Sánchez considera de “extrema gravedad” las palabras de Abascal y culpa a Feijóo de convertir a Vox en “un partido importante”
El presidente trata de pasar página de la polémica sobre la amnistía: “Nos permitirá focalizar las energías en los debates realmente importantes”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respondido este lunes a las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, quien aseguró en una entrevista al diario argentino Clarín: “Habrá un momento dado en que el pueblo querrá colgarlo [a Sánchez] de los pies”. Para el jefe del Ejecutivo, esas palabras son “de extraordinaria gravedad” porque no son “un lapsus”, sino que pretenden “inocular odio entre los españoles”. “Este t...
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respondido este lunes a las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, quien aseguró en una entrevista al diario argentino Clarín: “Habrá un momento dado en que el pueblo querrá colgarlo [a Sánchez] de los pies”. Para el jefe del Ejecutivo, esas palabras son “de extraordinaria gravedad” porque no son “un lapsus”, sino que pretenden “inocular odio entre los españoles”. “Este tipo de discursos y mensajes son inéditos en la historia democrática de nuestro país. Para mí, Vox es un partido de odio, y hay que recordar que Abascal iba a ser vicepresidente del Gobierno de España. Esto tendría que hacer reflexionar al jefe de la oposición sobre qué aliados tiene, porque hoy Vox es importante porque el PP le ha abierto las puertas de los gobiernos autonómicos y municipales”.
Sánchez respondió a Abascal durante la presentación de su nuevo libro, Tierra firme (Península), arropado por 14 de los 22 miembros de su gabinete, entre ellos la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ambos de Sumar, y junto a los periodistas Ángeles Caballero y Jorge Javier Vázquez en el Círculo de Bellas Artes. El PSOE no contempla, en principio, denunciar al líder de Vox ante la Fiscalía por un delito de odio, informa José Marcos. Poco antes, preguntado por esas declaraciones al diario Clarín, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que son “lamentables”. “No tenemos nada que ver con ese tipo de pronunciamientos”, dijo. No obstante, añadió: “Estas palabras van en la misma línea que Sánchez de construir un muro de las dos Españas. Esta es la estrategia diseñada por el PSOE, que parece ser que le viene bien al señor Abascal”.
La crispación política acaparó buena parte de la charla durante la presentación del libro. Sánchez, como ya hizo en la campaña electoral de las pasadas generales, insistió en que la polarización es “asimétrica” y pidió que no se meta a todos los políticos en el mismo saco. “Aquí hay insultadores e insultados, asediadores y asediados”, dijo, en alusión a las concentraciones de protesta frente a sedes socialistas, y culpó a “la derecha política y mediática” de haber “deshumanizado” al adversario, es decir, a él mismo. “Muchas veces me asomo a las tertulias y pienso: ¿dónde están los tertulianos progresistas? No los hay. Lo que hay es un problema de pluralismo político. Entiendo que son gajes del oficio, pero el nivel de insultos a líderes progresistas ha traspasado todas las líneas rojas. No tiene parangón en la historia democrática de nuestro país”.
Sánchez abogó por llegar a acuerdos con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial —con el mandato caducado desde hace cinco años—, y en materia de financiación autonómica. Sin embargo, al tiempo criticó al principal partido de la oposición por haber elegido como líder a “una persona con una amistad manifiesta con un narcotraficante”, en alusión a Marcial Dorado. En el libro, afirma al respecto: “En cualquier otro país de Europa esa relación le habría impedido presentarse a unas elecciones. Habla mal del PP que le acogieran para dirigir el partido con tanto entusiasmo, sabiendo que carga con ese fardo”.
Preguntado por si bloquearía a alguien en X, antes Twitter, como ha hecho recientemente el ministro de Transportes, Óscar Puente, con el alcalde y varios concejales del PP en el Ayuntamiento de Madrid, el presidente del Gobierno respondió: “Se lo he dicho muchas veces a Óscar: yo he hecho dos cosas muy importantes en mi vida, una fue, hace más de 20 años, dejar de fumar; y otra, hace más de 10, dejar mis redes sociales en manos de una community manager. Pero ese es mi estilo. Óscar tiene el suyo y lo hace muy bien”. En su silla, en primera fila, Puente se rio y le advirtió: “Yo no lo voy a hacer”.
Durante la charla, Caballero preguntó al presidente sobre algunos temas y personajes ausentes en el libro, como la polémica ley de amnistía, pendiente de tramitación en el Congreso, o la exministra de Igualdad Irene Montero y la controvertida ley del solo sí es sí, que tuvo que ser enmendada tras favorecer la rebaja de penas a agresores sexuales. Sobre la ley de amnistía, Sánchez insistió en que será aprobada en las Cortes Generales: “Hay una mayoría de representantes legítimos de los ciudadanos que cree que para superar todas las derivadas judiciales de lo ocurrido en 2017 tenemos que tomar esta decisión”. A continuación, restó importancia al malestar que ha generado: “En 2017, la principal preocupación en España, según el CIS, era el conflicto territorial; ahora preocupa al 1,5%. Algo habremos hecho bien. El debate sobre la amnistía es trascendente, pero el monopolio que hay en la derecha en la amnistía no se compadece con las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía”.
El último barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la SER mostró un rechazo mayoritario (60%) a la medida de gracia. El presidente recordó que en su día “la mayoría de los españoles no aceptó los indultos” a los líderes del procés, “y ahora”, añadió, “hasta la oposición omite la crítica a los indultos porque sabe que han sido beneficiosos. Son decisiones muy complicadas, complejas también de explicar, pero son necesarias si queremos focalizar las energías de nuestro país en los debates que realmente importan en el siglo XXI”. Sánchez auguró que la amnistía beneficiará también “a aquellos que se han visto con nocturnidad y alevosía con Junts cuando negociaban su investidura fallida”, en alusión al PP. Respecto a la ausencia de menciones a Irene Montero en el libro, aseguró que, para no herir sensibilidades, había decidido centrar el relato de la acción del Gobierno de coalición en las tres vicepresidencias. “Montero lo ha hecho muy bien. Todos los ministros somos eslabones de la misma cadena”, ha asegurado.
Se escurrió también Sánchez cuando le preguntaron por sus planes de futuro y si optará a un nuevo mandato. “No son tanto los años como las ganas o las ideas. Creo que hay proyecto político para largo”. Vázquez replicó, entre risas del público: “En estos momentos se están derramando lágrimas de facha”. El presidente del Gobierno sí se comprometió a un tercer libro —ningún presidente en activo había escrito tanto, como recordó la editorial, Planeta— en el que “sí aparecerá [Carles] Puigdemont”.
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