Barcelona prevé triplicar la potencia fotovoltaica que genera el Ayuntamiento hasta 2027
El objetivo es conseguir que todos los equipamientos municipales generen energía solar y sean autosuficientes en 2030
El Ayuntamiento de Barcelona prevé triplicar la potencia fotovoltaica de Barcelona hasta 2027, un objetivo que fija una medida de Gobierno que el ejecutivo del alcalde Jaume Collboni presentará este viernes durante el pleno municipal y que no necesita apoyo político. La medida se enmarca en el ...
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El Ayuntamiento de Barcelona prevé triplicar la potencia fotovoltaica de Barcelona hasta 2027, un objetivo que fija una medida de Gobierno que el ejecutivo del alcalde Jaume Collboni presentará este viernes durante el pleno municipal y que no necesita apoyo político. La medida se enmarca en el Acuerdo Climático de Barcelona, que marca el reto de ser una ciudad neutra en carbono en 2030 y que “todos los equipamientos municipales, mercados municipales, bibliotecas, centros de educación primaria y sedes de distrito generen energía solar y sean autosuficientes”, ha señalado el alcalde este jueves al presentar la iniciativa.
Hasta 2023, Barcelona tenía 5.848 kwp (kilovatios pico, la máxima potencia que puede producir un panel en condiciones estándar) en 117 instalaciones municipales. El Consistorio planea acelerar el despliegue y llegar en tres años a los 19.244 kwp y a las 384 instalaciones. De conseguirse, la producción de fotovoltaica equivaldría a la energía eléctrica que consumen anualmente 10.450 hogares y que supone un ahorro de 8.666 toneladas de CO₂. En vistas a 2030, el objetivo es multiplicar por cinco esta energía fotovoltaica. El plan de despliegue de placas fotovoltaicas en edificios municipales contempla una inversión de más de 32 millones, el triple que en el mandato pasado, para tener funcionando 207 instalaciones. Del total, 38 instalaciones ya están en licitación u obras y 169, en proyecto.
De esta manera, el Ayuntamiento defiende que cambiar los patrones de generación y consumo de energía y promover un desarrollo sostenible y una transición verde. “El objetivo del Consistorio es hacer de la generación energética local y renovable una cotidianidad para alcanzar el objetivo de descarbonización de la ciudad”, ha informado el Consistorio. Collboni ha lamentado que “Cataluña está en la cola de España en la generación de renovables. Nos tenemos que poner las pilas y que cada uno haga el trabajo que le corresponde”.
El crecimiento se llevará a cabo priorizando el aprovechamiento de las instalaciones en el espacio público (como estructuras que garantizan la sombra, muros), gradas de campos de fútbol, aparcamientos, escuelas, centros cívicos y bibliotecas. La idea es, además, garantizar que las nuevas construcciones o grandes rehabilitaciones de edificios no residenciales incorporen placas solares. Por otra parte, el Ayuntamiento continuará apostando por la financiación de instalaciones de propietarios privados con la inversión público-privada del programa MES Barcelona, que actualmente está desarrollando la cubierta fotovoltaica más grande de España en Mercabarna, e instalando placas en edificios a través del programa Moment Solar del Gremio de Instaladores.
Más allá de las instalaciones municipales, Barcelona dispone de 39.546 kilovatios pico instalados en ámbitos privados, una cifra que ha supuesto un incremento del 60% de la potencia instalada en los últimos diez años. La estrategia de actuación se centra sobre todo en facilitar diferentes instrumentos que contribuyan a hacer realidad más instalaciones de generación.
El Ayuntamiento entiende que es tan importante cómo y dónde se genera la energía como lo que se hace con la energía generada. Por ello la medida también establece cómo debe ser gestionada, ya sea a través de la conexión a la red o el autoconsumo, o bien si es directo o compartido. En la actualidad, la conexión a la red se utiliza para manejar los excedentes que puedan generarse y no puedan ser consumidos instantáneamente. Además, es la vía de salida de la energía generada en instalaciones anteriores a 2015, cuando la generación de energía limpia estaba incentivada. En Barcelona, hay 55 instalaciones conectadas que generan unos ingresos de 795.000 euros.
El Ayuntamiento también planea implantar medidas de fiscalidad descarbonizada. Actualmente, las personas que instalan placas solares pueden beneficiarse de bonificaciones fiscales para estimular esta actividad, el 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante tres años y la bonificación del 95% del impuesto de obras (ICIO). Desde 2016, se han tramitado 1.246 solicitudes de bonificación del IBI. La suma de estas puede suponer en un edificio de 20 viviendas casi el 60% del coste de la instalación. El Consistorio incluye también otra vía de subvención para acelerar esta transición energética a través de la rehabilitación de los edificios para incrementar su eficiencia energética.
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