del catalán
Los republicanos consiguen el compromiso para salir del régimen común de la financiación autonómica y se estrenarán con el impuesto de la renta de 2025
El último medio año ERC ha vivido en un tsunami. Avanzó las elecciones en Cataluña porque había sido incapaz de conseguir los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos de este año y ahora, pese a estar sumida en una honda crisis interna, ha acordado con el PSC para investir president a Salvador Illa el mejor avance en autonomía fiscal de la Generalitat desde que logró gestionar los primeros impuestos cedidos: el control de la recaudación de todos los impuestos que se pagan a Cataluña, que se empezará a notar a partir de 2026, cuando su Agencia Tributaria se encargue de la campaña del impuesto de la renta de 2025. En el preacuerdo, pendiente de validar por su militancia, también figuran medidas para asegurar inversiones del Estado en Cataluña, avanzar en la negociación del conflicto político actual e impulsar medidas para relanzar el catalán. Si sale adelante, Illa será el encargado de implementarlo. Estos son los puntos básicos del acuerdo.
El concierto económico solidario. Era una pieza de caza mayor la que planteaba ERC en la negociación y, al menos, en la explicación dada este lunes por los republicanos, parece que ha conseguido lo principal que reclamaban. “La llave de la caja”, que sea la propia Generalitat la que recaude todos los impuestos que se pagan en Cataluña, a imagen y semejanza del País Vasco y Navarra. La propuesta supone que la Generalitat salga del régimen común —supondrá modificar la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca)— y que tenga así una relación bilateral con el Gobierno central en materia de financiación, pese a que la ministra de Hacienda, María José Montero, lo rechazó en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. La Generalitat asume el cobro de todos los impuestos estatales y liquidará al Gobierno el dinero de los servicios e inversiones que haga en la comunidad, además de aportar una cantidad extraordinaria en concepto de solidaridad con el resto de comunidades. Esa factura se desconoce y deberá ser negociada de forma periódica. ERC asegura que el acuerdo con los socialistas también incluye una garantía para que prevalezca el principio de ordinalidad: que una comunidad con menor capacidad fiscal pueda superar después de la redistribución de recursos a otras más ricas.
El impuesto de la renta, el primero. Esquerra aseguró este lunes que tendrá la capacidad de recaudación, liquidación e inspección de todos los impuestos, si bien la prueba de fuego se producirá a partir de 2026, cuando la Agencia Tributaria de Cataluña se encargará de la campaña de la declaración del impuesto de la renta (IRPF) de 2025. De momento no se ha aclarado el calendario, pero después de ese primer paso está previsto que se asuman el resto de tributos estatales: IVA, Sociedades y los impuestos especiales.
La conflictiva plantilla para la Hacienda catalana. ERC tiene garantizado cómo traspasar los activos materiales y personales para asumir la enorme nueva carga de trabajo que tendrá que asumir para recaudar e inspeccionar los nuevos impuestos. Los trabajadores de la Agencia Tributaria estatal son quienes tienen la experiencia en la materia y la inmediatez del proceso obliga a contar con expertos preparados desde el primer instante. No obstante, el traspaso de trabajadores de la estructura del Estado a la Generalitat siempre ha sido conflictiva, como quedó de manifiesto recientemente con el compromiso para traspasar de forma íntegra el traspaso del servicio de Rodalies de Renfe a la Generalitat.
El catalán, la llave de la nación. Salvador Illa defendía que la base de la “financiación singular” que los socialistas pensaban ofrecer a la Generalitat se debía sustentar sobre recursos para sus competencias exclusivas. Una es el catalán, que además arrastra una continuada caída en su uso, como demuestra el hecho de que apenas el 25% de los jóvenes lo utiliza como lengua habitual, frente al 49% del castellano. El preacuerdo que decidirán las bases de ERC incluye una modificación importante en lo que hace referencia a la estructura de la Generalitat, que contará con un Departamento de Política Lingüística. Hay puntos cerrados también para blindar la vehicularidad del catalán en la escuela, amenazada por sentencias judiciales, y por asegurar que los servicios sanitarios se puedan brindar también en catalán. Raquel Sans, portavoz de ERC, ha tildado este lunes el catalán como “la llave de la nación”.
Un consorcio para las inversiones. Esquerra se ha negado a querer habilitar el consorcio tributario para compartir la recaudación de los impuestos, pero el acuerdo sí prevé un organismo compartido con el Gobierno para asegurar garantizar las inversiones del Gobierno en Cataluña. En los últimos años, tanto los partidos nacionalistas como el mundo empresarial han reiterado sus críticas ante el escaso cumplimiento de las inversiones presupuestarias en Cataluña, que el pasado año, según los últimos datos de la intervención General del Estado, no alcanzó ni el 50% de los compromisos.
Una convención de partidos para el conflicto político catalán. Es el cuarto acuerdo básico del acuerdo cerrado entre el PSOE y ERC. Supone crear un punto de encuentro en el que confluyan la mayor parte de los partidos catalanes para avanzar en la resolución de las diferencias sobre soberanía.
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