El día después de la huelga sanitaria en Cataluña: “Tardamos meses en recuperar el trabajo de un día de paro”

El Govern admite que se han retrasado casi 2.000 operaciones y 100.000 visitas en dos días y los profesionales lamentan el perjuicio que sufren ellos mismos y los pacientes los días posteriores a las protestas

Huelga de médicos, este jueves, delante del Parlament de Catalunya.Foto: Carles Ribas | Vídeo: EUROPA PRESS

“Cuando vuelves a tu puesto de trabajo tras un día de huelga siempre tienes un regalo”. Núria Guirado es enfermera y trabaja en el centro de Atención Primaria (CAP) de Piera (Barcelona). Este jueves por la tarde ha vuelto a trabajar tras manifestarse el martes y el miércoles contra la precariedad laboral, y se ha encontrado un panorama similar al de otros compañeros: “Te encuentras que aquellos pacientes que no has podido...

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“Cuando vuelves a tu puesto de trabajo tras un día de huelga siempre tienes un regalo”. Núria Guirado es enfermera y trabaja en el centro de Atención Primaria (CAP) de Piera (Barcelona). Este jueves por la tarde ha vuelto a trabajar tras manifestarse el martes y el miércoles contra la precariedad laboral, y se ha encontrado un panorama similar al de otros compañeros: “Te encuentras que aquellos pacientes que no has podido ver quedan pendiente para los próximos días”. ¿La solución? Hacer exactamente aquello por lo que se moviliza y está en contra. “Forzar las agendas, no dedicar el tiempo que se merecen los usuarios y regalar horas extras a nuestro pesar”. Los profesionales sufren la paradoja de las huelgas sanitarias: sin nómina durante los paros y con el mismo trabajo pendiente. Las enfermeras dejan de cobrar algo más de 100 euros y los médicos rondan los 200 por cada día de huelga.

Manifestación de médicos en Barcelona, este jueves. Carles Ribas

El exceso de carga laboral es uno de los motivos que han llevado al personal sanitario, liderado esta vez por los médicos, a salir a la calle por segundo día consecutivo. Unos 5.000 facultativos han dado continuidad a las protestas del martes (las enfermeras) y el miércoles (todos los ámbitos sanitarios) para reclamar mejoras en las condiciones económicas y laborales. El sindicato Metges de Catalunya ha convocado paros puntuales los próximos 1, 2 y 3 de febrero; y se reunirá este viernes al mediodía con el consejero de Salud, Manel Balcells, para desbloquear la situación.

La huella de la huelga ha sido profunda en la actividad asistencial. Los centros hospitalarios han aplazado casi 2.000 operaciones y se han retrasado unas 5.000 agendas, que atienden como mínimo a unas 20 personas al día. Al menos 100.000 visitas deben de recuperarse en Cataluña y añaden presión a las permanentes listas de espera. “El impacto ha sido alto”, admite el director del Servicio Catalán de la Salud, Ramon Canal. El Departamento asume que se necesitará “tiempo” para absorber todo este trabajo pendiente y admite la complejidad de resolver el conflicto. “Aquí no se producen coches, sino que atendemos a personas que sufren dolencias y requieren una solución”.

Manifestación de médicos en Barcelona, este jueves. Carles Ribas

La enfermera Guirado sabe que los próximos días recibirá a pacientes que tienen visita a la misma hora. “A veces te encuentras a tres usuarios que coinciden y tienes que visitarlos de uno en uno, con el retraso que se genera”, dice. Estas situaciones no se dan únicamente tras las huelgas, sino que también es habitual tras regresar tras unos días de libranza. “El premio son las agendas sobrecargadas”. En su primer día tras el paro ha encontrado una agenda asumible porque, dice, “algunas familias las han desprogramado”, pero intuye que la semana que viene estará más cargada. . La acumulación de pacientes lleva a los retrasos continuados y a largas jornadas de trabajo. “Sabemos que la gente necesita vernos y la queremos atender porque está en su derecho”. El contexto y la comprensión de los pacientes facilita las cosas: “La ciudadanía nos acompaña y estos días de huelga ha intentado no venir”. Guirado reivindica el papel de las enfermeras y el resto de personal sanitario no médico, “a pesar de la invisibilización a la que estamos sometidas por el Departamento y los medios de comunicación”.

Con los servicios mínimos establecidos desde el lunes, los quirófanos han funcionado a medio gas y se han destinado a aquellos procedimientos urgentes. En Vall d’Hebron, por ejemplo, el 40% de las cirugías, unas 30 operaciones, han quedado pendientes de reubicar y obligan a alargar las listas de espera. “Todo este trabajo no se resuelve hasta dentro de unos meses, quizás, abril”, explica Esther Gómez, anestesista del centro barcelonés. Este jueves tenía programada una cirugía de prótesis y la retirada de material de un hueso. “Estas dos intervenciones podrán asumirse dependiendo de la disponibilidad del quirófano”, explica.

Protesta de médicos delante del Parlament, este jueves. Carles Ribas

Las consecuencias que sufren los pacientes en el conflicto lleva a muchos sanitarios a ser cuidadosos a la hora de hacer huelga. Lo pagan los pacientes y lo pagan los propios profesionales que sobrecargan la mochila de las visitas pendientes. “Es un perjuicio para todos porque algunas visitas no pueden postergarse mucho”, entiende Gómez. “Por todo esto, los médicos se lo piensan mucho para ir a la huelga”. Algunos van incluso más allá: los equipos médicos reconocen que numerosos profesionales sanitarios renuncian a su derecho de huelga para no pagar ellos, ni los pacientes, el día después de las protestas.

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