Más de la mitad de la electricidad de Cataluña depende de las nucleares por el freno a las renovables

Pese al discurso político sobre la “soberanía energética” la supeditación a recursos externos para cubrir la demanda de energía catalana aumentó el año pasado hasta el 84,6%.

La central nuclear Vandellós II vista des de l'AP-7. Josep Lluis Sellart

A Cataluña no le salen las cuentas con las energías renovables. La nuclear sigue siendo el principal motor de producción eléctrica, un 52% del total demandado, muy por delante de fuentes de generación limpias, como la eólica o la fotovoltaica. Los rea...

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A Cataluña no le salen las cuentas con las energías renovables. La nuclear sigue siendo el principal motor de producción eléctrica, un 52% del total demandado, muy por delante de fuentes de generación limpias, como la eólica o la fotovoltaica. Los reactores nucleares aportaron el año pasado casi siete veces más electricidad que la hidráulica y casi nueve veces más que los parques eólicos. En la comparativa con la fotovoltaica, la nuclear se impone por 62 a 1. “Los datos son alarmantes porque reflejan la dificultad para cumplir los objetivos para el 2030″, advierte el informe anual del Observatorio de las Energías Renovables de Cataluña (Obercat), impulsado por las principales empresas y organizaciones catalanas que trabajan en la gestión energética eficiente.

La dependencia de la nuclear se mantiene pese a que los tres reactores que están activos, Ascó I, Ascó II y Vandellòs II, tienen la fecha de caducidad a la vista. Ascó I debe cerrar dentro de ocho años y a Vandellòs el margen se le agota en 2035. A medio camino queda Ascó II, cuyo desenchufe está programado para 2032.

El despliegue de renovables es una asignatura pendiente que Cataluña arrastra desde hace muchos cursos y la lentitud a la hora de tramitar parques eólicos y huertos de placas solares penaliza los acuerdos que están marcadados en rojo por la Prospectiva Energética de Cataluña (PROENCAT 2050), un documento marco donde el Instituto Catalán de la Energía fija “las visiones de futuro del sistema energético catalán”. El déficit de renovables acumulado en 2021 es de 1.354 megavatios (MW) con respecto a esos compromisos suscritos por el Govern y por el Parlament, analiza el informe anual del Obercat. El documento destaca que el salto adelante que se ha dado con los montajes de autoconsumo, un 72% más que en 2020, no se traslada a las grandes instalaciones. Hay cinco parques eólicos en construcción, pero durante el año pasado no se puso en marcha ni un solo molino.

El informe técnico pone de relieve que el autoconsumo solo basta para cubrir un 0,6% de la demanda eléctrica de Cataluña, y sin un despliegue extraordinario de las dos energías renovables con capacidad de crecimiento, solar fotovoltaica y eólica, “no se ve posible la sustitución de la nuclear por renovables cuando se produzca su cierre”. Pese a la escenificación del Govern, esta semana anunció 3,6 millones de euros para implantar una “red de oficinas comarcales de transición energética”, los datos revelan que la anunciada “soberanía energética” queda lejos. En 2021, Cataluña vio como aumentaba hasta el 84,6% su dependencia de “recursos externos”, tales como el petróleo, el gas o el uranio, para cubrir la demanda de electricidad . Aquellos recursos que son propios de Cataluña, caso de las renovables o la energía procedente de la quema de residuos, se encogieron hasta el 15,4%, cuando un año antes representaron un 19,2%.

Si no se de un vuelco radical a la dinámica actual, la conclusión del análisis de Obercat es que el 94% de los objetivos de energía renovable que tiene fijados Cataluña para el 2030 “solo se podrán cumplir con importaciones de fuera”, algo que, según reprueba el informe, supondrá “un fracaso de los objetivos comprometidos en la transición energética”.

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