Dos olas de covid muy distintas en Barcelona
La Agencia de Salud Pública confirma que las desigualdades son determinantes en la pandemia
Las desigualdades de edad, género, territorio y renta influyen en la salud de la población y han sido también determinantes durante la pandemia del ...
Las desigualdades de edad, género, territorio y renta influyen en la salud de la población y han sido también determinantes durante la pandemia del coronavirus en Barcelona. La Agencia de Salud Pública (ASPB) del Ayuntamiento acaba de publicar un estudio en la revista Environmental Research and Public Health) que lo confirma. El informe señala la necesidad de destinar programas específicos a las zonas más afectadas y alerta de que los efectos de la pandemia podrían empeorar las desigualdades: sociales y, como consecuencia, de salud.
El artículo, además analiza por separado la primera ola y la segunda ola y muestra como su afectación fue muy distinta. En la primera (del 1 de marzo al 15 julio) afectó sobre todo a personas mayores y trabajadoras sanitarias. Y la segunda ola, del 16 de julio a finales de noviembre, la afectación fue más transversal, con mayor incidencia entre los jóvenes que el primer embate, y con diferencias más acentuadas de renta entre zonas de la ciudad. Fueron especialmente castigadas zonas de Nou Barris, el Besòs y el Raval.
El informe se titula Desigualdades socioeconómicas en covid-19 en un área urbana europea: dos olas, dos patrones. El texto defiende que cualquier problema de salud debe ser analizado desde la perspectiva de la desigualdad. Apunta también la relevancia de analizar por separado a hombres (sufren más enfermedades crónicas relacionadas con la covid, como las respiratorias, y tienen más prevalencia de tabaquismo y consumo excesivo de alcohol, lo que también está relacionado con enfermedades crónicas) y mujeres (tienen un sistema inmunológico más fuerte pero están sobrerepresentadas en trabajos sanitarios y de cuidados). Y que estos indicadores deben ser tenidos en cuenta “a la hora de planificar enfoques preventivos para la población”.
Porque las desigualdades, apunta, provocan un doble problema entre la población más vulnerable: un mayor riesgo de infección (por sus condiciones de vida, vivienda o trabajo); y un mayor riesgo de desarrollar condiciones clínicas más graves, porque su salud, de salida y como consecuencia de las condiciones de vida, es peor. Los resultados, señalan, “permiten evaluar necesidades en el territorio, priorizar áreas específicas de acción y desarrollar intervenciones específicas desde el departamento de salud pública y otras áreas”.
El estudio analiza los casos confirmados de covid (sin contar con las residencias, porque si los residentes eran de otros barrios distorsionaba el resultado) y se analizan en función de la edad, el sexo y la renta por secciones censales, “que permiten tener una visión más detallada que el análisis por barrios”, explica la gerente de la ASPB, Carme Borrell.
En la primera ola, señala la también doctora en Salud Pública, cuando solo se hicieron pruebas a los enfermos más graves que estaban ingresados, el virus afectó más a las personas mayores (y tres veces más a los hombres), y a mujeres del sector sanitario y de los cuidados. También se observó mayor incidencia en barrios desfavorecidos de Nou Barris.
“La segunda ola ofrece un patrón más real y transversal”, indica Borrell. “Reveló una mayor incidencia de infección en la población joven (de 15 a 34 años y de 35 a 64), con similar afectación por sexo y con mayor relevancia en las desigualdades de ingresos”, afirma el estudio. Estos patrones explicarían, por ejemplo, que la primera ola tuviera poca incidencia en Ciutat Vella y el distrito fuera uno de los más afectados en la segunda, apunta Borrell.