La innovación, un arma cargada de futuro
Europa cuenta con el nivel tecnológico para ponerse al frente de temas clave como la lucha contra el cambio climático y la ciberseguridad
Pensadores, gestores y emprendedores. Esas fueron, a grandes rasgos, las tribus humanas representadas en las ponencias de Año Cero. Tendiendo un puente entre ellas estuvo la economista griega Phoebe Kondouri. En su intervención desde Atenas, la presidenta de EAERE, asociación de economistas comprometidos con la sostenibilidad y el medio ambiente, habló del European Green Deal, el pacto verde contra el calentamiento global que pretende convertir a Europa en el primer continente climáticamente ...
Pensadores, gestores y emprendedores. Esas fueron, a grandes rasgos, las tribus humanas representadas en las ponencias de Año Cero. Tendiendo un puente entre ellas estuvo la economista griega Phoebe Kondouri. En su intervención desde Atenas, la presidenta de EAERE, asociación de economistas comprometidos con la sostenibilidad y el medio ambiente, habló del European Green Deal, el pacto verde contra el calentamiento global que pretende convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro antes de 2050.
Se trata de un objetivo ambicioso, pero “no un cuento de hadas”. Kondouri aseguró que “estamos inmersos en una revolución tecnológica que hará que la sostenibilidad resulte posible”. Se trata de una oportunidad magnífica: “Las energías renovables han probado su rentabilidad y eficiencia, disponemos de fondos y estamos actuando de manera coordinada”. ¿Qué nos falta? “Para acelerar el proceso, necesitamos involucrar a un número cada vez mayor de empresas privadas que contribuyan a garantizar la viabilidad industrial de nuestro modelo de innovación”.
Lucas Arangüena, director de la nueva unidad de financiación verde del Banco Santander, es uno de los profesionales de la iniciativa privada que recogen el guante lanzado por Kondouri. En su intervención, Arangüena empezó recordando que cada europeo genera una media de cinco toneladas anuales de CO2. ¿Cómo reducirla a cero en menos de 30 años? “Con más y mejor innovación tecnológica”. El departamento que él coordina se centra en demostrar que la ecología puede ser un buen negocio “financiando a empresas innovadoras y acompañando a las que quieran completar la transición hacia modelos de actividad más sostenibles”. Para Arangüena, “en España se innova mucho”. Él destaca iniciativas financiadas por su institución como “un proyecto para transformar los gases de las chimeneas en biocombustibles o una empresa del sector alimentario que trabaja en formas alternativas de producir proteínas”. En su opinión, “asistimos a una revolución industrial verde en Europa, un cambio de paradigma que creará cintos de miles de trabajos en la próxima década”.
Cristina Aleixendri presentó una de esas iniciativas transformadoras gestadas en nuestro país, Bound4blue, empresa de la que es cofundadora. Su apuesta ha sido contribuir a la descarbonización de la muy contaminante industria marítima creando “velas de aluminio inspiradas en las del comandante Jacques Cousteau”, para reducir el consumo por parte de los barcos de energías no renovables: “En condiciones de viento normales, nuestras velas proporcionan un 25% de ahorro energético, con lo que convertimos las embarcaciones en vehículos híbridos”. Junto a Aleixendri, otro emprendedor, Pablo Vidarte, presentó la compañía que administra, Bioo. Su modelo consiste en “transformar la materia orgánica en energía gracias a los electrones que generan la flora y la fauna”. Ya disponen de tecnología que permite logros como “cargar un móvil en una maceta”.
Nuevos liderazgos
Chema Alonso, miembro del Comité Ejecutivo de Telefónica, habló de los progresos del metaverso y de cómo su empresa está apostando por la pujante economía del token. En su opinión, “estamos en un momento decisivo, similar a esa fase de consolidación de la web 2.0 que encumbró a Twitter, Facebook, Amazon y compañía”. Lo que se está produciendo es “un nuevo reparto de cartas en que los nuevos unicornios, las empresas verdaderamente disruptivas, podrán competir con la vieja guardia”.
Por último, Belén García Molano, directora de Tecnología y Desarrollo de Airbus, e Isabel González Hervás, directora de Indra Digital Labs, hablaron del salto cualitativo a nivel tecnológico que se ha producido en su sector, el de la seguridad y defensa. García Molano hizo referencia “a lo muy estratégico e innovador que es el sector aeroespacial, productor de tecnologías de alta aplicabilidad para la industria privada”. Su compañía es pionera en ciberseguridad: “Llevamos desde la década de 1980 protegiendo programas como Eurofighter, y eso nos ha permitido acumular un conocimiento que aplicamos, sin ir más lejos, cuando se produjeron ciberataques masivos contra hospitales en los primeros meses de la pandemia”. La prioridad de Airbus es, ahora mismo, “seguir innovando para contribuir, entre otras cosas, a la sostenibilidad y a la autonomía y soberanía energética de Europa”. En ese sentido, en 2035 dispondrán ya “del primer avión de hidrógeno”.
González Hervás cree que “se ha llegado a un punto de no retorno en el que los que han apostado a tiempo por la computación cuántica, la inteligencia artificial o las radiofrecuencias han obtenido una ventaja cualitativa enorme”. Europa dispone de fondos de inversión para la transformación tecnológica y, además, “está optando por reindustrializarse para recuperar la autonomía energética y la capacidad estratégica”. Lo que no debería hacerse es, en su opinión, dispersar el foco: “No intentemos abarcarlo todo. Veamos en qué sectores podemos dar un salto tecnológico que nos haga competitivos”. Formar parte del futuro también es cuestión de método.
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