Los sindicatos exigen valentía al Gobierno
Las protestas sociales irán contra todas las fuerzas políticas. El PP acusa a las centrales de “hibernar” cuando gobiernan los socialistas
Los sindicatos y las organizaciones que este domingo hicieron una llamada para celebrar concentraciones en más de cuarenta provincias no agitaron ninguna bandera contra el PP, Vox y Junts. Su llamada se dirigió a “todas las fuerzas del Parlamento”, a la “sociedad civil” y al Gobierno, al que piden “valentía”. Las secuelas del rechazo parlamentario al real decreto-ley sobre las pensiones, entre otras medidas sociales, de hace dos semanas, aunque ya recompuesto tras la negociación del Gobierno con Junts, continúan. La fragilidad de esta legislatura, en la que hay que pactar todo el tiempo, todas las leyes, con fuerzas políticas con intereses dispares, obliga a afinar constantemente las estrategias, cuando no a modificarlas. Los sindicatos, singularmente Comisiones Obreras y UGT, y organizaciones sociales afines a la izquierda aunque no ostenten adscripción partidaria, tras el susto descomunal sobre la subida de las pensiones y las bonificaciones al transporte, se proponen activar las alertas para llamar a la sociedad a movilizarse si desde el Parlamento se cortan derechos sociales.
Esta es una de las líneas esenciales que solicitaron ayer dirigentes de UGT y CC OO en decenas de capitales de provincia. La llamada es “al Gobierno, que es el principal responsable”, señaló el secretario general de Comisiones, Unai Sordo, en la concentración de Madrid, junto al líder ugetista, Pepe Álvarez. La concentración es “para decir al Parlamento que no puede secuestrar los derechos de los ciudadanos e incumplir leyes aprobadas”. El decreto ómnibus, ahora troceado, está muy lejos de cubrir las necesidades de los ciudadanos. Si se quieren traducir políticamente las concentraciones de ayer como actos en apoyo al Gobierno de coalición, la interpretación es errónea.
“En la España de Pedro Sánchez, los sindicatos, en vez de ir a manifestarse a Moncloa, se concentran contra la oposición”, apuntó ayer la vicesecretaria general de Movilización del PP, Noelia Núñez, mientras se producían las concentraciones. En la víspera, el portavoz del grupo parlamentario, Miguel Tellado, sentenció: “Durante los gobiernos socialistas, los sindicatos hibernan. Sofá, manta y Netflix”. Una afirmación que obvia las huelgas generales durante los gobiernos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero.
En las concentraciones de ayer no se escucharon discursos complacientes con el Ejecutivo ni se siguió la estela del presidente del Gobierno cuando proclama la buena marcha de la economía en términos macroeconómicos, por el crecimiento y por la creación de empleo. Los sindicatos hablaron este domingo de “las enormes desigualdades” existentes.
Una “agenda social” más amplia
Si Junts estrecha el cerco en torno al Gobierno sobre la transferencia integral de las competencias de inmigración —lo que choca en algunos aspectos con las leyes europeas y con la Constitución respecto al control de las fronteras— o la extensión total del catalán en todas las instancias europeas, y supedita las medidas socioeconómicas a esas demandas, los sindicatos lo denunciarán con la intensidad que les sea posible. La reducción de la jornada semanal a 37 horas y media y la subida del SMI sin reducción tributaria están ahora en su primera página. Por tanto, están más en línea con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en representación de Sumar, que con la parte socialista, mayoritaria en el Gobierno.
“El pactismo de estos días queda lejos de los intereses de los ciudadanos”, señalan fuentes sindicales, que ponen en primera línea de responsabilidad al Gobierno, al que exigirán una “agenda social” más amplia que la actual. No le quitan valor a lo hecho hasta ahora, pero lo consideran insuficiente. Se ha puesto de manifiesto lo ya sabido: que Junts, cuando quiera, puede formar alianzas con el PP y Vox y doblegar a la que puedan formar PSOE, Sumar, ERC, PNV, Bildu, Podemos y BNG.
La próxima movilización con exigencias al Gobierno será dentro de un mes en Barcelona, no por casualidad. A los catalanes les afectan igual que al resto de los españoles las propuestas que dependen del voto de Junts en materia laboral, económica y social, evidencia señalada ahora con ahínco por los partidos de izquierda estatales y catalanes. Los líderes sindicales, por su parte, a solo año y medio desde las últimas elecciones generales, estiman que entre sus responsabilidades está la de espolear “a la sociedad civil” para que tome conciencia de la fragilidad del escudo social, por mor de las mayorías que pueden fraguarse en el Parlamento. A la “sociedad civil” se dirigen los sindicatos, con ánimo de que se tome conciencia de la relevancia de lo que se legisla.
En estos momentos, el PSOE descendería algo más de dos puntos en relación con sus resultados de las elecciones del 23 de julio de 2023, según el barómetro de 40dB. para El PAÍS y la SER. Vox sube como no lo hace ninguna otra fuerza política, del 12,4% de 2023 al 14,2% actual. “Sean valientes”, instaron ayer los sindicatos al Gobierno: nutran la agenda social, presenten los presupuestos de este año y que cada cual se retrate.