Sevilla y Málaga pugnan por el turista norteamericano
El alcalde hispalense apunta a la Junta de Andalucía como responsable de que el único vuelo directo entre EE UU y Andalucía vaya a aterrizar en el aeropuerto de la capital de la Costa del Sol
Corría 2019 y Sevilla acariciaba con la punta de los dedos la ansiada conexión entre su aeropuerto y el de Nueva York, un vuelo directo, que además de ser un empeño personal del entonces delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura y hoy alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, potenciaría el turismo de calidad en la capital andaluza. Ese mismo año, Delta Airlines anunciaba la cancelación de la línea que unía, desde 2008, el JFK con...
Corría 2019 y Sevilla acariciaba con la punta de los dedos la ansiada conexión entre su aeropuerto y el de Nueva York, un vuelo directo, que además de ser un empeño personal del entonces delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura y hoy alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, potenciaría el turismo de calidad en la capital andaluza. Ese mismo año, Delta Airlines anunciaba la cancelación de la línea que unía, desde 2008, el JFK con el aeródromo de Málaga durante los meses de verano. La pandemia dio al traste de manera momentánea con las aspiraciones de la capital andaluza y amortiguó en la Costa del Sol las consecuencias de la pérdida de ese enlace, que no le resultaba rentable a la compañía.
La recuperación de los vuelos internacionales reactivó las negociaciones de Sevilla para hacer realidad esa pasarela directa con Nueva York. Daba la sensación de que todo estaba hecho, incluso el alcalde parecía morderse la lengua estas últimas semanas para no anunciar que la ruta estaría operativa en 2023. Sin embargo, de manera sorpresiva, la compañía con la que se estaba hablando, United Airlines, anunció esta semana que su única conexión con Andalucía sería a través de Málaga. Muñoz reaccionó con inusitada crudeza y apuntó a la Junta de Andalucía como principal responsable de la decisión de la compañía estadounidense.
“Seguramente, habrá algún factor que haya distorsionado esa decisión empresarial”, aseguró este jueves a preguntas de los medios de comunicación, llamando la atención sobre que la decisión podía deberse a supuestas “ayudas que se hayan podido establecer”, por parte de la Administración autónoma. “Será la Junta la que tenga que responder”, abundó. Desde el Gobierno andaluz, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, quiso enmarcar las declaraciones del regidor hispalense dentro de la “situación coyuntural de tener a la vuelta de la esquina unas elecciones municipales” y trató de zanjar el debate con la defensa de “la imparcialidad de la Junta y el apoyo por igual a todos los comités de conectividad de todos los aeropuertos andaluces.
La compañía apenas ha ofrecido explicaciones sobre su decisión, En declaraciones a la Cadena SER, el gerente de ventas en España, Antonio de Toro, defendió la apuesta de United Airlines por Málaga, “donde ha crecido mucho también el mercado de cruceros”.
“Un daño para el prestigio”
Sevilla es el tercer destino urbano preferido por los turistas estadounidenses, por detrás de Barcelona y Madrid —y cuarto si se incluye la isla de La Palma en general―y el norteamericano es el segundo mercado internacional de la capital andaluza (95.399 visitantes), por detrás de Francia (132.886), de acuerdo con los datos recogidos a 31 de agosto de este año por la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla (Aevise). También cuenta con una amplia oferta de hoteles de cuatro y cinco estrellas, muchos propiedad de compañías estadounidenses, como Hilton, Raddison y Marriott —15.072 plazas de cuatro estrellas y 2.219 de cinco estrellas, frente a los 5.939 de cuatro estrellas y 953 de cinco estrellas de Málaga― y los hoteleros norteamericanos preparan nuevas inversiones en la ciudad. Son hechos objetivos, junto con el patrimonio histórico y cultural, que los empresarios del sector ponen sobre la mesa para justificar la importancia de Sevilla como un destino de referencia que merece tener una conexión aérea directa con EE UU, sin entrar en polémicas políticas.
“La realidad es que las condiciones para que United Airlines eligiera Sevilla parecían cerradas y que hace dos o tres días hubo una quiebra en la negociación por parte de la compañía. Cuando se ha cambiado tan abruptamente de opinión ha debido ser por rentabilidad económica”, sostiene Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia. “El pasaje, el cargo, la mercancía, los incentivos directos o indirectos que se puedan recibir son elementos que determinan que una ruta sea o no rentable”, abunda. Para el empresario, la pérdida del vuelo directo, más que un perjuicio económico, supone “un daño para el prestigio, porque ese vuelo, además, abre la vía a otras conexiones transoceánicas”, abunda.
