Las multiconsultas que prometió Ada Colau no se harán al menos hasta 2024
El nuevo reglamento requiere 88.709 firmas para conseguir que se vote una pregunta
La comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer el nuevo reglamento de participación ciudadana. La normativa que permitirá celebrar las llamadas multiconsultas contó con el apoyo de la coalición del gobierno formada por BComú-PSC y los principales grupos de la oposición: ERC y Junts. El resto —C’s, PP y Valents— se abstuvieron. Cuando el equipo de Ada Colau se presentó por primera vez a la alcaldía de Barcelona en ...
La comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer el nuevo reglamento de participación ciudadana. La normativa que permitirá celebrar las llamadas multiconsultas contó con el apoyo de la coalición del gobierno formada por BComú-PSC y los principales grupos de la oposición: ERC y Junts. El resto —C’s, PP y Valents— se abstuvieron. Cuando el equipo de Ada Colau se presentó por primera vez a la alcaldía de Barcelona en 2015 lo hizo, entre otras, con la promesa de celebrar consultas ciudadanas periódicamente. Aún así, el primer reglamento que confeccionó aquel gobierno nació, de alguna manera, gafado. No estuvo redactado hasta 2017. A ese retraso de confección se añadieron obstáculos como los cambios bruscos de opinión de algunas formaciones politicas: en el pasado mandato la CUP llegó a votar en contra de la celebración de la consulta en un pleno y a favor de la misma en otro o el PSC —fuera del gobierno— y el entonces PDeCat, que votaron en contra de la multiconsulta en un pleno y se abstuvieron en otro. En paralelo a los cambios de opinión de las formaciones, lo que acabó de derribar a aquel reglamento fue la interposición de varios recursos judiciales de asociaciones y despachos de abogados disconformes con partes del redactado y, sobre todo, con que se preguntara a la ciudadanía si quería remunicipalizar la gestión del agua.
Todo ello ha obligado a la actual coalición de gobierno a comenzar de nuevo y redactar un nuevo reglamento. Según el concejal de participación, Marc Serra, el nuevo reglamento “recupera en un 90% el texto del 2017″. Pese a ello, se han endurecido, y mucho, las posibilidades de que una iniciativa ciudadana acabe en la urnas.
El nuevo reglamento pasó ayer el primer trámite en la comisión pero no será aprobado en el pleno hasta marzo. En la práctica, estas consultas deben celebrarse en primavera, normalmente, en mayo. Consultada la regidoría de participación, aseguran que este año, con toda probabilidad, no podrá celebrarse ninguna consulta ya que no se cumplirían los tempos estipulados. El pleno aprobará el reglamento en marzo y en el articulado ya destaca que las iniciativas ciudadanas que se lleven a votación tienen un término para recoger firmas que es “de dos a tres meses prorrogables a un mes más” lo que hace imposible poder celebrar en la primavera de 2022 el primer referéndum municipal. El problema es que 2023 es año electoral y explícitamente no se puede celebrar la multiconsulta en año de comicios municipales por lo que, en el mejor de los casos, las consultas que prometió Colau en 2015 no se celebrarán hasta 2024.
En 2018 dos iniciativas consiguieron las 15.000 firmas que se necesitaban para que sus preguntas llegaran a la multiconsulta. La primera de ellas pedía cambiar el nombre de la plaza Antonio López por Idrissa Diallo y la segunda solicitaba preguntar a la ciudadanía si se debía remunicipalizar el agua apartando a Agbar de la gestión. Los recursos judiciales impidieron que se llegara a consultar a los vecinos. Ahora, el nuevo reglamento ha tenido que adaptarse a la ley catalana de consultas no refrendarias y se necesitarán 88.709 firmas para poder llegar a realizar una pregunta.