El Gobierno se prepara para otro revés de Junts en el Congreso y presiona al PP con la senda fiscal

Montero intentará sortear el conflictivo debate de financiación en el Parlamento con la amenaza de que las autonomías y ayuntamientos perderán 12.000 millones

Momento de la votación en el Congreso sobre el alquiler vacacional que el Gobierno perdió el martes.Claudio Álvarez

El Gobierno se enfrenta a una nueva semana de mucha incertidumbre en el Congreso, donde vuelve a depender de Junts. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no espera grandes milagros, por ahora, por parte del partido de Carles Puigdemont a la hora de salvar esas vot...

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El Gobierno se enfrenta a una nueva semana de mucha incertidumbre en el Congreso, donde vuelve a depender de Junts. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no espera grandes milagros, por ahora, por parte del partido de Carles Puigdemont a la hora de salvar esas votaciones y dan por descontadas nuevas derrotas, especialmente relacionadas con los pasos previos necesarios para aprobar los Presupuestos de 2025, como las que se registrarán previsiblemente este jueves de nuevo sobre la senda del déficit. “Es lo que hay”, aseguran fuentes de la dirección socialista con bastante resignación para restarle drama al fracaso y encarar otra semana más que complicada.

La estrategia es obviar los rechazos y reveses parlamentarios de Junts, al menos hasta que el partido celebre a finales de octubre su congreso. La táctica del Ejecutivo y del PSOE pasa por centrar el foco político en el previsible voto en contra del PP y en especial en el “impacto negativo” de los 12.000 millones de euros de financiación extra que podrían perder sus comunidades y ayuntamientos. Creen que la negociación pendiente con Junts para sacar adelante los Presupuestos será otra cosa.

El viernes pasado, tras las reuniones del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con los presidentes autonómicos del País Vasco, Galicia y Andalucía, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, reiteró el argumento con el que el Gobierno pretende sortear otra más que probable y simbólica derrota parlamentaria el próximo jueves. En el Ejecutivo sostienen que no cierran ningún puente de diálogo, que hablarán con todos, también con Junts, pese a las advertencias de Puigdemont este mismo fin de semana sobre que el Gobierno sigue sin atender sus demandas sobre Cataluña. Los socialistas buscan trasladar algún coste político de ese nuevo revés parlamentario también al PP de Alberto Núñez Feijóo.

La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparecerá el jueves primero para informar sobre la reforma del sistema de financiación autonómica tras el pacto del PSC con ERC, y luego se someterá a una sesión más que complicada de nuevo sobre la aprobación de la senda de déficit, primer paso que se tiene que registrar antes de presentar el diseño de los Presupuestos del Estado para 2025. En el equipo de la ministra no son optimistas, pero defienden que si decae otra vez la senda de déficit, que PP y Junts ya tumbaron antes del verano, no tiene por qué pasar lo mismo con el proyecto de Presupuestos y tampoco califican esa derrota como especialmente negativa para el Gobierno. En el ministerio valoran que los peor parados serán las autonomías y los ayuntamientos. Y ese argumento será el mantra de toda esta semana para acrecentar la presión sobre el PP, al que necesitan tras el rechazo de Junts.

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, con los demás diputados de su grupo, en el Congreso, el 17 de septiembre.Claudio Álvarez

El partido de Puigdemont insiste casi a diario en que su foco solo está en Cataluña. “Nuestro voto en relación con el techo de gasto no se decidirá con el objetivo de estabilizar o desgastar, sino en función de lo que hay en la mesa de negociación para este caso concreto. Cada cosa tiene su negociación y objetivos. Y es necesario negociar pieza a pieza”, señaló el sábado Puigdemont en su cuenta de la red social X tras reunirse en Suiza con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.

Tanto el presidente como casi todos los ministros insisten estos días en que mantienen su intención de presentar los Presupuestos en tiempo y forma, para finales de septiembre o principios de octubre, aunque son conscientes de que aún no tienen los apoyos y por eso quitan importancia a una posible prórroga de las cuentas actuales. Por un lado, el PSOE defiende que los Presupuestos vigentes ya son muy expansivos y progresistas. Y por otra parte, advierte de que si no se aprueban, no solo la Administración central se vería perjudicada. En Hacienda han actualizado, con los datos de la revisión del PIB efectuada por el INE, las cantidades que perderán las comunidades (6.814 millones de euros) y los ayuntamientos (5.148) si no se aprueba ese nuevo techo de gasto presupuestario. 12.000 millones menos en 2025 y 2026 para administraciones que en su mayoría están gobernadas ahora por los populares.

Pero el PP de Feijóo se mantiene por ahora firme en su rechazo a ese proyecto. El líder de la oposición ya reunió a sus barones para alinearlos contra cualquier desmarque en la negociación de la nueva financiación autonómica y este lunes vuelve a convocar a su Comité Ejecutivo para solidificar esa posición en la semana en la que puede propinar otra derrota parlamentaria al Ejecutivo. Feijóo no facilitará ni la senda de déficit ni los Presupuestos porque su mensaje es que, si Sánchez fracasa en esa intención, “sería la primera vez que en democracia un Gobierno no es capaz de aprobar los Presupuestos del Estado durante dos años consecutivos, lo que supone la concreción de la incapacidad del Gobierno actual para gobernar el país”. El expresidente popular Mariano Rajoy llegó a prorrogar los Presupuestos hasta tres años seguidos en el periodo de 2016 a 2018 con Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda.

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