El PSOE coge impulso en las catalanas para su campaña europea más ideológica
Sánchez y Zapatero se volcarán con Ribera que va priorizar Andalucía, Cataluña y Madrid en su periplo electoral para el 9-J en el que los socialistas confían en no bajar del 28% de los votos
El PSOE disputará las elecciones europeas con su discurso más ideológico, en línea con la campaña de las últimas generales, y con los buenos resultados del PSC en Cataluña como bandera. Su candidata, Teresa Ribera, irá directa a la yugular del PP por sus pactos con Vox. No será la única batalla que libren los socialistas, a quienes el PP está dando la razón de que el 9-J será reñido tras revisar a la baja sus expectativas. Espoleado ...
El PSOE disputará las elecciones europeas con su discurso más ideológico, en línea con la campaña de las últimas generales, y con los buenos resultados del PSC en Cataluña como bandera. Su candidata, Teresa Ribera, irá directa a la yugular del PP por sus pactos con Vox. No será la única batalla que libren los socialistas, a quienes el PP está dando la razón de que el 9-J será reñido tras revisar a la baja sus expectativas. Espoleado por la victoria en Cataluña, el PSOE aspira a concentrar en los cuartos comicios de un semestre electoral frenético al electorado progresista con una llamada al voto útil a la izquierda de Gobierno, en una contienda electoral especialmente polarizada. Fuentes de la dirección confían en no bajar del 28% de votos y que el mensaje ecologista y feminista que abandera la vicepresidenta tercera les sirva para irrumpir con fuerza entre los votantes jóvenes y urbanos.
Pedro Sánchez se volcará en las dos semanas de campaña: ya tiene agendados cinco mítines, incluido el cierre en Madrid. Su predecesor socialista en La Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero, una de las claves de la activación del electorado progresista en las últimas generales, también se involucrará al máximo. El líder del PSOE ha llamado a rebato a los diputados y senadores del partido para que asistan este sábado al pistoletazo de la precampaña en Barcelona en un acto multitudinario en el que también participarán Ribera y Salvador Illa. La previsión es que Zapatero comparta mitin el domingo con Ribera en Cádiz y que con Sánchez arrope a la candidata en el arranque formal de la campaña el próximo jueves en Valencia junto a la ministra de Ciencia, Diana Morant.
La agenda de los siguientes días, abierta a cambios, incluye otro mitin de Ribera el sábado 24 otra vez con Sánchez en Sevilla. El objetivo prioritario consistirá en movilizar a los votantes de izquierdas con un relato nítidamente europeísta y progresista con el propósito de que voten en unas elecciones en las que la participación es muy inferior a la de las generales. En 2019 fue del 60,73%, pero porque coincidió con las autonómicas y municipales, la tercera más alta desde el estreno de los españoles en unas europeas en 1987 (68,52%) y 1999 (63,05%). En cambio, la participación ha sido del 45% en las otras elecciones celebradas en lo que va de siglo. Frente a esa dinámica, el PSOE priorizará en su estrategia la movilización de los votantes afines.
Ribera recorrerá España, pero el comité electoral del PSOE (la sala de máquinas del partido en estos días) le otorga una relevancia enorme a Andalucía, Cataluña y Madrid. Entre esas tres comunidades suman a 16,8 millones de los 35,2 millones de votantes que figuran en el censo electoral. Esto es, el 47,7% de electores, que con los 3,6 millones de la Comunidad Valenciana, la cuarta comunidad más poblada, equivaldrían el 57,9%. El PSC ha relevado al PSOE de Andalucía como el principal granero de votos socialistas y dirigentes de la mayor federación del partido se muestran preocupados por el tirón en la autonomía con más habitantes. No obstante, que en las europeas se vote en circunscripción única favorece a los intereses del PSOE, ya que no se perderán votos, como sucede con los restos en las elecciones generales o autonómicas. En España se elegirán además 61 eurodiputados, dos más que en las elecciones celebradas en 2019, lo que en principio es otra buena noticia para los socialistas en su pulso con el PP, según aseguran en el partido.
