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El equilibrismo de Junts: vota con el PP, contra Aznar y salva al Gobierno en las nucleares

La formación de Puigdemont alerta ante “la sobreactuación” del Ejecutivo mientras arremete contra “el que tenga que hacer que haga” tras el aval a la amnistía

Junts está en un momento crítico en el Congreso. La formación independentista hace equilibrios para intentar compaginar su ruptura con el Gobierno de coalición mientras vota con y contra el PP, ataca con dureza a Pedro Sánchez, José María Aznar, la FAES y el Tribunal Supremo y, de paso, saca alguna iniciativa adelante que favorezca a Cataluña. Todo en el mismo día. Sucedió este jueves, para desconcierto de casi todos los demás partidos de la Cámara. El Gobierno vivió así como la gran vic...

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Junts está en un momento crítico en el Congreso. La formación independentista hace equilibrios para intentar compaginar su ruptura con el Gobierno de coalición mientras vota con y contra el PP, ataca con dureza a Pedro Sánchez, José María Aznar, la FAES y el Tribunal Supremo y, de paso, saca alguna iniciativa adelante que favorezca a Cataluña. Todo en el mismo día. Sucedió este jueves, para desconcierto de casi todos los demás partidos de la Cámara. El Gobierno vivió así como la gran victoria la derrota de una enmienda del PP para alargar la vida de la nuclear de Almaraz gracias a una abstención de Junts. Y los nacionalistas catalanes reaccionaron: “Más grande será la derrota final”.

Terminó el pleno que discutió y aprobó mayoritariamente dos importantes leyes, tras varias semanas sin este tipo de debates por los problemas de estabilidad del Ejecutivo, y los siete diputados de Junts permanecieron unos minutos sentados en sus escaños. Coordinándose. La bancada socialista, tan necesitada, se levantó como un resorte para aplaudir largamente al ministro de Transportes, Óscar Puente, como si fuera el protagonista del éxito nada más culminar las votaciones de todas las enmiendas a la ley de movilidad sostenible, donde el PP coló en el Senado su pretensión de alargar la vida de la central de Almaraz, en Cáceres. Fue un éxito inesperado, en un momento simbólico, con el PP de Feijóo, Aznar y Ayuso arremetiendo otra vez contra la amnistía en el día en que recibió un importante aval europeo.

El presidente Sánchez y la vicepresidenta María Jesús Montero también mostraron su enorme satisfacción por el cómputo y significado de las votaciones. Hacía días que se vaticinaba una sonora derrota en ese punto de las nucleares y no ocurrió. La enmienda del PP no prosperó por un voto. Decayó al sumar solo 171 apoyos, frente a los 172 rechazos de todos los partidos que refrendaron hace dos años la investidura de Sánchez y con la abstención de Junts. Otros puntos sí contaron con los votos de Junts, ese no. En el PP, molestos, optaron por destacar que el Ejecutivo había perdido otras enmiendas y, sobre todo, retaron a Junts y a los diputados socialistas extremeños a explicar su rechazo a prolongar la vida de Almaraz.

En el Ejecutivo y el PSOE, sin embargo, estaban exultantes. No tanto por el trasfondo de la medida, que los cargos locales y el candidato a las elecciones en Extremadura del 21 de diciembre tendrán problemas para justificar en su campaña, como por lo que significa políticamente apenas 24 horas después de que la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, hubiera descalificado al presidente del Gobierno como “cínico, hipócrita y sin palabra” y hubiera ratificado que su relación está rota y sin salida.

Sánchez y su equipo se han tomado con mucha parsimonia estas nuevas amenazas de Junts y seleccionaran mucho a partir de ahora las propuestas y leyes a llevar al Parlamento, pero piensan que muchas, con contenidos buenos para Cataluña, acabarán prosperando. Este jueves se registraron en el pleno 116 votaciones desglosadas y el Ejecutivo ganó 100 y perdió 16. Junts votó 69 veces con la mayoría progresista y 47 veces diferente. En el balance total de mitad de mandato se han producido 1.575 votaciones y la mayoría actual ha ganado el 88% (1.379) y perdido 196.

Nogueras las pasó canutas para justificar la posición de Junts, que en principio demanda la continuidad de las centrales instaladas en Cataluña. Primero aseguró que su abstención era “coherente” porque habían votado lo mismo la semana pasada en el Senado, pero luego argumentó que el contenido de la enmienda era malo, sin rigor y que no estaba negociado con ellos. También apuntó que el texto hablaba de Almaraz y no de Ascó y señaló que ahora habrá tiempo para afrontar “el problema existente” de la energía nuclear en Cataluña, que aporta el 60% de la luz y electricidad. Ahí aprovechó para atacar al PSC, al presidente socialista de la Generalitat, Salvador Illa, a los alcaldes de ERC de Tarragona, porque ese partido votó contra la enmienda popular, y luego ya derivó con arremetidas contra prácticamente todo.

Nogueras se mostró muy molesta con que el Gobierno interprete esta votación como una gran victoria e insistió en que Sánchez continúa sin entender, pese a haberle requerido el miércoles que subiera el volumen de su pinganillo en el debate, que Junts lo que demanda es que cumpla con las promesas y compromisos no saldados. La diputada fue interpelada sobre que el Gobierno puede continuar su labor en el Congreso al no prestarse Junts a votar la moción de censura con PP y Vox y ahí saltó: “No voy a entrar en eso pero el botón de las elecciones lo tenemos nosotros”.

Nogueras defendió la determinación de Junts de no negociar nada con el Gobierno, avanzó que no respaldará el techo de gasto ni la senda de estabilidad que el Consejo de Ministros podría discutir el próximo martes y estableció un paralelismo entre esa postura y la que defendió su formación el 30 de enero de 2024 cuando se opuso en un primer momento a la ley de amnistía. Nogueras entiende que aquel plantón y las enmiendas exigidas más tarde por Junts ha permitido que el Abogado General de la Unión Europea haya avalado ahora el contenido de aquella norma y que Carles Puigdemont esté “más cerca” de regresar a España. La voz de Puigdemont en Madrid concluyó: “Plantarse da resultados y aquí han perdido y se han chafado ‘el que tenga que hacer que haga’ de José María Aznar, su FAES, Vox y el Tribunal Supremo. Es un gran día”.

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