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Sánchez considera que no es una deslealtad que Díaz exija una crisis de Gobierno

El presidente no ve problemas en la prórroga del acuerdo sobre Mercosur al final de la cumbre europea

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este viernes durante una rueda de prensa en Bruselas. Foto: OLIVIER HOSLET (EFE) | Vídeo: epv

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado tras la cumbre europea en Bruselas que no considera una deslealtad que la vicepresidenta Yolanda Díaz exija una crisis de Gobierno unilateralmente, tras los presuntos casos de corrupción que afectan al PSOE y el goteo de casos de acoso sexual que han ido apareciendo en los próximos días. “Pese a las discrepancias, hay muchas cosas que nos unen”, había afirmado, conciliador, en la mañana del jueves en Bruselas.

Sánchez ha comparecido tras una maratoniana reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que después de 16 horas han acordado financiar a Ucrania con eurobonos —aunque se reservan la posibilidad de usar los activos rusos más adelante— y han pospuesto la firma del acuerdo con Mercosur hasta enero. El presidente se incorporará en las próximas horas a la campaña de las elecciones en Extremadura, y ha pasado de puntillas por la política nacional en su comparecencia ante los medios.

No hay reproches para Díaz, con quien Sánchez ya se ha reunido en los últimos días. No hay nombres todavía sobre la mesa para sustituir a la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, que será candidata del PSOE en las elecciones en Aragón. No ha habido conversación entre el presidente Sánchez y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero por el rescate de la aerolínea Plus Ultra, que se hizo “perfectamente conforme con la legislación nacional y los requerimientos del Tribunal de Cuentas”. Visiblemente cansado tras la larguísima cumbre, el presidente ha dado una cortísima rueda de prensa en la que no ha revelado novedades sobre la política española y se ha limitado a contestar escuetamente las preguntas de los periodistas.

Tampoco ha aportado novedades sobre la posición española en relación con Ucrania y el pacto comercial con América Latina. Para Sánchez, el retraso de Mercosur no es un problema: “Si hemos esperado 25 años podemos esperar 25 años y un mes”, ha dicho. Y sobre el plato principal del menú de la cumbre, el presidente ha subrayado que los Veintisiete han acordado por unanimidad un préstamo de 90.000 millones a Ucrania por un plazo de dos años que se financiará con eurobonos, y que la Unión seguirá explorando la posibilidad de usar los activos rusos inmovilizados (que ascienden a 210.000 millones) más adelante.

Varios países gobernados por la ultraderecha se oponían a esta opción. Bélgica, que concentra la mayor parte de los activos rusos, se negaba en redondo. Sánchez no ha entrado a evaluar si España prefería los eurobonos y la palanca de los activos rusos, pero en su intervención inicial sí ha cargado contra los ataques a la Unión Europea “desde fuera y desde dentro”, en relación a los nacionalpopulistas que se sientan ya en los Consejos Europeos. Y que en la cumbre decisiva sobre Ucrania han conseguido llevarse el gato al agua con esa patada hacia adelante sobre los activos rusos.

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