Desde Aevise, su presidente, José Manuel Lastra, prefiere quedarse con los beneficios que puede reportar la recuperación de una conexión directa entre Andalucía y EE UU, más allá de dónde aterricen los aviones. “Es verdad que las negociaciones estaban muy avanzadas y la cancelación ha supuesto una frustración, pero el vuelo a Málaga también acerca a Sevilla el mercado de turistas estadounidenses”, señala, Lastra es partidario de aprovechar esta nueva ruta para “complementar las ofertas turísticas de Andalucía, ofreciendo paquetes que incluyan la ruta por Granada que hicieron los Obama, la de Orson Welles y Hemingway por Ronda, los campos de Golf de la costa de Cádiz…”
Incredulidad desde la Costa del Sol
La polémica se vive con cierta incredulidad en la Costa del Sol, que no entiende que exista ningún tipo de agravio por este vuelo con Sevilla. El alcalde malagueño, Francisco de la Torre, ha quitado hierro al asunto, asegurando que la conexión con Nueva York “es una noticia positiva para la comunidad andaluza” y que el hecho de que los aviones aterricen en una u otra ciudad no es lo importante. Como el presidente de Adise, cree que la iniciativa beneficiará a toda Andalucía, ya que los viajeros pueden viajar fácilmente a otras ciudades desde Málaga, como a la capital sevillana, a menos de dos horas en AVE.
Según las cifras del Boletín de coyuntura turística de la empresa pública Turismo Costa del Sol, desde enero hasta agosto ―último dato disponible— se alojaron en la provincia 94.635 viajeros procedentes de EE UU, un 16,4% menos que en 2019, año en el que sí hubo conexión diaria entre la capital malagueña y Nueva York entre primavera y otoño. El país norteamericano es el noveno mercado turístico para los hoteles de la provincia de Málaga, eso sí, muy lejos de los 758.952 de Reino Unido o los más de 200.000 de Países Bajos y Francia en ese mismo periodo.
El turismo malagueño ha celebrado la nueva conexión con Nueva York. Sostienen que la decisión de United Airlines ha sido “puramente empresarial” y, como hacen sus colegas sevillanos con la capital andaluza, creen que Málaga tiene argumentos de sobra para que la compañía haya elegido su aeropuerto. Primero, por el tamaño del aeródromo y la conectividad con 130 ciudades, especialmente de Europa. También por los datos. El año pasado llegaron hasta allí 8,8 millones de viajeros (el 65% de toda Andalucía) frente a los 3,4 millones de Sevilla. Y, más allá, destacan que la planta hotelera de la Costa del Sol supone casi la mitad de toda la región andaluza; la existencia de numerosos campos de golf o que Málaga es puerto base y escala de numerosas rutas de cruceros por el Mediterráneo, también lo consideran productos que atraen al turismo norteamericano. “Málaga es un destino muy atractivo y que tiene muchos potenciales para el turista americano”, dijo hace dos días el presidente de la Diputación Provincial de Málaga, Francisco Salado.
Rumbo a Miami
Es la lacra en infraestructuras —una losa que lastra a la capital andaluza desde la Expo 92― la que siempre ha jugado en contra de Sevilla —aunque el aeropuerto de San Pablo fue el que más creció de Europa antes de la pandemia— y es la compensación de ese déficit el que pretendía hacer valer su Ayuntamiento como otro argumento para conseguir la conexión directa con EE UU. Pero, más allá de desempolvar viejos agravios comparativos entre capitales andaluzas, los empresarios sevillanos y también su alcalde —que insiste en que su malestar no es con Málaga, sino con las supuestas maniobras de la Junta― reclaman la unidad de las tres administraciones (subrayan el protagonismo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo) para volver a hacer valer ante otras compañías aéreas los atributos objetivos con los que cuenta la ciudad para obtener otra conexión.
“Nueva York puede parecer importante, pero Miami, por la comunidad latina que vive allí y su conexión con España por lengua, cultura y hasta religión, pueden hacer mucho más atractivo el vuelo directo a Sevilla”, defiende Cornax. A la atracción que la ciudad ejerce sobre el viajero estadounidense, los empresarios suman como otros incentivos el turismo lingüístico —por los estudiantes que se instalan en la ciudad para estudiar español―, la gastronomía, el patrimonio y la influencia emisora del aeropuerto, que se amplía a cinco millones de personas, por la rápida conexión con las provincias de Cádiz, Badajoz o el sur de Portugal. “Eso también interesa a una compañía aérea a la hora de elegir un destino”, apunta Lastra.
El Ayuntamiento de Sevilla no desiste en poder dar la bienvenida a sus Mr Marshalls y ya ha intensificado los contactos con otras compañías y otros destinos en EE UU para cerrar la conexión directa con este país, aseguran desde el Consistorio y corroboran los empresarios del sector.