En el PSOE creen que la prueba de que los dos grandes partidos están más igualados de lo que Alberto Núñez Feijóo auguraba en febrero, es que el PP lleva días rebajando sus pronósticos para una cita electoral que pretendía convertir en otro plebiscito contra Sánchez. El PSOE cuenta con volver a ser al partido que más eurodiputados aporte a la bancada socialdemócrata, según fuentes de la dirección del PSOE, donde creen asegurado un respaldo de al menos el 28% que les situaría en una horquilla en torno a los 18-19 eurodiputados. Los socialistas lograron 20 escaños en 2019, por los 12 del PP, que aspira a absorber los 7 que logró Ciudadanos.
“El tiempo va en contra de Feijóo, está más presionado para ganar que nosotros. Tras las europeas quedaría un año y ocho meses para las siguientes elecciones, si no hay ningún adelanto, en Castilla y León. Y al PP ya solo le quedará crecer a costa de Vox, que ha aguantado en las vascas y catalanas y parece que lo volverá a hacer en las elecciones de dentro de tres semanas”, subrayan en la cúpula del PSOE.
El objetivo del PSOE es aglutinar el voto progresista. Está previsto que antes de la cita con las urnas se produzca el reconocimiento del Estado palestino por parte de España en el Consejo de Ministros, que finalmente no será el 21 de mayo. La candidata enarbolará además la bandera de la lucha contra el cambio climático para dejar en evidencia la ambigüedad climática del PP y el negacionismo de Vox y hará hincapié en el riesgo que el auge de la extrema derecha supone para la UE. “Vamos a parar a la ultraderecha y la derecha cobarde, vamos a ganar a aquellos que levantan el brazo en Roma y en Milán, que aspiran a hacer implosionar a Europa desde dentro”, afirmó Ribera el miércoles en la presentación de la lista socialista en Sevilla.
Los socialistas llegan pletóricos a las europeas tras darle la puntilla al procés el 12-M y con Sánchez, enchufado de nuevo en su versión más competitiva, dispuesto a dar la batalla ideológica al PP y sus pactos con la ultraderecha como ya hizo el 23-J. La confianza que desprenden en Ferraz y La Moncloa tras el triunfo de Illa, precedido un mes antes por un resultado mejor de lo previsto en Euskadi, no tiene nada que ver con el shock del desastre de las elecciones gallegas. El trance por el que el PSOE pasó durante los cinco días de abril en que el presidente le tuvo en vilo hasta que decidió continuar “con más fuerza si cabe” también queda atrás.
El éxito obtenido en Cataluña es la mejor tarjeta de presentación para el 9-J. Sánchez explotará y reivindicará “el efecto sanador del perdón” de la ley de amnistía y su influencia para reducir el apoyo a los partidos independentistas, sin mayoría absoluta en el Parlament por primera vez en 40 años. En el PSOE aseguran que se encuentran cómodos en la defensa de la amnistía, que se aprobará sin dilaciones el 30 de mayo, en plena campaña. Amortizada la amnistía, según piensan en Ferraz y La Moncloa, uno de los factores que dirimirán las europeas será la capacidad del PSOE para irrumpir en el espacio fragmentado y sumido en luchas intestinas de Podemos y Sumar, que desde que surgieron han competido por el voto verde con los socialistas. El perfil de Ribera, que aspira a ser comisaria de una cartera como la de energía o relacionada con el medioambiente, responde a las inquietudes de los nuevos votantes preocupados por el cambio climático que podrían optar por el PSOE. La cuestión de Palestina, visualizada en las acampadas de universitarios que piden una solución tras más de 35.000 civiles muertos en Gaza en la ofensiva con que Israel respondió al ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre, se ha convertido en otra bandera electoral como ha demostrado el pulso enconado entre Sumar y Podemos y su presión al PSOE para impedir que atracara en España un carguero sospechoso según ambas formaciones de llevar armas a Israel.