El mes en que Leonor de Borbón se hace mayor

A partir del 31 de octubre, la princesa de Asturias asumiría automáticamente la Jefatura del Estado si faltara el Rey. La heredera protagonizará en 25 días tres actos institucionales. El rey emérito estará ausente en su juramento de la Constitución

La dama cadete Borbón Ortiz reptando bajo una alambrada; cruzando una piscina con el agua al cuello y cargada con el equipo de combate; estudiando un mapa rodilla en tierra; preparándose para disparar su fusil o recibiendo el sable de oficial de manos de un veterano. Las imágenes de la instrucción militar de la princesa de Asturias han inundado los medios de comunicación en las últimas semanas, hasta el punto de que el tema se coló en el debate ...

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La dama cadete Borbón Ortiz reptando bajo una alambrada; cruzando una piscina con el agua al cuello y cargada con el equipo de combate; estudiando un mapa rodilla en tierra; preparándose para disparar su fusil o recibiendo el sable de oficial de manos de un veterano. Las imágenes de la instrucción militar de la princesa de Asturias han inundado los medios de comunicación en las últimas semanas, hasta el punto de que el tema se coló en el debate de la fallida investidura de Feijóo cuando el diputado de ERC Gabriel Rufián espetó al líder de Vox, Santiago Abascal, que Leonor de Borbón “tiene más mili” que el dirigente ultra.

La Zarzuela asegura que la difusión de las fotos respondió a criterios “profesionales” y estuvo guiada por la voluntad de “facilitar toda la información posible sin interferir en el funcionamiento de la Academia [General Militar de Zaragoza] ni en la formación de la Princesa”. Y apostilla que lo mismo han hecho otras casas reales, como la belga o la británica. Fuentes gubernamentales admiten, sin embargo, que la difusión controlada de imágenes tenía un objetivo suplementario: evitar que la demanda de los medios de comunicación generase un mercado de fotos robadas de la heredera.

Lo cierto es que su ingreso en el principal centro de formación del Ejército de Tierra le ha dado una relevancia pública de la que hasta ahora carecía, salvo en contadas ocasiones. Y a lo largo del mes de octubre volverá a ocupar las primeras páginas por ser la protagonista de tres actos institucionales: su jura de bandera en Zaragoza, el día 7; la entrega de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo, el 20, y el juramento de la Constitución ante las Cortes Generales reunidas en sesión solemne el 31, el mismo día en que cumple 18 años. “Es lógico que tenga mayor proyección a medida que va asumiendo más responsabilidades” alegan en la Casa Real.

Los Reyes guardaron celosamente la privacidad de sus dos hijas mientras fueron niñas, pero ahora que han crecido esa prudencia puede ser contraproducente. A partir del momento en que alcance la mayoría de edad, Leonor de Borbón estará legalmente en condiciones de ocupar automáticamente el trono en caso de que faltara su padre, sin el interregno de una regencia. Pero, ¿estaría la sociedad española en condiciones de asumir de un día para otro que fuera la jefa del Estado?

Una encuesta hecha el año pasado para la revista Vanitatis aseguraba que tres de cada cuatro españoles creen que la primogénita de Felipe VI reinará algún día; mientras que un sondeo difundido en agosto de 2021 por el digital conservador El Español sostenía que un 51,3% confía en ella. Por el contrario, solo dos meses después, un estudio en el portal de izquierdas Público pronosticaba que la República ganaría a la Monarquía, por 39,4% a 31%, en un eventual referéndum.

Aunque el CIS no hace encuestas sobre la Familia Real desde 2015 y La Zarzuela asegura que no las encarga, en la Casa del Rey están convencidos de que la Princesa de Asturias es ampliamente conocida por la sociedad. Será un conocimiento superficial, pues no es mucho lo que se sabe de ella. Su propia estancia en la Academia de Zaragoza, pese a la proliferación de imágenes, está rodeada de gran mutismo y la información oficial se ha limitado a poco más que su programa de formación. EL PAÍS ha podido conocer algunos detalles más: que ha elegido estudiar francés para perfeccionarlo, pues ya es bilingüe en inglés; o que destaca en asignaturas como la cartografía, y no tanto en actividades físicas, aunque se ha puesto rápidamente a tono. Los mandos de la academia destacan la facilidad con que se ha integrado como una más y la naturalidad del trato con sus compañeros. Aseguran que se nota su paso por el internado de Gales donde cursó el bachillerato y que está acostumbrada a compartir dormitorio o a ocuparse ella misma de sus enseres personales. “Es la hija de unos reyes, pero no es una hija de papá”, sostienen quienes la conocen.

