Un día con Feijóo, de vuelta a la aldea: “He venido aquí a servir”
El líder del PP participa con una caravana propia en la campaña de las elecciones gallegas para “acaparar el mensaje nacional” en paralelo a Rueda
Para un día soleado y rozando los 20 grados en pleno febrero, José Locay eligió este viernes su gorra más “ligera”. De 87 años, y antiguo trabajador del campo, toma un café en un bar de Pedrafita do Cebreiro (909 habitantes, Lugo) en medio de su paseo mañanero. La gorra de Locay es de color azul con un letrero en el que se lee la palabra Populares. Hoy jubilado, ha votado siempre al PP. Y acaba de enterarse de que Alberto Núñez Feijóo está a punto de pisar el pueblo, un pequeño municipio entre las montañas y el primero por el que pasa el Camino de Santiago desde que se abandona León. P...
Para un día soleado y rozando los 20 grados en pleno febrero, José Locay eligió este viernes su gorra más “ligera”. De 87 años, y antiguo trabajador del campo, toma un café en un bar de Pedrafita do Cebreiro (909 habitantes, Lugo) en medio de su paseo mañanero. La gorra de Locay es de color azul con un letrero en el que se lee la palabra Populares. Hoy jubilado, ha votado siempre al PP. Y acaba de enterarse de que Alberto Núñez Feijóo está a punto de pisar el pueblo, un pequeño municipio entre las montañas y el primero por el que pasa el Camino de Santiago desde que se abandona León. Paradójicamente, la primera parada del periplo de Feijóo es en una localidad en la que gobierna el PSOE.
“Tenía sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo el mundo”, aprecia Locay sobre las cuatro mayorías absolutas que encadenó el expresidente de la Xunta de Galicia. Como acérrimo votante popular, asegura que apoyará a su sucesor y candidato, Alfonso Rueda, en las urnas del 18-F, en las que Feijóo tiene su propia prueba de fuego para reafirmar su liderazgo nacional tras el shock del 23-J. Unos metros más allá del bar, Feijóo baja de una furgoneta. Su gabinete ha elegido ese enclave para denunciar el “retraso” en las obras de una importante carretera de la zona. La amnistía a los encausados del procés, pero sobre todo el agravio económico —o más bien el aldraxe, “ultraje” en gallego— de Galicia respecto a Cataluña, forma parte del mensaje central de campaña. El líder del PP se sabe en casa, está más cómodo que en la capital, y durante toda la jornada se muestra menos constreñido y más comunicativo.
—Siempre es un placer volver al lugar que echas de menos todos los días. Pero lo cierto y verdad es que yo he venido aquí a servir—, dice.
El PP ha organizado una caravana paralela para Feijóo en la campaña, tomando como “referente” a Mariano Rajoy. Cuando Feijóo era candidato en Galicia, Rajoy iba de aldea en aldea apoyando sus aspiraciones. Especialmente importante fue la gira de 2009, cuando Feijóo concurrió por primera vez y Rajoy necesitaba de su victoria para reforzar su propia posición dentro del partido, en una coyuntura similar a la que ahora enfrenta el jefe de los populares. En el PP gallego reina la cautela y la desconfianza en las encuestas tras lo vivido en las elecciones generales. Es el mantra que más se repite. Por lo que toda ayuda es poca para aupar a Rueda. El propio Rajoy repite con una tercera caravana por otras pequeñas localidades.
—¿Cuánta gente vive en este pueblo?
Feijóo conversa con un hombre de unos 93 años que, como la mayoría, muestra su preocupación por la pérdida de habitantes en los municipios de Galicia. Responde que unos “300” o “400” , aunque el padrón sea mayor. Otra mujer se queja de que “ahí al lado”, en León, no hay impuesto de patrimonio, pero en Lugo, sí. El líder del PP se extraña y le responde que se confunde con el “impuesto de sucesiones”. Ella se reitera y finalmente apuntan su teléfono para disipar más adelante las dudas. Como Feijóo, Rajoy también pisó en su momento Pedrafita en campaña, recuerdan los vecinos.
“Con la caravana de Feijóo se acapara el mensaje nacional, tienes presencia en más medios y se puede cubrir todo el territorio. Feijóo estará en las provincias en las que no esté Alfonso Rueda ese día. Y es más normal que Rueda vaya a las ciudades grandes y Feijóo a pueblos más pequeños”, explican fuentes del equipo del presidente de la Xunta. A diferencia de sus propias campañas y de la estrategia utilizada con Juan Manuel Moreno en las elecciones andaluzas de 2022, el gabinete de Feijóo ha apostado por nacionalizar el mensaje: sostienen que tanto la amnistía como otras concesiones de Pedro Sánchez a sus socios independentistas serán un plus en favor de Rueda. Y apelan a los socialistas “descontentos”, así como a los escasos votantes de Vox en Galicia, para concentrar las papeletas en torno al PP frente a una eventual coalición del BNG y PSOE.
Feijóo solía arrancar sus campañas en la aldea donde nació, Os Peares (Ourense). Pero en esta ocasión arranca en la provincia de Lugo: paseo por Pedrafita, comida con afiliados en Monforte de Lemos y ya por la tarde en Montoñedo. Tras apreciar lo “bonita” que es su catedral, saluda a unos jóvenes sentados en una cafetería. Ellos mueven la mano en respuesta y luego ponen un gesto de “¿qué hace aquí?”. Porque su verdadero público espera a Feijóo en la plaza del Concello, adonde acude tras entrar en varias tiendas. Unas 50 personas aguardan agolpadas la visita del hijo pródigo.
—¿Esto qué es? ¿Una manifestación?
Hay quien le da palmaditas en la cara, otros le besan, varios le susurran al oído y algunos padres lanzan a sus hijos a retratarse con él.
—¿Cómo estamos?
—Jodidos—, dice uno de los presentes.
—Jodidos estamos todos—, sigue Feijóo.
En una conversación paralela, José Regueira y César Fernández, de 81 y 76 años, debaten: “Quizá Rueda no tiene tanto carisma. Pero parece una persona seria. De buenos profesores salen buenos alumnos”. La Xunta y el PP se han empleado a fondo para aumentar el grado de conocimiento del actual presidente entre los gallegos. Los sondeos muestran un incremento en las últimas semanas. Aroa Arias, de 17 años, admite que no es “tan conocido” como Feijóo. Ella y su amiga acaban de conseguir su foto con el líder popular. “Me parece que es una persona muy importante”, dice Cristina Redondas.
Feijóo se despide de Mondoñedo —”¡Id a votar! ¡Votad el 18 de febrero!”— y parte a Ortigueira, ya en A Coruña, donde dará un mitin para cerrar la jornada. Este domingo su caravana ha parado en Mos y en Ponteareas, ambos en Pontevedra. El sábado participó en la capital pontevedresa en el mitin central del PP, único acto en el que coincidirán Rueda, Rajoy y Feijóo. Allí, el líder lanzó una advertencia que lleva grabada en la mente:
—El que crea que se puede ganar sin bajarse del autobús porque lo dicen las encuestas se equivoca. Creédmelo, que algo de eso sé.