INVESTIDURA DEL LEHENDAKARI

Imanol Pradales releva a Urkullu como lehendakari y promete más bienestar y autogobierno

El nuevo presidente vasco, con los votos del PNV y el PSE-EE, defiende una “relación bilateral con el Estado” que incluya el “reconocimiento de la nación vasca”

El recién elegido lehendakari de la XIII legislatura, Imanol Pradales (d), saluda al secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza (i), al finalizar la sesión de investidura que se ha celebrado este jueves en el Parlamento Vasco.Foto: L. RICO (EFE) | Vídeo: EPV

Euskadi ya tiene nuevo lehendakari. Imanol Pradales, del PNV, ha resultado elegido este jueves presidente vasco por el pleno de la Cámara con los votos de su partido y del PSE-EE, que suman la mayoría absoluta (39 parlamentarios de 75). Pradales (Santurtzi, Bizkaia, 49 años) tomará posesión del cargo este próximo sábado ante el árbol de Gernika, como manda la tradición en esta comunidad autónoma. El sucesor de Iñigo Urkullu, sexto lehendakari desde la restauración democrática, ha anunciado que su acción de gobierno pivotará en las políticas que den mayor bienestar social a la ciudadanía y en la consecución de mayores cotas de autogobierno, aunque ha precisado que esta estrategia se abordará sin salirse de los cauces establecidos por la legalidad constitucional vigente.

Pradales asume la responsabilidad de dirigir un Gobierno vasco, formado por representantes del PNV y del PSE-EE, que tendrá como eje central de su acción política la siguiente máxima: “Crecer en bienestar y crecer en autogobierno”. La composición del Ejecutivo autónomo se conocerá este sábado, tras la toma de posesión del cargo de lehendakari ante el árbol de Gernika. El nuevo lehendakari ha avanzado que se rodeará de “mujeres y hombres de acreditada competencia política y profesional” que están dispuestas a llevar adelante los principales retos del País Vasco, entre los que Pradales ha citado la recuperación del prestigio social perdido por la sanidad pública, las políticas de vivienda para jóvenes o la revitalización industrial, entre otros desafíos. “Creo en una Euskadi plural, próspera, abierta, justa y libre”, ha afirmado Pradales en la parte final de su discurso de investidura: “Estoy comprometido con Euskadi. Acepto con honor el apasionante reto de liderar los cambios, transformaciones y mejoras que necesita nuestro país”.

La hoja de ruta del nuevo Gobierno vasco está recogida en un documento de 125 páginas que han acordado el PNV y el PSE-EE y contiene cinco grandes ejes de actuación, con 150 compromisos y 847 iniciativas. Es la tercera vez que estos dos partidos repiten su alianza en el Ejecutivo desde 2016. Suman la mayoría absoluta en el Parlamento y tienen asegurada la estabilidad durante esta legislatura. El programa de gobierno que han pactado nacionalistas y socialistas desgrana el millar de medidas que quieren impulsar, entre las que destacan ampliar la plantilla de Osakidetza (el servicio vasco de salud) con 2.000 nuevas plazas, aumentar la ayuda directa mensual de 200 euros por hijo desde los tres a los siete años o construir 7.000 viviendas en régimen de alquiler social y asequible.

También asumen el compromiso de “alcanzar un nuevo pacto estatutario”. Este es el único punto en el que peneuvistas y socialistas admiten “discrepancias”. El apartado dedicado al autogobierno lo despachan en solo dos páginas del acuerdo programático. Los socios del Gobierno vasco hacen suyo el acuerdo que Andoni Ortuzar y Pedro Sánchez firmaron en noviembre de 2023 para mejorar el estatuto vasco durante los dos próximos años y, en coherencia con ello, se proponen abordar una eventual reforma del actual marco estatutario “de acuerdo con las normas y procedimientos legales vigentes”. En todo caso, el documento de gobierno precisa que el PNV y el PSE-EE se dan “libertad mutua” para defender sus postulados y planteamientos en materia de autogobierno.

Esta discrepancia pactada, que también se recogía en los acuerdos de gobierno presididos por Urkullu, se mantiene en el momento en que EH Bildu, reforzado políticamente tras los últimos resultados electorales obtenidos en las elecciones vascas y en las europeas, ya ha adelantado hoy que será muy exigente en esta materia: “No podemos seguir con un Estatuto vulnerado y mutilado por el Estado”, ha afirmado el candidato de la coalición independentista, Pello Otxandiano, durante el pleno de investidura. Otxandiano ha defendido que es el momento de abordar sin dilaciones el debate sobre la actualización del autogobierno porque el Parlamento vasco cuenta con “una mayoría soberanista sin precedentes” tras las elecciones autonómicas del pasado 21 de abril. “Si no es ahora, ¿cuándo?”, se ha preguntado.

