Collboni apuesta por recuperar 30 interiores de manzana como alternativa a la Superilla “inviable” de Colau
El candidato del PSC a la alcaldía presenta un plan para ganar 90.000 metros cuadrados de espacio público sin eliminar coches y con una inversión de 171 millones de euros
El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona y ex socio de la alcaldesa Ada Colau, Jaume Collboni, ha concretado este miércoles su plan para recuperar 30 interiores de manzana de...
El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona y ex socio de la alcaldesa Ada Colau, Jaume Collboni, ha concretado este miércoles su plan para recuperar 30 interiores de manzana del Eixample. Un plan cuantificado en 171 millones en ocho años que ha defendido como alternativa a la Superilla impulsada por la alcaldesa, que prevé sacar coches y llenar de verde una de cada tres calles del distrito. De manera más o menos explícita, Collboni se ha desmarcado o ha lanzado puyas al plan de los comunes por sus “afectación a la movilidad, a la accesibilidad de los vecinos o las externalidades negativas”. El candidato ha presentado su plan justo el día que arrancan tres jornadas internacionales de debates organizadas por el Ayuntamiento sobre el modelo que propone la Superilla.
Collboni ha manifestado que su presentación “es una gran oportunidad para hacer contraste” entre los dos modelos. “Hay un discurso muy anti, que no es el nuestro, el mío no lo es. Hay dos alternativas para ganar verde. Consell de Cent [el epicentro de las actuaciones actuales] puede tener resultados positivos a corto plazo, pero escalar el modelo a todo el Eixample no es viables y es económicamente inasumible”, ha manifestado. Hace unos meses, Collboni anunció en un desayuno informativo que si fuera alcalde “frenaría y evaluaría” el despliegue de calles pacificadas en el Eixample; al tiempo que reveló su apuesta por continuar la recuperación de interiores de manzana que comenzaron alcaldes del PSC hace 20 años.
Recuperar estos espacios interiores de las manzanas que dibujó Ildefons Cerdà cuando pensó el Eixample requiere llegar a acuerdos con propietarios para comprarles el suelo, hacer permutas, cesiones, o en el peor de los casos expropiar. Muchos de los actuales 45 interiores recuperados (donde se ubican parques y equipamientos) eran industrias, aparcamientos o naves ocupadas por negocios como supermercados. Por ello ha sugerido crear una agencia municipal para llevar a cabo la gestión urbanística como en su día fue Proeixample.
Collboni ha cuantificado en 15 los espacios que ya tienen planes urbanísticos aprobados y otros 15 que habría que acordar. Y ha asegurado que se ganarían 90.000 metros cuadrados de espacio público, el equivalente a “multiplicar por 10 las cuatro plazas que se están haciendo en la Superilla de Consell de Cent”. A ellos ha sumado el espacio público que se ganará en la Escola Industrial, un proyecto impulsado por el PSC desde la Diputación. Más los 14.000 previstos en la antigua cárcel Modelo y la futura reforma de la avenida de Roma.
La actual teniente de alcalde en el gobierno de coalición con los comunes, Laia Bonet, que llevaría la cartera de Urbanismo si ganara el PSC, ha propuesto también un plan de “mantenimiento y dinamización, con actividades” de los 45 parques existentes. “Los interiores son una buena muestra del urbanismo por el que apostamos, transformador y no superficial. Una de las apuestas más valientes, realistas y de sentido común”, en otra indirecta a sus todavía socios en el gobierno municipal.
Collboni ha lamentado que en los últimos tres mandatos (12 años) no se haya impulsado la recuperación de nuevos interiores de manzana: si se ha ganado alguno es porque ya estaba en marcha, o porque lo ha pagado algún propietario. Es el caso de la pequeña plaza, sin apenas bancos, que se ha creado en la calle de Casp, vinculada a la obra del nuevo hotel de la cadena Me. “Las prioridades han cambiado en los últimos años, la prioridad ha sido actuar sobre viales, cuando los interiores de manzana tiene menos impacto sobre la economía, menos externalidades negativas y son más seguros”, ha constatado el candidato. A su juicio, “si se reduce la circulación en la ciudad, hay que garantizar el transporte público metropolitano. No se puede cerrar un grifo, el de la movilidad individual, y no abrir otro, el que supone una alternativa; porque el coche es una necesidad para mucha gente que no la tiene”.
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