Berdejo, un castillo medieval de Zaragoza en el limbo desde hace 50 años

Un aficionado a la historia compró el inmueble en ruinas en 1975 por 184 euros, pero murió antes de firmar las escrituras. Su heredero y el Ayuntamiento se disputan ahora la propiedad

Vista del mal estado del castillo Berdejo, un pueblo de Zaragoza en la frontera con Soria.María Ferrer

El castillo de Berdejo, un pequeño pueblo de frontera a 40 kilómetros de Calatayud (Zaragoza) y próximo a Soria, busca dueño y señor. En realidad ya lo tiene, y desde hace casi 50 años, pero la compra que efectuó en 1975 en una subasta pública y por poco más de 30.000 pesetas (184,99 euros) un aficionado a la historia llamado Martín Dalmau, nunca llegó a escri...

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El castillo de Berdejo, un pequeño pueblo de frontera a 40 kilómetros de Calatayud (Zaragoza) y próximo a Soria, busca dueño y señor. En realidad ya lo tiene, y desde hace casi 50 años, pero la compra que efectuó en 1975 en una subasta pública y por poco más de 30.000 pesetas (184,99 euros) un aficionado a la historia llamado Martín Dalmau, nunca llegó a escriturarse y el inmueble se ha quedado en un limbo administrativo en el que lleva atascado medio siglo. Hoy, el alcalde de este pueblo aragonés, Fernando Escribano (PSOE), y el diputado socialista Víctor Ruiz luchan en el laberinto estatal y particular para que el inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), vuelva al patrimonio público. El heredero de Dalmau, por su parte, pelea porque la herencia se haga efectiva y puedan por fin venderlo.

“El castillo es un símbolo del pueblo”, dice el alcalde, que recuerda su papel defensivo y hasta de alojamiento del rey Fernando el Católico cuando iba a casarse con la reina Isabel, pero agrega: “Apenas hace dos años que nos enteramos de que no era público”. Ni el Gobierno de Aragón lo sabía, apunta el edil. De hecho, explica que incluso habían elaborado ya un plan para restaurarlo cuando se enteraron de que era propiedad de un particular. La revelación se produjo cuando el abogado de la familia Dalmau, Cristóbal Limón, se puso en contacto con el Ayuntamiento. Escribano relata que el representante del heredero lo llamó para comunicarle que el castillo tenía dueño y que era Santiago Dalmau, hijo del comprador y único postor de la subasta, que en 1975 se hizo con estas ruinas que datan del siglo XII y están en la lista roja de patrimonio en peligro de España.

La torre del castillo de Berdejo.María Ferrer

“Quedamos a comer en Zaragoza, pero la familia me pedía 200.000 euros para cambiar la titularidad del castillo cuando todo el presupuesto de mi pueblo asciende a 300.000 euros”, explica el alcalde. En realidad, aunque nadie discute la propiedad del inmueble, con numerosos documentos que lo atestiguan desde los años setenta, el comprador nunca llegó a escriturarlo a su nombre. Y esto convierte cualquier operación en toda una odisea. Lo sabe bien el socialista Ruiz ―en la anterior legislatura, senador, y ahora, en el Congreso―, a quien el alcalde de Berdejo llamó para pedir ayuda. Ruiz presentó el asunto en forma de pregunta parlamentaria y recibió a cambio un abultado dosier del Ministerio de Hacienda.

En su interior, casi 40 documentos ―los más antiguos escritos en una vieja Olivetti de la época― donde se hila esta rocambolesca historia todavía sin final. El protagonista, Martín Dalmau, según explica Limón, enfermó de cáncer y en su día “no pudo atender los requerimientos de la Administración para formalizar la escritura”. De hecho, tras varias llamadas infructuosas, el expediente acabó archivado dos años después de la compra, el 23 de enero de 1978, y, año y medio más tarde, el propietario moría dejando en herencia a su hijo este y otros castillos más diseminados por Aragón y otras comunidades. “Mi cliente ni siquiera sabía que su padre tenía estas propiedades”, aclara. De hecho, hasta el 2019 el heredero no solicitó copia de la adquisición del castillo y fue en noviembre de 2022 cuando el abogado contactó con la Delegación de Economía y Hacienda en Zaragoza para formalizar la firma que no pudo estampar el padre.

Desde entonces llevan esperando a Godot. “Esta delegación primero ni contestó y, después, cuando expresamos nuestra intención de ir al juzgado, nos pidieron documentación, se quejaron del atasco de expedientes que sufrían y hasta hoy”, dice Limón. El problema, añade este letrado, es que el heredero, Santiago Dalmau, de 68 años ahora, “enfermó gravemente de covid en la pandemia, estuvo cuatro meses en la UCI y le quedan duras secuelas que lo han dejado en silla de ruedas”, así que urge cerrar esta historia para que no se repita lo mismo que ocurrió que con el padre.

Martín Dalmau, barcelonés que hizo dinero en el sector inmobiliario, alimentó en vida su afición a la historia haciéndose en subastas con castillos como el de Berdejo. Pero con otros, como el castillo de Aliaga (Teruel), también en Aragón, pudo estampar su firma en la escritura y su heredero no ha tenido ningún problema para venderlo, en octubre de 2022, al Ayuntamiento de la localidad. Y eso querría también ahora, pero el asunto aquí ha quedado pendiente de que la Abogacía del Estado dictamine la propiedad y cómo debe proceder la Administración. El problema, según el alcalde, es que entretanto “el castillo se cae a trozos y sus desprendimientos ponen en peligro varias viviendas que hay justo debajo”. Además, añade el diputado Víctor Ruiz, también la principal vía de acceso del municipio podría verse afectada por el avanzado deterioro del inmueble al estar cercana al monumento.

Berdejo quiere su castillo y su propietario querría venderlo, pero de momento no pueden hacer ni lo uno ni lo otro. “Una pena este atasco”, opina la geóloga y experta en patrimonio Cristina Marín Chaves, “porque el castillo de Berdejo podría restaurarse y servir para dar valor a una zona como esta, muy rica en patrimonio como este, totalmente desconocido, que podría impulsar una ruta turística que dinamizara este rincón de la España vaciada”. De momento, no podrá ser, pero hay historia para rato.

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