El Govern retrasa las mascarillas que Torra prometió sin tenerlas

Apenas un día después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunciara que a partir del próximo martes se repartirían en las farmacias catalanas 14 millones de mascarillas, el Govern rectificó y retrasó al día 20 el inicio de la entrega de esas protecciones. El motivo no es otro que la improvisación de la medida, que se anunció sin tener garantizado el suministro ni la logística para hacerlo efectivo. ...

Apenas un día después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunciara que a partir del próximo martes se repartirían en las farmacias catalanas 14 millones de mascarillas, el Govern rectificó y retrasó al día 20 el inicio de la entrega de esas protecciones. El motivo no es otro que la improvisación de la medida, que se anunció sin tener garantizado el suministro ni la logística para hacerlo efectivo. El Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña advirtió este jueves del riesgo de aglomeraciones en los establecimientos en busca de la mascarilla y el Govern acabó dando marcha atrás horas después.

La consejera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, reconoció implícitamente la improvisación del anuncio del reparto de mascarillas realizado por Quim Torra el jueves en una entrevista en RAC1. El president aseguró entonces que entre el 14 de abril y el 10 de mayo se empezarían a repartir de manera gratuita 14 millones de mascarillas a través de las farmacias. Budó explicó en la rueda de prensa diaria que hace el Govern que el próximo martes solo podían estar disponibles 100.000 unidades y que habían decidido retrasar la puesta en marcha de la medida tras consultar al Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña. La previsión final de la Generalitat es que los 14 millones de mascarillas lleguen a las farmacias entre el próximo día 20 y “primeros o mediados de mayo”, según Budó.

Las declaraciones de la consejera llevan a pensar que la Generalitat no dialogó con los farmacéuticos con anterioridad al anuncio de Torra. Era una propuesta que estaba sobre la mesa del Govern, pero en una fase de estudio y sin tener todos los cabos atados. También es significativo que fuera la portavoz del Govern y no la consejera de Salud, Alba Vergés, la que hiciera el anuncio del retraso. Esa actuación sorprendió incluso a parte del Ejecutivo catalán, pues no se había consensuado la comunicación inminente de la medida.

Torra tampoco aclaró en su anuncio ni cómo se articularía la entrega de las mascarillas, ni cuáles serían los grupos prioritarios ni la operativa que se aplicaría para evitar aglomeraciones. De hecho, ni siquiera los farmacéuticos podían garantizar que el día 14 llegase a las boticas la primera remesa de 100.000 mascarillas ni tampoco que la logística de retirada del producto a través de la tarjeta sanitaria esté lista.

Budó explicó ayer que los primeros destinatarios de las mascarillas serán las personas “más vulnerables”, así como las que han de acudir a su puesto de trabajo a partir del martes. También detalló que a cada ciudadano le correspondería una y que le será entregada de manera gratuita en la farmacia con la tarjeta sanitaria, como si se tratara de un medicamento. Al ser preguntada sobre el modelo de mascarilla que repartiría la Generalitat explicó que lo desconocía, aunque unos segundos después explicó que se trataba del modelo P2 FFP2, que no es de un solo uso, sino que se puede reutilizar. A lo largo de la tarde de este viernes, sin embargo, Budó volvió a rectificar y aseguró que las mascarillas serán quirúrgicas, que son las más sencillas. El coste por unidad es de 0,60 euros más IVA, dijo.

Horas antes de la rectificación del Govern, los farmacéuticos habían cuestionado el anuncio de Torra. “Dado el poco margen con el que contamos y más teniendo en cuenta que estamos en periodo festivo, imposibilita poder garantizar dos aspectos logísticos fundamentales: que todas las mascarillas lleguen a las farmacias el mismo martes y que la dispensación se pueda hacer mediante el sistema de receta electrónica, tal y como contemplaba el Consejo en su proyecto inicial”, puntualizó el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña en un comunicado.

La propuesta que manejaba el Govern y que Torra precipitó con su anuncio estaba pensada, en realidad, para dentro de unas semanas, para la fase de desescalada del desconfinamiento. El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) lleva días estudiando cómo desplegar el operativo a través de la tarjeta sanitaria para priorizar grupos de riesgo y evitar que una sola persona acapare muchas mascarillas. Los boticarios, por su parte, también habían desarrollado un proyecto para dispensar las mascarillas, a través de las farmacias, cuando se levantase el confinamiento. Pero no de la forma en que lo ha gestionado Torra.

“Una llamada al desconfinamiento”

Fuentes conocedoras del desarrollo de esta medida critican que el anuncio de Torra era “de facto, una llamada al desconfinamiento” y expresaron su temor al colapso en las farmacias el próximo martes. “Ahora tenemos las existencias suficientes para cubrir a nuestros profesionales y las farmacias tendrán 14 millones de mascarillas para las próximas semanas”, dijo Torra, y añadió que eso era el resultado de que la Generalitat “se espabilara” a comprar material sanitario por su cuenta, sin esperar las remesas de Ministerio de Sanidad.

Después de la rectificación del Govern, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi de Dalmases, aseguró: “Tener que empezar el martes me preocupaba, pero este panorama es más asequible. El día 20 ya tendremos entre tres y cinco millones en las farmacias y las semanas siguientes nos irán llegando más. No tenemos riesgo de que la rueda pare, pero tenemos que hacerlo con mucha prudencia porque no es bueno romper el confinamiento”, señaló.

Por su parte, la portavoz de Salud del PSC, Assumpta Escarp, censuró la actuación de la Generalitat y acusó a Budó de “crear confusión” con los anuncios “contradictorios” sobre las fechas para el reparto de las mascarillas y el número de protecciones. La diputada socialista exigió al Govern que emita “mensajes claros” y apostilló que Budó “se ha vuelto a equivocar” con el tipo de mascarillas escogido por la Generalitat.

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