El PP permite a PNV, Junts y Sumar tener grupo parlamentario propio en el Senado

La Mesa del Senado, con mayoría del PP, ha dado luz verde a la conformación de grupos parlamentarios propios para el PNV, Junts y Sumar en la Cámara alta con la cesión temporal de senadores del PSOE. La decisión se ha adoptado conforme al informe jurídico que había encargado hace una semana el presidente del Senado, el popular Pedro Rollán, a la Secretaría General para despejar las dudas que se le habían planteado. El PP fue muy crítico con una...

La Mesa del Senado, con mayoría del PP, ha dado luz verde a la conformación de grupos parlamentarios propios para el PNV, Junts y Sumar en la Cámara alta con la cesión temporal de senadores del PSOE. La decisión se ha adoptado conforme al informe jurídico que había encargado hace una semana el presidente del Senado, el popular Pedro Rollán, a la Secretaría General para despejar las dudas que se le habían planteado. El PP fue muy crítico con una decisión similar que se adoptó este mismo verano en el Congreso ante una petición de Junts y ERC, y a los que la mayoría progresista de la Mesa del Congreso también ha permitido tener grupo propio. La decisión se ha adoptado en el Senado por asentimiento de todos sus miembros.

El vicepresidente primero de la Cámara alta, el popular Javier Maroto, ha anunciado este martes la decisión como un “acierto” de Rollán en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Mesa que confirmó que los servicios técnicos del Senado habían dado el visto bueno a la formación de los grupos parlamentarios que quedaban por constituir. El martes que viene la Mesa ratificará el reparto de medios y recursos de estos grupos ya constituidos. La decisión, no obstante, tiene algunas condiciones, como la reducción de portavocías adjuntas y de asesores para estos grupos.

En el Senado, en cualquier caso, no se ha producido un gran debate ni una discusión encendida sobre esta petición de los grupos nacionalistas e independentistas que podrían resultar claves para la posible o futura investidura del socialista Pedro Sánchez, una vez fracase el debate y la votación para la del popular Alberto Núñez Feijóo, programada para el 26 y 27 de septiembre. Cuando ERC y Junts solicitaron tener grupo parlamentario propio a finales de agosto en el Congreso, el PP planteó muchas objeciones, reclamó un posicionamiento de los letrados de la Cámara baja y algunos de sus dirigentes avanzaron que estudiarían con cuidado esa decisión para posibles recursos. El coordinador general del PP, Elías Bendodo, llegó a tildar esa cesión de la mayoría progresista de la Mesa del Congreso a ERC y Junts como un “cambalache”.

Los reglamentos del Congreso y del Senado, en cualquier caso, no son idénticos y tienen sus particularidades, como señala el informe de la Secretaría General: “El Reglamento del Senado contiene una regulación específica de la constitución de los grupos parlamentarios, que difiere de la del Reglamento del Congreso de los Diputados. Consecuentemente, también son distintos los criterios de interpretación y de aplicación de tales normas en una y otra Cámara”.

Los nuevos grupos del PNV, Junts y Sumar en el Senado tendrán 10 representantes, el mínimo exigido, pero pasarán a cinco senadores cuando los apoyos puntuales prestados por el PSOE para solventar este escollo retornen a su bancada en unos días. Esa previsión de reducir el número de sus componentes será a su vez la que les impida disfrutar de un portavoz adjunto, algo que solo se concede a los grupos que tengan más de 10 senadores y que en el caso de la Cámara alta son el PP, el PSOE e Izquierdas por la Independencia, que forman ERC y EH Bildu. El ratio de 0,41 asesores por parlamentario es el mismo de la pasada legislatura.

El informe de la Secretaría General de la Cámara sostiene como evidente que en las reclamaciones planteadas por Sumar, ERC y Junts se cumple la exigencia formal de que en cada nuevo grupo figuren 10 senadores “y que ninguno de ellos aparezca como firmante” de otras peticiones para otros grupos parlamentarios. Y sobre el polémico “préstamo” de senadores para este tipo de operaciones políticas, los servicios técnicos del Senado entienden que está avalado por los numerosos precedentes, por los usos parlamentarios y hasta por sentencias del Tribunal Constitucional. El propio tribunal recuerda que los usos parlamentarios han constituido tradicionalmente y siguen constituyendo un importante instrumento normativo dentro del ámbito de organización y funcionamiento de las cámaras y que son consustanciales al régimen parlamentario, siempre que sean favorables al ejercicio de las facultades parlamentarias.

Algunos partidos políticos, como Ciudadanos, siguen cuestionando este tipo de soluciones y en su cuenta de Twitter lo han criticado: “El PP permite el fraude de ley en el Senado para que partidos que odian a España tengan más dinero público, asesores y tiempo de intervención de lo que se ganaron en las urnas. Una vergüenza muy coherente con la trayectoria del bipartidismo. Llevan 40 años engordando el monstruo”.