El audiovisual catalán lanza su primer protocolo contra la violencia machista y la LGTBIfobia
La Academia del cine catalán y la Generalitat crean una guía pionera para la prevención, acompañamiento y denuncia de las agresiones sexuales y discriminaciones del sector
La Consejería de Igualdad y Feminismos y la Academia del Cine Catalán han lanzado este jueves el primer protocolo para la prevención y abordaje de las violencias machistas y LGTBIfóbicas en el sector audiovisual. El texto ofrece un modelo de actuación que aborda tanto la prevención de las violencias como la denuncia y acompañamiento a la víctima durante todo el proceso cinematográfico, desde la escritura del guion hasta la celebración de los premios. “Todas las empresas ya están obligadas a tener estas medidas de prevención, pero queríamos crear unas guía que se ajustara a las especificidades de un sector, con características que pueden favorecer especialmente las violencias machistas”, ha subrayado Judith Colell, presidenta de la Academia.
Apenas unos meses después de la llegada del movimiento #MeToo al cine español, a raíz de las denuncias al director de cine Carlos Vermut, el sector catalán ha querido reforzar las medidas que ya estaban en vigor para garantizar la no repetición de las agresiones y violencias físicas, sexuales, psicológicas o digitales, así como el acompañamiento a las víctimas. Para establecer pautas concretas y acordes al sector audiovisual, más de 300 personalidades y asociaciones del sector han participado en la fase previa de consultas.
La prevención es el primer eje de actuación. Antes del rodaje, el guion deberá describir con exactitud las secuencias íntimas y rehuir de estereotipos sexistas para lo que se recomienda el asesoramiento de especialista en género. Para evitar las relaciones de poder que a veces caracterizan los procesos de casting, el protocolo indica que las pruebas deben hacerse en entornos profesionales y en horario laboral, nunca en una habitación de hotel o en una vivienda particular. Además, deberán contar con, como mínimo, dos personas de géneros diferentes y evitar las secuencias de sexo, desnudez o que impliquen besos.
Departamento de Coordinación de intimidad
La consejera de Igualdad ha remarcado que se trata de un protocolo guía que no es de carácter obligatorio y que no condicionará la concesión de subvenciones a las producciones, pese, ha dicho, a que “las convocatorias cada vez contienen más exigentes con los requisitos”. Desde el departamento recuerdan que el contenido de esta guía se ha elaborado con profesionales de todas las ramas audiovisuales ―cine, documental, técnicos, videojuegos, rodaje de vídeos musicales― y puede aplicarse a todos ellos. Se creará una fórmula (como un guiño o señal) para detener la secuencia en caso de necesidad, y estas se rodarán en un set reducido, donde estarán prohibidos los móviles. Después del “corten”, las fiestas de fin de rodaje, los estrenos, los festivales y las galas―considerados entorno laboral―incluirán un espacio de acogida y asesoramiento en caso de sufrir cualquier tipo de violencia (punto lila).
Prevenir requiere transformar las estructuras que sostienen y perpetúan los estereotipos machistas en el cine. Para conseguir este cambio radical, el Protocolo prevé que las producciones designen un grupo de “personas de referencia” para detectar y abordar los casos de violencia y derivarlos al servicio de atención. “Personas de referencia no puede ser cualquiera”, ha subrayado Tània Verge, consejera de Igualdad y Feminismos. La Academia ofrecerá de manera gratuita (con el apoyo de la Generalitat) y periódica las formaciones ―diseñadas específicamente para el sector audiovisual― para el equipo que desempeñe estas tareas de detección y acogida.
Independientemente de que se abra un proceso penal, el protocolo prevé un Servicio de Atención que creará una comisión de investigación cuando se comunique una agresión sexual o discriminación. La comisión ad hoc estará formada por tres profesionales ―externos a la empresa― de los ámbitos jurídico, psicológico y audiovisual especializados en violencias machistas y LGTBIfóbicas. Mientras la comisión estudia el caso, se podrán aplicar medidas cautelares o sanciones, como la suspensión de empleo y sueldo, el despido o la exclusión de candidaturas individuales a premios. El texto también pone énfasis en la reparación integral, con medidas preventivas y cautelares no revictimizadoras, de carácter jurídico, económico, social, laboral, sanitario y educativo.
La consejera de Igualdad ha remarcado que se trata de un protocolo guía que no es de carácter obligatorio y que no condicionará la concesión de subvenciones a las producciones, pese, ha dicho, a que “las convocatorias cada vez contienen más exigentes con los requisitos”. Desde el departamento recuerdan que el contenido de esta guía se ha elaborado con profesionales de todas las ramas audiovisuales ―cine, documental, técnicos, videojuegos, rodaje de videoclips―y puede aplicarse a todos ellos.
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