En busca del chivato del ‘caso Koldo’: “Ahora viene la Guardia Civil a verme”

Los investigadores rastrean las bases de datos del instituto armado para detectar una posible “filtración” y recalcan que el exasesor de Ábalos se reunió con cuatro agentes en la marisquería La Chalana

En el centro, Koldo García, en la marisquería La Chalana, captado durante los seguimientos de la Guardia Civil, en una imagen incorporada al sumario.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargada de las pesquisas del caso Koldo, trata de resolver una de las grandes incógnitas que sobrevuela la causa: ¿alguien se chivó a los implicados de que estaban siendo investigados? Tras analizar las conversaciones intervenidas, los agentes están convencidos de que Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, y sus colaboradores sabían que les seguían la pista. Los detenidos hablaban de la existencia de una operación policial contra ellos y empezaron a ...

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La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargada de las pesquisas del caso Koldo, trata de resolver una de las grandes incógnitas que sobrevuela la causa: ¿alguien se chivó a los implicados de que estaban siendo investigados? Tras analizar las conversaciones intervenidas, los agentes están convencidos de que Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, y sus colaboradores sabían que les seguían la pista. Los detenidos hablaban de la existencia de una operación policial contra ellos y empezaron a “adoptar medidas de seguridad en sus encuentros”. Por ello, el instituto armado ha auditado sus bases de datos en busca de posibles pistas. Y en sus informes, destaca cómo varios agentes mantuvieron encuentros con miembros de la trama, a quienes se investiga por el pago de comisiones ilegales para conseguir contratos de suministro de mascarillas a la Administración en lo peor de la pandemia.

Hasta ahora, la UCO ha arrestado a dos guardias civiles: el subteniente José Luis Rodríguez y el comandante Rubén Villalba, aunque no se ha imputado a ninguno revelación de secretos. Aun así, al tratar de indagar sobre el posible chivatazo, según los documentos policiales a los que tuvo acceso EL PAÍS, los investigadores sí han colocado el punto de mira al segundo de ellos, un mando actualmente destinado en la Embajada de España en Caracas (Venezuela), ya que creen que “velaba por los intereses” de Koldo García y el empresario Víctor de Aldama, presidente del Zamora CF y también arrestado.

El pasado 17 de octubre, los agentes captaron la siguiente conversación entre Koldo García y su hermano Joseba:

Koldo García: Ahora viene la Guardia Civil a verme y vienen también de la UCO para explicarme que no me pusieron el seguimiento a mí, porque si era en el seguimiento de Izaskun y era al padre... Detrás de joder a José Luis, detrás del secretario de Estado […] hay, me parece que son, 27 personas [a] las cuales están siguiendo.

Joseba García: Pero han venido… Que solo me siguen a mí.

K. G.: Tú eres tonto… Es que eres gilipollas. Pues esos me los he traído esta noche para ver… Lo que más me interesa es mantener la distancia, somos dos y que no se te vea a ti. Delante… Y no nos miramos porque voy a estar en una dirección particular.

Los informes del sumario destacan que ese mismo día, tras este diálogo, Koldo García se “entrevistó con varias personas”: “Entre ellas, cuatro agentes de la Guardia Civil, entre los que se encontraba Rubén Villalba”. La cita se produjo en la marisquería madrileña La Chalana, uno de los puntos de encuentro más usados por la trama. Los investigadores lo detallan así: “A las 14.25 horas, Koldo mantenía un encuentro con Rubén en presencia de un tercero en una mesa del interior del restaurante. Inmediatamente después, se unían a esta reunión otras dos personas más. Posteriormente, se agruparon en esa ubicación hasta seis personas que entablaron distintos grupos de conversación [...] A las 16.04 horas, Rubén abandonó ese lugar portando una carpeta con papeles en las manos”.

El 17 de octubre de 2023, el comandante Rubén Villalba camina por la calle tras el encuentro en La Chalana con Koldo García, según una imagen captada por la Guardia Civil durante sus seguimientos.

Según el sumario, el instituto armado ha procedido a “auditar” desde noviembre todas sus bases de datos donde consta información de los imputados y “cualquier tipo de información relativa a la investigación”. La medida se ha adoptado ante la posibilidad de que haya existido “algún tipo de filtración proveniente de la propia Guardia Civil”.

En otros informes, los agentes ya destacaron que el empresario Rogelio Pujalte, otro de los detenidos, también advirtió a Koldo García para que tuviera cuidado. En una conversación del 3 de febrero de 2024, apenas 20 días antes de los arrestos, Pujalte alertó al exasesor de Ábalos de que no usase la aplicación de mensajería Telegram. Koldo García tranquilizó entonces a su interlocutor y le dijo que nunca la utilizaba, antes de insistir en que “no se preocupe” porque él sabe “todo”. Sin embargo, de nuevo, Pujalte le recalcó a Koldo García: “Yo, cuando me dicen po de ti, po [sic] lo primero que hago es ponerme en contacto [sic]”. Según los investigadores, de estas palabras se puede “colegir que Rogelio está avisando a Koldo de que está siendo objeto de investigación”. En esta línea, la UCO cree que Pujalte y Villalba “podrían conocerse”, ya que han encontrado en el móvil de Koldo García una anotación que reza: “Comida Rubén y Rogelio”.

