Ada Colau salva el plan de usos del Eixample, que mantiene el blindaje ante nuevos bares en Sant Antoni

Los comunes sacan adelante el texto con el apoyo de ERC, la abstención de Junts y el apoyo del PSC a última hora

El mercado de Sant Antoni de Barcelona, cuyo entorno queda blindado a la apertura de nuevos bares, en una imagen de archivo.Sergi Reboredo

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha salvado finalmente el plan de usos del Eixample, el distrito central de la ciudad. Un documento que fija las condiciones de apertura de bares, restaurantes, discotecas y otros negocios considerados...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha salvado finalmente el plan de usos del Eixample, el distrito central de la ciudad. Un documento que fija las condiciones de apertura de bares, restaurantes, discotecas y otros negocios considerados “de alto impacto” sobre la vida vecinal y el comercio de proximidad. Finalmente, y en un tema que ha abierto una brecha entre los comunes y sus socios del PSC, el texto ha salido adelante con el apoyo de ERC, la abstención de Junts y el sí también de los socialistas, que lo anunciaron cuando ya tenía apoyo suficiente.

El plan final fija dos niveles de restricción: mantiene el blindaje de nuevas aperturas en el barrio de Sant Antoni (condición que los comunes consideraban irrenunciable), el entorno de la calle de Girona y las calles peatonales como la Superilla; y es más laxo en el resto del distrito. El texto no se ha modificado ni una coma respecto al pasado viernes, pero ERC ha añadido una disposición adicional que contempla revisar el plan en Sant Antoni dentro de un año; y Junts un texto añadido que prevé crear un grupo de trabajo con vecinos y comerciantes para hacer seguimiento de cómo funciona el plan.

El expediente, que la semana pasada el Gobierno municipal tuvo que retirar por falta de apoyos, se ha aprobado este viernes en un pleno donde han volado cuchillos, con reproches cruzados: de la oposición al ejecutivo y también entre los dos socios.

La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha reivindicado haber escuchado a vecinos y comerciantes “que no han parado de trabajar” y que los comunes “no se han rendido”. Y en un ejercicio de retranca ha dado “la bienvenida a que el PSC vuelva al consenso de izquierdas de 2018″, cuando se aprobó el plan de usos de Sant Antoni que ahora los socialistas pretendían suavizar. Su socia en el gobierno y teniente de alcalde de Agenda 2030, Laia Bonet, también ha lanzado un zasca a los comunes: “Necesitábamos un plan de usos, lástima la falta de responsabilidad en la formación que llevó el expediente al pleno de la semana pasada sin tener apoyos”, ha dicho.

Desde ERC, Ernest Maragall ha presumido de su responsabilidad al facilitar el acuerdo: “Que ustedes no han sido capaces de conseguir”, en referencia al ejecutivo municipal. Jordi Martí, de Junts, ha dejado caer que el futuro de este plan dependerá de quien gobierna a partir de las elecciones de mayo, y ha celebrado el redactado final, “viniendo de un alcance de las restricciones excesivo”. En Ciutadans, Paco Sierra ha echado a los socios su ruptura y “que utilicen a los vecinos”. “Tras la espantada de Collboni, han pactado comunes y ERC y PSC se suma porque quedaban fuera”, ha espetado sobre lo que ha calificado de “circo”. Desde el PP, Óscar Ramírez ha recordado que el plan aprobado “es exactamente el mismo de la semana pasada” y en Valents Eva Parera ha criticado las “prohibiciones” del ejecutivo.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Sobre la firma

Más información

Archivado En