La cadete Borbón Ortiz en la formación en el patio de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, en una imagen distribuida por la Casa Real.Casa Real
La dama cadete Borbón Ortiz saluda a su compañero de segundo curso tras recibir el sable de oficial, en una imagen distribuida por la Casa Real.Casa Real
La princesa de Asturias, segunda en la fila de la derecha,marcha en formación en la Academia General Militar (AGM), en una imagen distribuida por la Casa Real.Casa Real
La dama cadete Borbón Ortiz posa tras recibir su sable como futura oficial del Ejército de Tierra. Casa Real

La jura de bandera será su primera aparición pública desde que el 17 de agosto ingresó en La General. Como su padre hace 38 años, responderá con un rotundo “sí, lo juro” a la pregunta de si está dispuesta a entregar su vida por España “si preciso fuera”. La Zarzuela no descarta que Felipe VI, igual que hizo Juan Carlos I en la jura de su hijo, el 11 de octubre de 1985, pronuncie unas palabras en esta ceremonia, aunque la dama cadete Borbón Ortiz no besará la bandera en solitario, como él, sino con los 560 alumnos de primer curso.

Solo cinco días después, la heredera estará en el desfile de la Fiesta Nacional en Madrid, pero lo seguirá desde la tribuna, pues se ha descartado que desfile con las tropas, como hizo su padre en mayo de 1986 en Santa Cruz de Tenerife. Aunque se han alegado distintos motivos —desde razones de seguridad hasta no restar protagonismo a las Fuerzas Armadas— lo cierto es que cuando Felipe VI lo hizo llevaba ya casi un año en filas.

Quizá Leonor de Borbón no sea este año la estrella más rutilante de los Premios Princesa de Asturias, pues le disputarán protagonismo figuras como el escritor japonés Haruki Murakami o la actriz estadounidense Meryl Streep, pero su discurso en esta ceremonia, a la que acude por quinto año consecutivo, será el único que pronuncie en el mes más importante de su vida. Y también será la última vez que la presidencia de este acto la ostente su padre, pues en el futuro le corresponderá a ella. Las tres jornadas que los Reyes y su primogénita pasarán en Asturias, del 19 al 21 de octubre, estarán salpicadas de guiños y obsequios con los que los anfitriones quieren celebrar la inminente mayoría de edad de la heredera; entre otros, que el primer evento de esta edición se celebre en Porrúa, la localidad premiada como Pueblo Ejemplar de Asturias en 2005, el año que nació ella.

La princesa de Asturias, en el centro, con fusil de asalto y pertrechos de campaña.Casa Real

El hecho de que la infanta Sofía se encuentre en Gales, en el mismo internado donde estudió la primogénita, hará que en la mayoría de estos actos la princesa de Asturias no aparezca acompaña de su hermana, de la que es inseparable. Sí la respaldará en el más relevante: la jura de la Constitución ante las Cortes Generales, en presencia de las principales autoridades del Estado y de la Familia Real. Aunque no al completo, pues el rey emérito solo ha sido invitado a la posterior celebración privada del cumpleaños de doña Leonor en el Palacio de El Pardo, con sus parientes por parte de padre y madre.

La ausencia de Juan Carlos I en la sesión conjunta del Congreso y el Senado que simboliza la continuidad de la dinastía deja en evidencia los jirones que se ha tenido que ir dejando Felipe VI para salvaguardar la institución. En su juramento, el 30 de enero de 1986, sí que estuvo en lugar preferente el conde de Barcelona, don Juan de Borbón, pese a que nunca reinó. No parece, sin embargo, que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, pudiera elogiar hoy, como hizo entonces su antecesor, Gregorio Peces Barba, la “conducta ejemplar” del abuelo de la Princesa.

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