La Guardia Civil deja al exministro Ábalos a un paso de la imputación en el ‘caso Koldo’

El informe de la UCO, que apunta al diputado por beneficiarse de la red corrupta, sacude al PSOE, donde el exministro fue una figura de la máxima relevancia al lado de Pedro Sánchez

El diputado José Luis Ábalos, durante el pleno del Congreso de los Diputados el 17 de septiembre.Borja Sánchez-Trillo (EFE)

José Luis Ábalos se encuentra ya al borde del precipicio judicial. Casi ocho meses después de que estallara el caso Koldo, la Guardia Civil ha dejado al exministro de Transportes del Gobierno de Pedro Sánchez, quien fuera también secretario de Organización del PSOE, a un paso de la imputación. La Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado ha enviado esta semana un contundente informe a la Audiencia Nacio...

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José Luis Ábalos se encuentra ya al borde del precipicio judicial. Casi ocho meses después de que estallara el caso Koldo, la Guardia Civil ha dejado al exministro de Transportes del Gobierno de Pedro Sánchez, quien fuera también secretario de Organización del PSOE, a un paso de la imputación. La Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado ha enviado esta semana un contundente informe a la Audiencia Nacional donde describe la “vinculación directa” del político con el empresario Víctor de Aldama, presidente del Zamora CF, quien se introdujo supuestamente en el ministerio gracias a la ayuda del antiguo asesor de Ábalos, Koldo García, para conseguir contratos públicos (como los de compraventa de mascarillas en lo peor de la pandemia de covid) y beneficiarse de la red de contactos que le facilitaban.

Por primera vez, la Guardia Civil apunta con claridad a Ábalos, que está suspendido de militancia desde febrero pasado pero fue una figura de la máxima relevancia en el PSOE y en el Ejecutivo. El informe ha causado un fuerte impacto en las filas socialistas, después de meses sin indicios evidentes sobre el exministro. A pesar de la sacudida interna y la ofensiva de la oposición, La Moncloa se esforzó este jueves en transmitir “absoluta tranquilidad” y “preocupación cero” sobre las consecuencias para el Gobierno.

A lo largo de 233 páginas, los agentes de la Guardia Civil explican que Aldama se las ingenió para conocer a Ábalos y a su colaborador tras el nombramiento del socialista como ministro en 2018. Añaden que, en una primera fase, el presidente del Zamora les hizo favores para estrechar la relación con ambos: por ejemplo, les facilitó supuestamente el acceso a test de coronavirus en la pandemia o tiró de contactos para conseguirles reservas de restaurantes. Y remachan, como gran indicio incriminador contra el exdirigente del PSOE, que esos vínculos se fueron intensificando hasta tal punto que la trama compró un chalé en La Línea de la Concepción (Cádiz) del que disfrutaba el socialista y que pagó cerca de 90.000 euros del piso en alquiler de su pareja.

La UCO traza así una red corrupta donde Ábalos “adquiere un papel relevante y de responsabilidad”, debido a su “relación directa” con Koldo García, Víctor de Aldama y la “organización criminal dinamizada” por este empresario, que este jueves entró en prisión por su participación en otro supuesto grupo delictivo dedicado al fraude de hidrocarburos. En opinión de los agentes —que llevan meses tirando del hilo y han incorporado a sus pesquisas decenas de documentos, audios y mensajes telefónicos intervenidos—, las sospechas ya los conducen irremediablemente al exministro de Sánchez. Y para “profundizar” en esta causa, ahora toca “investigar” al exdirigente socialista, que fue apartado del partido tras el estallido del escándalo y que se integró como diputado en el Grupo Mixto.

Para dar ese paso, la Guardia Civil ha requerido el permiso judicial. Una iniciativa que obtuvo respuesta este mismo jueves, apenas un día después de que la UCO entregara su informe en la Audiencia Nacional. El juez instructor del caso, Ismael Moreno, ha enviado un escrito a la Presidencia del Congreso para confirmar que Ábalos ostenta la condición de parlamentario y, por tanto, se encuentra aforado ante el Tribunal Supremo. Además, el magistrado ha pedido opinión a la Fiscalía Anticorrupción sobre este último análisis de los agentes y los próximos movimientos. De esta forma, en el caso de que el juez considere que existen indicios suficientes para imputar al político y que ha llegado la hora, tendría que elaborar una exposición razonada con todos los argumentos que apoyen su tesis y, a continuación, enviarla al alto tribunal, que decidiría entonces si le otorga al exministro la condición de investigado y si dirige las pesquisas contra él.

Una relación de tres

La investigación de la Guardia Civil gira en torno a los vínculos que tejieron Víctor de Aldama, Koldo García y José Luis Ábalos. “El comienzo de la relación personal entre los tres se puede datar en el verano de 2018”, sentencia el informe de la UCO, que se asienta sobre la ingente documentación incautada a los sospechosos ya detenidos —han intervenido 170 dispositivos digitales, entre otros muchos efectos personales—. En este sentido, los agentes relatan cómo, al poco de que Ábalos fuera nombrado ministro, el hermano del presidente del Zamora CF fue designado como su escolta. Aldama intentó aprovechar esa coyuntura para conseguir que se lo presentase. Lo logró el 31 de agosto de ese año, según concluye el documento policial, que resalta que el empresario recibió ese mismo día varios mensajes de móvil de su hermano que rezaban así: “Les has parecido muy profesional y que vais a hacer cosas importantes [...] Lo tienes a huevo para hacer cosas”. También le envió el contacto de Koldo García.

