LA NUEVA CATALUÑA LATINOAMERICANA

Un Oso de Oro en Cadaqués

Tras más de veinte años en la ciudad de Barcelona, a Claudia Llosa continúan etiquetándola de directora de cine peruana

Claudia Llosa, directora de cine y escritora, en la Costa Brava (Girona).©Toni Ferragut

Más que sus veinte años residiendo en la ciudad, la prueba de que Claudia Llosa ya forma parte de Barcelona son sus destinos de veraneo. Llosa (Lima, Perú, 1976) ha dividido el agosto entre Cadaqués y la Cerdanya. Pocas cosas caracterizan mejor a los barceloneses con recursos que estos dos lugares de descanso. Llosa ha compaginado reuniones por videoconferencia para preparar el guion de su próxima película con chapuzones en la Costa Brava. “Pese a que he desarrollado mi carrera aquí, todavía se me califica de directora de c...

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Más que sus veinte años residiendo en la ciudad, la prueba de que Claudia Llosa ya forma parte de Barcelona son sus destinos de veraneo. Llosa (Lima, Perú, 1976) ha dividido el agosto entre Cadaqués y la Cerdanya. Pocas cosas caracterizan mejor a los barceloneses con recursos que estos dos lugares de descanso. Llosa ha compaginado reuniones por videoconferencia para preparar el guion de su próxima película con chapuzones en la Costa Brava. “Pese a que he desarrollado mi carrera aquí, todavía se me califica de directora de cine peruana”, comenta. Quizá es porque, como ella dice, “lo que te une más a un lugar es la infancia y la tierra de los padres”.

Llosa opina que las identidades en el mundo actual son difusas: “Tenemos una carta de identidades escrita por convenciones. Dónde vides, de dónde eres, tu lengua... Estas convenciones deberían cambiar”. “Quizá lo más importante es el sitio donde vives”, concede Llosa, “pero aunque estoy muy asimilada a Barcelona, no me es inimaginable cambiar de ciudad”.

Llosa ganó el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín en 2009 con su segunda película, La teta asustada, un relato sobre la violencia contra las mujeres durante los conflictos armados en Perú. Ocho años antes se había instalado en la capital catalana procedente de Madrid, donde había ampliado sus estudios de cine. Considera Barcelona “un caramelo”, una ciudad casi ideal, aunque precisa que sería igualmente feliz en “muchas otras ciudades de Europa”. Quizá no se cansa de Barcelona, añade, porque su trabajo requiere que viaje constantemente.

Durante sus estudios en Madrid coincidió con Santiago Roncagliolo. El escritor peruano comentó en esta serie de perfiles de EL PAÍS que si España a principios del siglo XXI era un destino idóneo para encontrar oportunidades en el campo de la creación, hoy América Latina ha crecido lo suficiente para no tener que expatriarse. Llosa cree que en el terreno del cine, en Perú han mejorado las condiciones, pero sigue siendo difícil, por la falta de recursos, producir una película. “Pero la crisis económica también endureció las condiciones para el cine en España”, dice Llosa, “si se compara con los años 2000”.

Su próximo lanzamiento es Distancia de rescate, una producción de Netflix que Llosa ha rodado en Chile. Varios referentes del mundo audiovisual, entre ellos la presidenta de la Academia del Cine de Cataluña, Isona Passola, han advertido de que la industria audiovisual catalana se está quedando atrás. En cambio, Madrid ha ganado protagonismo como polo de producción de plataformas como Netflix o Amazon. Llosa evita posicionarse en los asuntos que considera delicados, y por eso dribla con esmero la pregunta sobre qué puede estar fallando en su ciudad de adopción. “Hoy en día, con producciones en múltiples ciudades, la localización no es tan importante. Además, entre Madrid y Barcelona solo hay dos horas de tren, no es un contratiempo”.

Sobre la posible pérdida de competitividad del sector del cine local, Llosa apunta a grandes trazos que la crisis social, económica y de auge de los nacionalismos golpea igual a Cataluña, a España y al mundo entero. Sí añade que “hay algo grande, histórico, en Barcelona, como representante de las libertades y de la creación”, y que el reto es “no perderlo en la metamorfosis que experimenta la ciudad”. Llosa subraya que Barcelona ha aprendido a ser todavía más diversa gracias a las nuevas olas migratorias, pero no duda en valorar que la ciudad “está en un momento en el que se decide si se mantiene como ciudad abierta o no”.

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La puerta de entrada de Llosa a los ciudadanos indígenas del Perú fue Arsenia, una empleada doméstica que trabajaba y vivía en la casa familiar de Lima. Arsenia ha sido una influencia importante para sus películas, no solo en La teta asustada pero también en su ópera primera, Madeinusa. Pero, ¿hay Arsenias en Barcelona? Muchas mujeres peruanas emigran a España para trabajar en servicios de limpieza o en atención a personas dependientes. Llosa, que dice conocer y mantener contactos con la comunidad peruana de Barcelona, detalla que la migración a España es en general distinta al perfil de Arsenia: “Los peruanos que emigran a España son otra generación, más informada. Arsenia era de la generación de los que emigraban a Lima”.

La familia de Claudia Llosa hunde también sus raíces en olas migratorias. El referente de la rama materna es el bisabuelo Emanuel Riso, un italiano que emigró en el siglo XIX a Perú. “Mi bisabuelo era el edipo de todos nosotros. Nos marcó el destino”. Gracias a él, Llosa tiene también la ciudadanía italiana.

Directora y productora de éxito

Año y lugar de nacimiento: 1976, Lima, Perú.

Cuándo llegó a Barcelona: En 2001, tras ampliar sus estudios de cine en Madrid.

Qué determina que viva lejos de su país: La calidad de vida y sus dos hijos.

Ocupación: Directora de cine y publicidad, Netflix estrenará Distancia de rescate.

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