El alquiler ha subido más de un 10% en un año en 41 de los 73 barrios de Barcelona
La renta mensual media es de 1.123 euros en la ciudad y se ha disparado un 20% en 10 barrios
El alquiler sigue la escalada que provoca precios nunca vistos en Barcelona y en el conjunto de Cataluña. Si el primer trimestre de este año las rentas rozaron el salario mínimo (1.077 euros) en la capital catalana, el segundo trimestre se situó en 1.123 euros de media, según los datos que este lunes ha publicado la Generalitat a partir de las fi...
El alquiler sigue la escalada que provoca precios nunca vistos en Barcelona y en el conjunto de Cataluña. Si el primer trimestre de este año las rentas rozaron el salario mínimo (1.077 euros) en la capital catalana, el segundo trimestre se situó en 1.123 euros de media, según los datos que este lunes ha publicado la Generalitat a partir de las fianzas depositadas en el Incasòl. La subida interanual de precios en Barcelona es del 12,7%. En el conjunto de Cataluña, el alquiler medio el segundo semestre se situó en 830 euros, una subida del 9,7%. La capital de provincia más cara tras Barcelona es Girona (769 euros), seguida de Tarragona (658) y Lleida (539). Los contratos han caído un 5% en el conjunto de Cataluña y un 10,4% en Barcelona en el último año, un desplome que se explica por una suma de causas: la resaca de la pandemia que distorsionó la serie estadística, una menor rotación porque los propietarios renuevan contratos año a año, la vigencia de los contratos de cinco o siete años firmados a partir de 2019, o la reducción de la oferta de alquileres como consecuencia de la regulación de los precios en Cataluña, explican los expertos.
La consejera de Territorio y máxima responsable de la cartera de vivienda del Govern, Ester Capella, ha señalado “el comportamiento salvaje del mercado cuando no se regula” y ha exigido al Gobierno “que deje de marear la perdiz y aplique la Ley de Vivienda que regula la contención de rentas y que aprobaron en vísperas de las elecciones municipales, haciendo falsas promesas”. “Que aprueben el listado de 140 zonas de mercado tenso y el índice de referencia de precios catalán, que Cataluña es la única comunidad que ha levantado la mano para aplicarla”, ha afirmado. Capella ha recordado que en los últimos 10 años el alquiler ha subido un 62% en Barcelona y un 43% en el conjunto de Cataluña. “No hay sociedad que pueda resistir estas subidas, nadie ha visto subir en esta proporción su salario”, ha analizado. También han exigido a la ministra de Agenda Urbana, Raquel Sánchez, la aplicación de la regulación de rentas desde el Sindicato de Inquilinos. Los precios desbocados son “una evidencia más de que dejar actuar el mercado de forma no regulada es totalmente ineficiente. La no regulación genera más exclusión residencial, empobrece a los inquilinos y perjudica la economía productiva en favor de la especulación”, ha apuntado la organización en un comunicado. El Sindicato también recuerda que los expertos recomiendan que las familias no destinen a la vivienda más de un 30% de sus ingresos, mientras en Barcelona el salario mínimo ya es de un importe inferior al del alquiler medio.
En Barcelona, solo hay tres de los diez distritos donde la media esté por debajo de los mil euros mensuales: Horta Guinardó, Nou Barris y Sant Andreu, en el norte de la ciudad. Y si se miran los incrementos interanuales (del segundo trimestre de este año al segundo semestre de 2022), el drama va por barrios, y la renta ha subido entre un 10% y un 20% en el último año en 41 de los 73 que tiene la ciudad. En otros 10, los aumentos superan el 20% interanual. El distrito y el barrio con los alquileres más caros son Sarrià-Sant Gervasi (1.553 euros) y Tres Torres (1.859 euros). En el extremo opuesto, el distrito más barato para alquilar es Nou Barris (796 euros de media) y concretamente el barrio de Ciutat Meridiana (593 euros).
Los barrios de Barcelona donde el alquiler ha subido más de un 20% están repartidos por varios distritos, algunos entre los que tienen menor renta de la ciudad: los alquileres son más bajos y tienen más margen para crecer, pero sus vecinos dependen de sus salarios y poco margen tienen para afrontar subidas. Figura por ejemplo, Vallbona, en un extremo de Nou Barris, en la periferia de la periferia. O Can Peguera (con abrumadora mayoría de vivienda pública que no debería registrar incrementos tan altos), la Guineueta, La Verneda, el Congrés, Provençals. También suben por encima del 20% los alquileres del Guinardó, Sants Badal, La Maternitat. Y en el exclusivo Diagonal Mar. Hay cuatro barrios que han registrado caídas de precio: Torre Baró, Bon Pastor, la Clota y Besòs Maresme.
Fuera de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, el alquiler supera el precio de la capital catalana en municipios como Alella, Cabrils, Matadepera, Sant Cugat o Sant Vicenç de Montalt (el récord catalán, con una renta mensual media de 1.595 euros). Entre las grandes ciudades, el alquiler alcanza los 867 euros en Badalona, los 772 en L’Hospitalet de Llobregat (cae dos euros respecto al primer trimestre), los 691 en Terrassa y los 738 en Sabadell.
Los contratos siguen cayendo
Otro de los datos que revelan las fianzas del Incasòl es la caída de contratos que comenzó a mediados de 2022 tanto en el conjunto de Cataluña como, sobre todo, en Barcelona. En el último año estos descensos han sido del 5% y el 10,4%, respectivamente. Los expertos consultados aseguran que se explica por una suma de causas. El gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona, Oscar Gorgues, cita que “hay una menor rotación de contratos: porque los propietarios que están contentos con los inquilinos optan por hacer renovaciones anuales cuando vencen los contratos y porque el inquilino prefiere quedarse”, tal y como están los precios. Gorgues, y también el portavoz de los API Carles Sala, recuerda que además todavía están vigentes los contratos que en 2019 pasaron de una vigencia de tres años a alargarse cinco o siete años: “No comienzan a vencer hasta marzo de 2024 o duran hasta 2026″. Gorgues también explica que puede haber menos oferta de alquiler por la retirada de pisos del mercado después de la regulación en Cataluña. Y Sala se pregunta si la caída de contratos puede deberse al impacto de los contratos de temporada (de 11 meses, que en teoría deberían pagar fianza) que buscaron esquivar las regulaciones.
El catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra José García Montalvo añade que las estadísticas todavía están normalizándose “tras el desbarajuste de la pandemia, que distorsionó todas las series estadísticas”. “También ha afectado en el mercado el control de los alquileres [que estuvo vigente en Cataluña], porque provocó la retirada de producto de mercado y todavía hay propietarios que temen que vuelva con la Ley de Vivienda”.
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