Bildu: “No podemos seguir con un Estatuto de Autonomía con casi medio siglo de vida”

“No podemos seguir con un Estatuto de Autonomía con casi medio siglo de vida, emanado de la transición y vulnerado de forma unilateral por el propio Estado”, ha afirmado Otxandiano. El representante de EH Bildu ha defendido el “legado” del lehendakari Juan José Ibarretxe, del PNV, como “un capital político que tiene que estar presente en el debate de los próximos cuatro años”, y ha recriminado a Pradales que no mencione en su discurso ni en su programa el derecho a decidir.

Pradales ha sentado las bases que guiarán su acción de gobierno esta legislatura. Quiere “asentar una relación bilateral con el Estado” que reconozca la “realidad nacional vasca, la singularidad de nuestro autogobierno”, sin renunciar a “contar con nuevas competencias”. Y estos serían, según el nuevo lehendakari, los pasos que deberían seguirse para reformar el Estatuto de Gernika “Negociación y aprobación tanto en Euskadi como con el Estado, con el mayor consenso posible, y ratificación en referéndum por la ciudadanía vasca”. “Es hora de ser valientes, es la hora de dar el paso”, ha proclamado en la Cámara.

Ha llegado, a juicio de Pradales, el momento de “consensuar un gran pacto político de Euskadi que supere la dimensión, ambición y alcance del logrado en 1979″. Lo quiere hacer mediante el diálogo y la mano tendida a negociar y consensuarlo con el mayor número de partidos políticos. Todos los intentos han fracasado hasta ahora, pese a que el PNV y EH Bildu tenían cerrado un acuerdo, al que se sumó Podemos, para sacar adelante en 2018 un nuevo estatus. Pero los peneuvistas lo aparcaron y prefirieron respetar su fidelidad al acuerdo de mínimos que tenían con los socialistas en esta materia. El líder del PSE-EE y portavoz parlamentario de este grupo, Eneko Andueza, ha fijado los límites que su partido pone a la mejora del autogobierno: “Un pacto estatutario que siga reconociendo nuestra pluralidad, nuestro respeto al diferente, que blinde todos los derechos conquistados, que renueve la base fundamental sobre la que se asienta esta sociedad: su convivencia”.

Los grupos de la oposición han criticado la falta de concreción de Pradales, a quien han reprochado el “continuismo” de su proyecto con respecto al anterior Ejecutivo liderado por Iñigo Urkullu, quien ha llegado tarde al pleno de investidura y no ha podido escuchar la intervención del candidato de EH Bildu. Nerea Kortajarena, de EH Bildu, ha lamentado que Pradales haya decidido “inhibirse” y dejar en manos de los partidos presentar propuestas para avanzar en materia de autogobierno, lo que puede llevar a Euskadi a “otros cuatro años perdidos”, ha opinado.

El PP: “No despierta confianza”

Javier de Andrés, presidente del PP de Euskadi, ha puesto en duda la viabilidad del nuevo Gobierno vasco porque sigue el mismo patrón que el anterior y, por ello, “no despierta confianza” porque su “mala gestión” en los años precedentes ha hecho empeorar los indicadores económicos y de bienestar de Euskadi. “No hemos visto diferencias ni novedades con el anterior Gobierno vasco, ni tampoco ninguna impronta progresista”, ha criticado Jon Hernández, de Sumar. Y Amaia Martínez, la única parlamentaria de Vox, ha afirmado que ante la apuesta de crecer en autogobierno, su partido defenderá “la unidad de España y la soberanía de todos los españoles”.

Entre las iniciativas que el nuevo jefe del Ejecutivo vasco se plantea defender, Pradales ha dedicado una parte de su discurso a poner en valor la convivencia y los derechos humanos en su actuación: Desde la desaparición de ETA en 2018, ha afirmado, “consolidar una convivencia plural, integradora y comprometida con los derechos humanos se ha convertido en una prioridad de país”. Ha defendido construir “una memoria crítica” con el pasado [terrorista] y solidaria con las víctimas, una memoria que reconozca “sin ambages la injusticia del daño causado por toda forma de terrorismo o violencia”. Pradales ha aprovechado uno de los turnos para reprocharle a su contrincante Otxandiano, de EH Bildu, que ha perdido una “magnífica oportunidad” para renegar del apoyo que la izquierda abertzale, liderada por Arnaldo Otegi, ha dado a una estrategia de violencia ya superada.

La deslegitimación de “cualquier forma de violencia”, el reconocimiento integral de “todas las víctimas de vulneraciones de derechos”, la construcción de “una memoria inclusiva, crítica y ética”, y la promoción de los principios y valores éticos y democráticos serán los ejes centrales de su actuación para superar las heridas que provocó la violencia terrorista. En su intervención principal del pleno de investidura, Pradales se ha despedido con una frase en euskera del poeta Lauaxeta, capturado por tropas franquistas y asesinado en 1937: “Hay que darlo todo por la libertad que se ama”.

Sobre la firma

Más información

Archivado En