A partir de entonces, la relación se va estrechando entre los tres, según los agentes. La Guardia Civil asegura que, según se desprende de las comunicaciones intervenidas a Koldo García y Víctor de Aldama, se produjeron “encuentros” con “Koldo y/o Ábalos”. A veces, añade el informe, el empresario se veía directamente a solas con el dirigente del PSOE, tanto dentro de “las instalaciones del ministerio como fuera de ellas”. “[Esta] cercanía inicial hizo proliferar una vinculación directa entre ambos, llegando en un momento dado a atribuirle Aldama el calificativo de ‘jefe’ a Ábalos entre su círculo más cercano”, subrayan los investigadores.

En contraprestación a los favores y al pago de comisiones en efectivo, según prosigue el informe de la UCO, Koldo García comenzó a “velar por los intereses” de Aldama y empezó a moverse por la Administración para “abrirle las puertas” a nuevos negocios. No solo para la consecución de contratos públicos de compraventa de mascarillas, como logró la trama y que fueron el detonante del caso Koldo. La Guardia Civil también relata que el empresario vendía su influencia en el ministerio a la amplia red de contactos que tenía en Latinoamérica (especialmente, en México, República Dominicana y Venezuela). “Guardo el cartucho para otro momento porque ya tengo convencido al ministro para la línea directa Madrid-Oaxaca con Air Europa”; “Hermano, tengo aquí armado muchas cosas y con el nuevo Gobierno lo que se quiera y súper posicionado podemos hacer mucho”; “Ya con el ministro de Fomento tengo todo armado”, alardeaba ante sus interlocutores.

La UCO considera que existen indicios suficientes de que Koldo García facilitó “salvoconductos” a Aldama —“emitidos por el gabinete del ministro y firmado por la secretaría particular del ministro”— para que terceras personas accedieran a España sin problemas durante el Estado de Alarma declarado por la pandemia, cuando los movimientos estaban restringidos. Los investigadores añaden que el exasesor de Ábalos también le consiguió reuniones con altos cargos de la Administración. Y, durante la crisis sanitaria, contactó con presidentes y dirigentes de comunidades gobernadas entonces por el PSOE (como Víctor Ángel Torres, de Canarias; Francina Armengol, de Baleares; y Concepción Andreu, de La Rioja) para tratar de colocarles los productos de la trama.

“Los hechos reflejan no solo la influencia de Aldama en el ministerio a través de presuntas prácticas corruptas, sino también el intento de este de influir en otros órganos de decisión mediante el empleo del binomio Koldo-Ábalos”, destaca el informe de la UCO. Según el sumario, el 21 de agosto de 2020, Aldama dio incluso directrices a Koldo García para que le enviara un documento a Luis Rubiales, entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), para que le hiciera llegar una propuesta de “realización de test de detección del covid en eventos deportivos con la asistencia de grandes masas de personas”. Koldo García cumplió y, a los pocos minutos, se lo pasó a Rubiales.

El alias de ‘Goblins’

El chalé de Cádiz constituye uno de los grandes indicios que la UCO menciona contra Ábalos. La Guardia Civil explica que, según consta en las comunicaciones interceptadas, el exministro y su exasesor se cruzaron anuncios de casas. Uno de ellos era de la vivienda que adquirió la trama y que, según el informe policial, usó el dirigente socialista. “Koldo habría sido el encargado de realizar la selección del inmueble con los criterios recibidos por parte del exministro”, escriben los agentes, que han encontrado, además, una anotación de Aldama donde aparece el alias de Goblins, junto a la palabra “casa” y la cifra de “500.000” euros. Según los investigadores, Goblins podría ser la persona que recibió esa contraprestación.

Caída en desgracia

La dureza del informe sobre José Luis Ábalos causa una importante sacudida en el PSOE. Fue una persona de la máxima confianza de Pedro Sánchez en Ferraz y en el Gobierno desde que ganó las primarias tras la guerra interna por el control del partido en 2017. Ocupó la Secretaría de Organización, puente de mando del partido, y fue una pieza fundamental en la negociación con los grupos parlamentarios para sacar adelante la moción de censura que permitió a los socialistas llegar a La Moncloa en junio de 2018. Ábalos estuvo implicado en todas las decisiones de Sánchez en esos primeros años en el poder y formó parte de su núcleo duro hasta que, en julio de 2021, le destituyó como ministro y le pidió la dimisión como responsable orgánico. Lo mantuvo en las listas del Congreso de los siguientes comicios, pero la ruptura definitiva llegó con el caso Koldo y los indicios que apuntaban al asesor del exministro.

Fue entonces cuando la Ejecutiva socialista suspendió de militancia a quien había sido un referente indiscutible del PSOE e intentó, sin éxito, que abandonara el escaño que todavía ocupa en el Congreso y le concede la condición de aforado ante el Supremo. Pero Ábalos se enfrentó a su antigua formación y protagonizó una intensa rueda de prensa, donde dijo: “Siento que me enfrento a todo. Vengo solo en mi coche, no tengo secretaria, no tengo a nadie detrás. Me enfrento a todo el poder político, de una parte y de otra, y lo tengo que hacer solo”.

Este jueves, tras conocerse que el juez se dirigía al Congreso para preguntar por su condición de diputado, Ábalos ha vuelto a defenderse. “Era de esperar”, ha dicho, antes de repetir que él no forma parte de “ninguna trama”. Por su parte, fuentes del Gobierno han insistido en que el presidente Sánchez está “muy tranquilo”, y que no tenía por qué saber que la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez tenía prohibida su entrada en la Unión Europea en 2020, cuando Ábalos le comunicó por mensaje que iba a reunirse con ella en España, como ha revelado este nuevo informe de la UCO.

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