El camino hasta el comandante

La identificación del comandante fue compleja, según el informe de la UCO, e incluyó el análisis del contenido de los teléfonos intervenidos a cinco implicados en la trama, entre ellos dos de Koldo García y uno de Víctor de Aldama. Precisamente, el análisis de los mensajes intercambiados entre el presidente del Zamora CF y varios de sus colaboradores, a través de la aplicación de mensajería WhatsApp, revelan referencias a supuestas entregas de dinero en efectivo a una persona a la que llaman “R” o “Rubén”. “Lo de R 2 lo de todos los meses”, se lee en una de esas comunicaciones, que los investigadores identifican como pagos mensuales de 2.000 euros. La Guardia Civil destaca que estas entregas, como otras presuntamente realizadas a Koldo García, fueron incluidas por Aldama en una partida de “gastos fijos”.

Una fotografía de fajos de billetes que se enviaron los miembros de la trama por el móvil, según el sumario.

Es en ese mismo chat —que Aldama mantiene con tres de sus colaboradores y que bautizaron como los “4 mosqueteros”—, la UCO halla otros indicios para identificar al comandante Villalba. En concreto, dos mensajes (uno del 18 de diciembre de 2021 y otro del 10 de enero de 2022) hacen mención a la realización de una prueba PCR para la detección del coronavirus a un teniente coronel del instituto armado, al que se refieren así: “Es uno de Rubén”. Los investigadores localizan que los datos de este alto mando habían sido enviados al empresario por el usuario de un teléfono guardado en la memoria del móvil como “Andaluza nuevo”, una persona que se había presentado meses antes con un mensaje en el que aseguraba ser “Rubén. El amigo de Koldo”, en referencia supuestamente al exasesor de Ábalos.

El rastreo de ese número de teléfono llevó a los investigadores hasta una identidad supuestamente falsa, J. A. C., una práctica habitual entre los agentes de la lucha antiterrorista para evitar ser identificados en sus pesquisas, y, en concreto, del Servicio de Información de la Guardia Civil, donde entonces estaba destinado el comandante Villaba. De hecho, la UCO apunta que, “consultadas fuentes vivas próximas a la Unidad”, en referencia a agentes de la lucha antiterrorista, confirman que ese número de teléfono “es empleado de manera habitual para cuestiones de índoles personal y profesional” por Rubén Villalba.

Esta identificación sería confirmada por otros mensajes localizados en el móvil de Aldama. El primero, del 11 de julio de 2021, incluye una fotografía del comandante Villalba enviada por él mismo, junto al mensaje: “Pues disfrutando de mi tierra de Córdoba aunque salgo en unas horas para Madrid”. La UCO señala que este mando se encuentra empadronado precisamente en la localidad cordobesa de Benamejí, donde reside habitualmente. En otro, es de nuevo Villalba el que hace referencia a su rango en el instituto armado en una conversación con el empresario sobre un paquete que le va a entregar: “Ser Cte [abreviatura de comandante] para esto…”.

En un tercer mensaje, este del 4 de abril de 2021, Aldama felicita al mando de la Guardia Civil por el nacimiento de uno de sus hijos. “Comprobado en bases oficiales, se ha corroborado que uno de los hijos de Rubén Villalba nació ese día”, destaca el informe de la Guardia Civil, que añade que, además, se han recuperado varios mensajes de audio que el comandante envió a Aldama y que, tras ser escuchados, “han permitido identificarle sin género de duda”. Los agentes añaden que, del análisis de todas las conversaciones por WhatsApp entre el comandante y el empresario, surge también la sospecha de que el primero había facilitado a este último “una línea de comunicación” segura a través de un teléfono de tarjetas prepago, a la que se refieren con la palabra clave “café” o “cafetera” en sus comunicaciones.

A todos estos indicios, los investigadores suman otros recopilados durante los seguimientos que realizaron durante meses a los implicados. La UCO fotografió el 4 de octubre de 2023 al comandante Villaba a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas procedente de Venezuela acompañado de uno de los colaboradores de Aldama. Las pesquisas han revelado que fue la propia trama la que facilitó los billetes de avión al agente del instituto armado. El informe policial apostilla que se han localizado, al menos, cuatro números de teléfonos usados en los últimos años por este guardia civil en las agendas de dos terminales utilizadas por el exasesor de Ábalos.

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